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5 dias en Washington para LOS CINCO Excelentisimo Papa Francisco, me
atrevo a escribirle, ... sin ser la primera persona que se dirije al
Vaticano para pedir ayuda sobre un tema muy doloroso que concierne un
caso de justicia y respeto humano. No
Le voy a esconder que no soy una persona creyente, todo lo contrario:
lo declaro antes de pasar a explicar el caso del que quiero hablar, y
sin embargo me dirijo a Ud pues me parece –¡ y en esto también no soy la
unica!- que Ud da muestras y de manera muy valiente de una sensibilidad
verdadera hacia los sufrimientos de la humanidad y también hacia los
sufrimientos que se deben a la injusticia. Y
la voz del Papa es muy fuerte, mucho más fuerte que la de los pueblos. A
veces hasta los poderosos del mundo que hipócritamente aparentan, solo
aparentan, una gran fe en Dios y respeto hacia Su iglesia... no pueden
ignorarla. Por
todo esto, me dirijo a Ud, para rogarLe valorar la oportunidad de alzar
Su voz en defensa de los Cubanos presos en los EEUU desde el 1998 bajo
el cargo de “espionaje”. Ellos
–los CINCO, como se les llama en todo el mundo- se fueron a Miami para
infiltrarse dentro de las organizaciones terroristicas radicadas allí,
que planean y ejecutan actos sangrientos en territorio cubano, de los
cuales se jactan abiertamente en todos los medios, y nunca fueron ni son
inculpados y reprimidos. La tarea –voluntaria- de estos 5 hombres
(ciudadanos cualesquiera, nada de “james bond”, más bien gente
llena de amor y humanidad hacia su pueblo y lista al sacrificio de su
propia vida normal, junto con la familia) era exactamente la de informar
su patria sobre planes, fechas, lugares donde se iban a concretizar
estas acciones criminales. Hay
que saber que Cuba a lo largo de los ultimos 50 años ha tenido que
llorar la muerte de 3478 ciudadanos, alcanzados por las acciones
criminales de esas organizaciones de cubanos-estadounidenses: acciones
todas denunciadas por parte de Cuba, con todo tipo de pruebas y
documentos, a las autoridades policiacas de los EEUU, sin el más minimo
acuso de recibo. La misma ONU declaró Cuba como Pais objeto de actividades terroristicas. El
juicio con que se sancionaron los CINCO a larguisimas penas fue
condenado por Amnesty International y por la Comisión Detenciones
Arbitrarias de la ONU, pues fue un juicio politico, que tiene sus raices
en el odio hacia Cuba de la parte poderosa de la comunidad cubana
residente en Miami (aquella parte de la que parece depender siempre la
eleccion del Presidente de los EEUU). Será
por eso que aunque durante su campaña electoral el actual Presidente
Barack Obama había hablado de un “cambio” en la política hacia Cuba,
este cambio todavía no se da. En
estos dias por el tercer año en Washington se reúnen Parlamentarios,
intelectuales, Premios Nobel (Perez de Esquivel entre ellos) para pedir a
Obama un indulto y para entrevistarse con los Congresistas, para dar a
conocer el caso. Dos
de estos CINCO cubanos cumplieron con la pena (15 y 17 años) y
regresaron hacia poco a la Patria, los demás todavía siguen presos y
para uno de ellos (Gerardo Hernandez Nordelo) está prevista la pena de
morir en la carcel dos veces y volver a nacer para pasar 15 años más en
la carcel y se le prohibe también el derecho humano a recibir la visita
de su esposa. En
mientras, los reos confiesos, los que se jactan con las bombas puestas
en la tierra de Cuba, pasean libremente -y muy mimados- por las calles
de Miami (Luis Posada Carriles, entre los más famosos). Cuánta crueldad e injusticia en el mundo. Mi corazón está lleno de dolor. Y rabia, también, hay que confesarlo. Llevo,
y llevamos muchos pueblos en el mundo, una lucha apasionada desde hace
15 años. Inutil, pues el todo poderoso Presidente de los EEUU, que nada
más que con un indulto pudiera solucionar una injusticia tan enorme, no
nos está escuchando. No logramos gritar bastante alto. Y él logra hacerse el sordo. Le pido, Papa de los humildes, agregar Su voz a la nuestra. Gracias por Su atención.
Anna Serena Bartolucci Perugia, 7 de junio de 2014
Enviado por asicubaumbria
Greg Landau es un destacado productor de música y videos, educador e
historiador con un doctorado de la prestigiosa Escuela de Comunicación
de la Universidad de California, San Diego. En los últimos 20 años ha
producido seis CDs que fueron nominados para premios Grammy y varias
bandas sonoras para cine y televisión. Sus producciones musicales han
aparecido en películas y televisión, incluyendo la película de Benjamín y
Peter Bratt,"La Mission", "Comandante" de Oliver Stone, Survivor:
Nicaragua, CSI Miami, The Family Guy, Dexter, Burn Notice, Nash Bridges,
Punk', Hemingway y Gelhorn en HBO y varios documentales de PBS. Es
profesor en la Universidad de California Santa Cruz y del Colegio de la
Ciudad de San Francisco. Ha servido como Gobernador de la Asociación de
Nación de Grabación de Artes y Ciencias.
5 de Mayo, 2014
Estimado Presidente Obama,
Le
escribo para pedirle que revise el caso de los Cinco Cubanos. Estos
hombres actuaron para poner fin a las actividades terroristas que se
llevan a cabo en la Florida por parte de exiliados cubanos contra su
patria. Mi padre, Saul Landau, reunió abundante evidencia de las
actividades de estos grupos que operaban con impunidad en Florida con el
tácito apoyo de funcionarios del gobierno local que miraban para otro
lado a sus conspiraciones ilegales para llevar a cabo ataques armados en
suelo cubano.
Los
Cinco Cubanos fueron condenados en el 2001 y han cumplido sentencias
largas. Ha llegado el momento de dejarlos en libertad. Hay que poner fin
a la mentalidad de guerra fría que ha marcado la política de Estados
Unidos hacia Cuba durante décadas a pesar de los enormes cambios en la
geopolítica que la crearon. La liberación de los tres prisioneros que
aún permanecen en EEUU sería una señal de un cambio en la política
estadounidense hacia Cuba y un deseo de sanar las heridas abiertas hace
décadas en un mundo que ya no existe. La Unión Soviética
ha desaparecido, tenemos relaciones normales con China y Vietnam, y Cuba
no plantea ningún peligro para los Estados Unidos, excepto como un
ejemplo de nuestras políticas irracionales del pasado.
He
llevado muchos grupos de estudiantes a Cuba durante la última década y
ellos se muestran sorprendidos ante la dificultad que las políticas del
gobierno de Estados Unidos han creado para los ciudadanos cubanos, y han
expresado el deseo de poner fin a este absurdo bloqueo a nuestra isla
vecina. Libere a los Cinco cubanos como un gesto para poner fin a esta
barrera política para la amistad entre los Estados Unidos y Cuba,
Sinceramente,
Greg Landau
Productor Musical
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Querido Gerardo: Me llamo Ana Pérez Nordelo y vivo en Las Palmas de Gran Canaria, la capital de una de las islas del archipiélago canario. En verdad, me parece fuera de lo común tener que hablarte por primera vez a través de una carta, pero así ha tenido que ser.
De
cómo supe de ti es la historia de una enorme casualidad pues ocurrió
mientras rastreaba, hace años, el origen del apellido Nordelo, que
compartimos.
De
repente, decenas de enlaces en el ciberespacio tenían tu nombre y fue
de esta manera como comencé a conocer tu historia, la historia de Los Cinco,
hasta que di con una imagen de Carmen Nordelo, tu madre. Rápidamente,
le pregunté a la mía, Ana, por la mujer de la foto y, sin dudarlo un
segundo, dijo: ¡esa es mi prima Carmen! Mi
madre me contó que su tío (tu abuelo) había viajado a Cuba y que a su
regreso decidió llevarse a su familia a vivir a Cuba, a donde Carmen se
marchó siendo muy joven.
Gerardo,
te confieso que casi no me podía creer lo que, a partir de aquel
momento empecé a leer sobre tu caso y el de tus cuatro compañeros,
Antonio, Ramón, René y Fernando, pues todo superaba, con mucho,
la normalidad, en estas islas, del relato de la familia dividida por
la emigración. Y, bueno, aquí mi condición de abogada, como miembro
además de la Asociación Juristas por la Paz y los Derechos Humanos
(JUPADEHU) me llevó a vincularme, de otra forma, a ti y a Los Cinco. Recuerdo
que concerté una cita con Inés Miranda, la presidenta de JUPADEHU, a
quien ya conoces y también recuerdo que un día, a primera hora de la
tarde entré en su despacho y le hablé de Los Cinco. Ella me escuchó
atentamente, y su respuesta fue un rotundo “por supuesto que nos
ocuparemos de este caso”. Desde entonces, Los Cinco han ido ocupando, a
lo largo de casi diez años, un lugar permanente en la “militancia” en
la que decidimos convertir nuestro trabajo como juristas.
Como
ya sabes, otra de nuestras luchas tiene que ver con la justicia que
ansiamos conquistar para el pueblo saharaui y que nos ha llevado, en
calidad de observadoras internacionales, a los aberrantes juicios a los
que se somete a los luchadores saharauis por la autodeterminación en
los Tribunales de Marruecos, estado que aplica sobre ese infatigable
pueblo el hostigamiento permanente, las acusaciones falsas de delitos
nunca cometidos, la tortura, la persecución, la desaparición y hasta la
muerte, en muchos casos.
Esta
experiencia nos ha servido para encontrar las enormes similitudes que
hay, por citar un ejemplo significativo, entre el juicio a los presos
de Gdeim Izik y el que ustedes sufrieron, en 2001. En ambos
casos, las violaciones de derechos legales y fundamentales en el
desarrollo mismo del juicio, la imparcialidad de la sede, la
manipulación hecha a través de los medios de prensa, convierte dichos
procesos en reflejo de la inexistencia de garantías legales, en las
administraciones de justicia de países tan distantes, aunque igualmente
opresores, como EEUU (que se muestra al mundo como paladín de los
Derechos Humanos), y Marruecos.
Por
cierto, debo decirte, que también son muy parecidas la actitud digna y
la inquebrantable determinación por defender la verdad que demostraron,
Los Cinco y el grupo de Gdeim Izik, frente a quienes, odiosamente,
dictaron sus sentencias. (1)
Gerardo, no puedo pasar por alto ahora que mi madre y yo tuvimos la oportunidad de conocer a tu esposa Adriana, cuando ella y Olga Salanueva (la esposa de René González) visitaron Canarias, a finales de 2010.
Verdaderamente
fue entrañable poder conversar con ella, y sentir su ternura y el
afecto que demostró hacia nosotras. En este punto, saber que el gobierno
estadounidense le ha negado continuadamente la Visa para ir a verte en
estos 15 años, fue un hecho impactante tanto en lo familiar como en lo
profesional, por la burla y aberración jurídica que este hecho entraña.
Compartimos
varias jornadas juntas, y Adriana y mi madre no dejaron de hablar de
las historias de familia que Carmen le había contado. Adriana, incluso,
sabía las localizaciones de algunas fotos que aún deben andar por tu
casa. Ojalá esa experiencia se repita, más pronto que tarde, estando
ustedes, de nuevo, juntos en Cuba.
Para
despedirme, querido primo, te cuento que mañana, Día Internacional de
la clase obreras, en Las Palmas saldremos a la calle uniendo las
reivindicaciones por los derechos del pueblo canario trabajador a las
luchas de otros pueblos del mundo, y, entre ellas, la libertad de Los
Cinco recorrerá, con nombre propio, los lugares por los que tu
madre, seguro, paseó de joven. Será, podría decirse, como un viaje de vuelta, en el que ella, a través de ti, retornará a la tierra que la vio nacer.
En
las últimas líneas de esta carta, Gerardo, te digo, con la misma
firmeza con que reclamo la libertad para los presos políticos
saharauis, en manos de Marruecos, que la prisión de Los Cinco ofende a
la Justicia y ofende a la humanidad, y que para resarcir ambas ofensas,
lucharé, y lucharemos muchos miles de personas en el mundo, hasta que
Los Cinco, TODOS, sean liberados y puedan regresar a Cuba.
VOLVERÁN, Gerardo y yo podré conocerte libre.
Un fuerte abrazo para ti y para Antonio y Ramón. También para René y Fernando, que han regresado ya a su patria.
Ana Pérez Nordelo Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias), a 30 de abril de 2014. (Fuente cubacinco.blogspot.com; Tomado de Cubadebate
Comité Internacional por la Libertad de los 5 Cubanos
SANDRA LEVINSON es la Presidenta Ejecutiva del Centro de Estudios Cubanos, y una de las fundadoras del mismo desde 1972.
En
1991 Levinson encabezó una demanda contra el Departamento del Tesoro de
los Estados Unidos que dio lugar a la legalización de importación de
arte cubano original. En la actualidad dirige el trabajo en el Espacio
de Arte Cubano que fundó en 1999, para albergar y archivar adecuadamente
los miles de carteles, fotografías y obras de arte que el Centro ha
acumulado en los últimos 42 años. La colección del Centro consiste en
más de 3,000 obras de arte, 2,000 fotografías y 5,000 carteles y el
Espacio de Arte muestra arte exclusivamente de artistas cubanos. También
patrocina conversatorios, proyecciones, actuaciones y sirve como base
para artistas y escritores que visitan EE.UU. desde Cuba. En el año 2004
Levinson fue galardonada con la medalla José María Heredia en Santiago
de Cuba, el premio cultural más importante de la ciudad, por su
dedicación a los artistas de la ciudad. Antes, recibió la Medalla de la
Amistad del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
Presidente Barack Obama
La Casa Blanca
Washington, D.C.
Estimado President Obama:
Hoy
le escribo para instarlo a que revise el caso de los tres cubanos que
aún permanecen rehenes de nuestra desgastada y peligrosa política
exterior hacia Cuba. Los llamados "Cinco Cubanos" por sus partidarios,
fueron condenados a largas penas en el año 2001 por el delito de tratar
de proteger las vidas de sus conciudadanos- y, por cierto- las vidas de
muchos ciudadanos de Estados Unidos también. Dos han sido puestos en
libertad, y de los tres que quedan, uno fue condenado a prisión de por
vida. Yo entiendo muy bien la urgencia que llevó al gobierno cubano a
enviar a estos valientes hombres a infiltrarse en las organizaciones
terroristas del exilio cubano.
"Terrorista"
no es una palabra demasiado fuerte para describir a los grupos que
estos hombres infiltraron en Miami, quienes durante décadas han ignorado
las leyes de los Estados Unidos que les dio protección y nuevas vidas.
Estos grupos fueron dejados solos por las autoridades estadounidenses
para llevar a cabo una guerra contra Cuba y con quienes no están de
acuerdo en territorio estadounidense. Muchos de ellos eran ciudadanos
estadounidenses. Yo soy uno de esos victimizados por ellos.
En
marzo de 1973, un miembro de una de esas organizaciones terroristas del
exilio colocó una poderosa bomba plástica en El Centro de Estudios
Cubanos, destruyendo casi toda la instalación en Greenwich Village,
Nueva York. La única parte que NO fue destruida fue donde yo estaba
sentada - mis únicas heridas ocurrieron porque la explosión causó que
los cristales de la ventana junto a mí se rompieran y cayeran sobre mí
cuando estaba escribiendo a máquina.
Para
mí, los "Cinco Cubanos" representan un esfuerzo heroico para poner fin a
las actividades consideradas ilegales por nuestro propio gobierno. Ya
es hora de que los tres cubanos que aún permanecen en prisiones de
EE.UU. sean liberados.
Sinceramente,
Sandra Levinson
Directora Ejecutiva
Centro de Estudios Cubanos
| Carol Blythe Presidente, Alianza de Bautistas |
5 de Marzo, 2014 Presidente Barack Obama La Casa Blanca 1600 Pennsylvania Avenue, N.W. Washington, DC 20500
Estimado Sr. Presidente,
Durante
las últimas dos décadas la Alianza de Bautistas* ha disfrutado de una
fructífera relación con la Fraternidad de Iglesias Bautistas de Cuba.
Esta relación ha incluido visitas de delegaciones oficiales de ambos
grupos con el fin de participar en reuniones anuales y en otras
actividades. Más de dos docenas de asociaciones entre las congregaciones
locales han sido nutridas y apoyadas por la Alianza y la Fraternidad,
la mayoría de las cuales continúan ofreciendo una fuerte evidencia de
bendición y beneficio mutuo. Durante
estos años la Alianza ha hecho repetidas declaraciones pidiendo a
nuestro gobierno que reexamine su política de 50 años de aislamiento
hacia Cuba y su pueblo por medio de un embargo económico y restricciones
de viaje.
Reconocemos
que cualquier administración estadounidense está limitada en lo que
puede hacer sola para acabar con el anticuado aislamiento económico y
político hacia Cuba por parte de nuestro país, dado que el Congreso debe
derogar expresamente la ley Helms-Burton antes de que una normalización
de relaciones pueda llegar a suceder. Por nuestra parte nos
comprometemos con nuestros continuos esfuerzos para ello, junto con las
de muchos otros ciudadanos.
En
un viaje reciente a Cuba, nuestra Ministro de Relaciones Mutuas, la
Reverenda Sra. Paula Clayton Dempsey, se reunió con las esposas y madres
de los "5 Cubanos," agentes de inteligencia arrestados en 1998 y
posteriormente condenados por conspiración para cometer espionaje, en lo
que creemos fueron cargos dudosos. La Reverenda Dempsey se documentó
acerca de la negativa de visas por parte del gobierno de Estados Unidos
para que estas mujeres, a lo sumo, pudieran visitar a sus esposos una
vez al año, y en algunos casos, no se les otorgaron visas para viajar.
Estas acciones no son coherentes con los altos ideales de nuestro país. El
14 de abril de 2012, la Alianza de Bautistas adoptó una declaración
donde hace un llamado a su administración para emprender una revisión
exhaustiva del caso de los 5 Cubanos. Creemos que los 5 Cubanos deben
ser liberados por el tiempo que ya han cumplido en prisión. En este
esfuerzo, nos unimos a muchos respetados individuos y organizaciones que
piden una solución de este caso, incluyendo el Presidente Carter, el
Arzobispo Desmond Tutu y varios Premios Nobel, además de la Comisión de
las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Amnistía Internacional. En
ese sentido, hoy le escribimos para pedirle que estos hombres sean
indultados por el tiempo ya cumplido, un acto que sería un primer paso
hacia la restauración de las relaciones con Cuba como un vecino cercano a
Estados Unidos. La liberación de los 5 Cubanos sin duda ayudará en la
restauración de las relaciones entre ambos países. También creemos que
tal paso podría resultar en la liberación y el regreso de Alan Gross
junto a su familia.
Junto
con nuestros hermanos y hermanas de la Fraternidad de Iglesias
Bautistas de Cuba anhelamos un nuevo día en las relaciones entre Estados
Unidos y Cuba para el beneficio mutuo de los pueblos de ambas naciones
soberanas.
Respetuosamente,
Carol Blythe Presidente, Alianza de Bautistas*La
Alianza de Bautistas comenzó en 1987 como una voz profética en la vida
del Bautista. Hoy en día, son una comunidad de fe compuesta por hombres y
mujeres laicos y clérigos, personas de diversa orientación sexual,
identidad de género, creencias teológicas y prácticas del ministerio.
Son cristianos que se unen por amor a Dios, combinando investigación,
oración y acción para lograr justicia y sanación en un mundo cambiante.
En su pacto fundacional se comprometen a: la proclamación de las buenas
nuevas de Jesucristo y el llamado de Dios a todos los pueblos a la fe,
la reconciliación, la esperanza y la justicia social y económica.
Piero
Gleijeses es profesor de Política Exterior de Estados Unidos en la
Facultad de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns
Hopkins. Su libro más reciente es Visiones de Libertad: La Habana,
Washington, Pretoria y la Lucha para el África Meridional, 1976-1991,
Chapel Hill, 2013. Es autor de El Ritmo Cubano: Cosmovisión de Castro,
Seagull Books, 2009; Misiones Contradictorias: La Habana, Washington y
África, 1959-1976. Chapel Hill, 2002; Esperanza Rota: La Revolución
Guatemalteca y los Estados Unidos, 1944-1954, Princeton, 1992; La Crisis
Dominicana: La Revuelta Constitucionalista de 1965 y la Intervención
Americana. Baltimore, 1978 (edición revisada: La Esperanza Desgarrada:
la Rebelión Dominicana de 1965 y la Invasión Norteamericana, República
Dominicana, 2012).
CARTA AL PRESIDENTE OBAMA
3 de Febrero, 2014
Señor presidente,
No
le hablaré de los errores jurídicos del juicio contra los Cinco
Cubanos. Estos errores son muy conocidos y otros han escrito sobre
ellos. Los Cinco fueron condenados por un tribunal de opereta a largas
penas a causa de los crímenes de Fidel Castro.
¿Cuáles son estos crímenes?
Por
cierto, no tienen nada que ver con el estado de la democracia política
en Cuba. Estados Unidos tiene muy buenas relaciones con el gobierno de
Arabia Saudita y, como usted sabe, allá no existen libertades políticas;
de hecho, ni siquiera hay libertad de religión y los derechos de las
mujeres son severamente cercenados.
El
crimen de Fidel Castro – por el cual los Cinco tienen que pagar – es
evidente: él ha humillado a los Estados Unidos. Tal como lo dijo un
ex-embajador británico en Cuba, Castro es “todavía un hueso metido en la
garganta de los americanos. Ha desafiado y ridiculizado a la única
superpotencia del mundo, y eso no se le perdona.”[1]
¿Donde
es que los hermanos Castro desafiaron a los Estados Unidos? Uno de los
lugares más importantes es África meridional. Yo estoy seguro de que
usted se dio cuenta de esto en su reciente viaje a Suráfrica cuando fue
testigo del cariño con el cual el pueblo surafricano recibió a Raúl
Castro. Y escuchó las palabras del presidente del Congreso Nacional
Africano: “Ahora vamos a presentar a un líder que viene de una pequeña
isla, de un pueblo que nos liberó, que luchó por nosotros… el pueblo de
Cuba.”
Sin
embargo, cuando los cubanos luchaban por la liberación del pueblo de
Suráfrica, sucesivos gobiernos americanos hacían todo lo posible para
impedírselo.
En
octubre de 1975, los surafricanos, alentados por el gobierno de Gerald
Ford, invadieron Angola para aplastar el Movimiento Popular para la
Liberación de Angola (MPLA), de izquierda. Cuba reaccionó, enviando
36,000 soldados a Angola. Para abril de 1976, los cubanos habían
empujado a los surafricanos fuera del territorio angolano.
La
victoria surafricana en Angola hubiera apretado la garra de la
dominación blanca sobre los pueblos de África Austral. Fue un momento
definitorio. Fidel Castro envió sus tropas a Angola por su compromiso
con lo que él ha llamado “la causa más bonita de la humanidad,”[2] la
lucha contra el apartheid. Como Kissinger observó más tarde, Castro “era
probablemente el más genuino líder revolucionario entonces en el
poder.”[3]
La
ola desatada por la victoria cubana en Angola se esparció sobre
Suráfrica. Mandela recordó más tarde, que se enteró de la victoria
cubana en Angola mientras estaba encarcelado en Robben Island. “Yo me
encontraba en prisión cuando por primera vez escuché de la ayuda masiva
que las fuerzas internacionalistas cubanas le estaban dando al pueblo de
Angola. … Nosotros en África estamos acostumbrados a ser víctimas de
otros países que quieren desgajar nuestro territorio o subvertir nuestra
soberanía. En la historia africana no existe otro caso de un pueblo que
se haya alzado en defensa de uno de los nuestros.”[4]
Esta
victoria cubana sobre el apartheid significó una derrota y humillación
para Estados Unidos. Enfurecido, el gobierno de Ford puso fin a las
conversaciones que había estado llevando con Cuba para normalizar las
relaciones.
También
el presidente Carter dijo que no habría normalización de las relaciones
hasta que Cuba sacara sus tropas de Angola – a pesar de que hasta la
CIA reconocía que las tropas cubanas eran “necesarias para preservar la
independencia de Angola” contra la continua amenaza representada por
Suráfrica.[5] En junio de 1980, los surafricanos lanzaron otra gran
ofensiva, avanzando más de 100 millas dentro de Angola, parando solo a
30 millas al sur de la línea de defensa cubana que protegía al país. El
Consejo de Seguridad de la ONU respondió con una resolución condenando
duramente la invasión, y el representante de EE.UU. en el Consejo no
escatimó palabras en su discurso criticando a Suráfrica. Sin embargo,
cuando llegó el momento de votar se abstuvo porque la resolución incluía
palabras que sugerían que si Suráfrica lanzaba otro ataque contra
Angola el Consejo de Seguridad podría imponer sanciones contra ella.
Estoy
seguro, señor presidente, que usted puede apreciar la ironía. Estados
Unidos mantenía un gran número de tropas en Italia, Alemania Occidental y
Turquía – países que en 1980 no enfrentaban ninguna amenaza militar
inmediata de parte de la Unión Soviética, y sin embargo Jimmy Carter le
negaba a los angolanos el derecho de tener tropas cubanas para proteger a
su país de una muy real amenaza surafricana.
Castro
se negó a inclinarse a las exigencias de Carter – es decir, sacrificó
la posibilidad de normalizar las relaciones con Estados Unidos (y lograr
el levantamiento del embargo) para proteger a Angola del régimen del
apartheid.
De
1981 a 1987, los surafricanos lanzaron por oleadas, invasiones en el
sur de Angola, alentados por el amistoso gobierno de Reagan. La guerra
estaba en un punto muerto hasta noviembre de 1987, cuando Fidel Castro
decidió expulsar a los surafricanos fuera del país de una vez por todas.
Su decisión fue provocada por el hecho de que el ejército surafricano
había acorralado a las mejores unidades del ejército de Angola en una
ciudad de la Angola meridional, Cuito Cuanavale. Y esto fue posible
porque Washington se estremecía en el escándalo de Irán-Contra. Antes de
estallar el escándalo Irán-Contra a fines de 1986, que debilita y
distrae al gobierno de Reagan, los cubanos temían que Estados Unidos
podría lanzar un ataque contra su patria. Por lo tanto, no estaban
dispuestos a agotar sus reservas de armas. Pero el Irán-Contra melló los
colmillos de Reagan, y le permitió a Castro enviar a Angola los mejores
aviones, pilotos y armas antiaéreas de Cuba. Su estrategia era romper
la ofensiva sudafricana contra Cuito Cuanavale en el sureste y luego
atacar por el suroeste, “como un boxeador que con la mano izquierda lo
mantiene y con la derecha lo golpea.”[6]
El
23 de marzo de 1988, los surafricanos lanzaron el asalto de mayor
envergadura contra Cuito Cuanavale. Fue un fracaso absoluto. El Estado
Mayor Conjunto de Estados Unidos señaló, “La guerra en Angola ha tenido
un giro dramático y– por lo que respecta a los surafricanos — no
deseado.”[7]
La
mano izquierda de los cubanos había bloqueado el golpe de Suráfrica,
mientras que su mano derecha se estaba preparando para noquearlo:
poderosas columnas cubanas avanzaban hacia la frontera de Namibia,
empujando a los sudafricanos al repliegue. Los MIG-23 cubanos comenzaron
a volar sobre el norte de Namibia.
Entre
los soldados cubanos que avanzaron hacia la frontera con Namibia, iban
dos jóvenes que hoy son conocidos en todo el mundo, Fernando González
Llort y Gerardo Hernández Nordelo. Diez años atrás, René González
Sehwerert también combatió en Angola. Estos tres hombres, junto a Ramón
Labañino Salazar y Antonio Guerrero Rodríguez, son los cinco cubanos en
defensa de quienes yo le estoy escribiendo.
Documentos
de Estados Unidos y de Suráfrica demuestran que los cubanos ganaron la
ventaja en Angola. Los cubanos exigieron que Pretoria retirara
incondicionalmente sus tropas de Angola y permitiera elecciones
supervisadas por la ONU en Namibia. El Estado Mayor Conjunto de Estados
Unidos advirtió que si Sudáfrica se negaba, los cubanos tenían la
capacidad “para lanzar una poderosa ofensiva en Namibia.” Los
surafricanos reconocieron su dilema: si se negaban a las demandas
cubanas, corrían “el riesgo real de involucrarse en una guerra
convencional a gran escala con los cubanos, cuyos resultados son
potencialmente desastrosos.” Las perspectivas de los generales
surafricanos era sombría: “Debemos hacer todo lo posible para evitar una
confrontación.”[8]
Pretoria
capituló. Aceptó las demandas de los cubanos y se retiró
incondicionalmente de Angola y aceptó elecciones supervisadas por la ONU
en Namibia.
La
victoria cubana repercutió más allá de Namibia y Angola. En palabras de
Nelson Mandela, la victoria cubana “destruyó el mito de la
invencibilidad del opresor blanco… [y] sirvió de inspiración al pueblo
combatiente de Suráfrica. … Cuito Cuanavale marca el viraje en la lucha
para librar al continente y a nuestro país del azote del apartheid.”[9]
Señor
presidente, usted estuvo presente en el servicio fúnebre de Mandela, y
celebró su legado. Usted vio la reacción del pueblo surafricano hacia
Raúl Castro y Cuba. Es cierto, que Cuba cambió el curso de la historia
en África austral a pesar de los esfuerzos enconados de Washington para
impedirlo. Al hacerlo, Cuba ofendió y provocó a los Estados Unidos – no
solo a Ford y a Reagan sino también a Carter, autodefinido campeón de
los derechos humanos. En la mente de los americanos, Cuba fue el agresor
y Estados Unidos estuvo, como siempre, actuando con generosidad. Como
lo ha señalado la historiadora estadounidense Nancy Mitchell, “nuestra
memoria selectiva no solo sirve a un propósito, sino también tiene
repercusiones. Crea un abismo entre nosotros y los cubanos: compartimos
un pasado pero no tenemos recuerdos comunes.”[10]
Ojalá,
Señor presidente, lo que usted vio en Suráfrica pueda inspirarlo a
vencer la brecha y entender que en este pleito entre los dos países,
Estados Unidos no es la víctima y, que los Cinco Cubanos son,
simplemente, presos políticos.
Piero Gleijeses
Notas [1] Leycester Coltman, The Real Fidel Castro, New Haven, 2003, p. 289. [2]
“Indicaciones concretas del Comandante en Jefe que guiarán la actuación
de la delegación cubana a las conversaciones en Luanda y las
negociaciones en Londres (23-4-88),” p. 5, Centro de Información de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias, La Habana. [3] Henry Kissinger, Years of Renewal, New York, 1999, p.785. [4] Nelson Mandela, 26 de julio de1991, Granma (La Habana), 27 de julio de 1991, p. 3. [5]
CIA, “Angola Cuba: Some Strains but No New Developments,” 9 de abril de
1979, Central Intelligence Agency Records Search Tool, National
Archives, College Park, MD. [6]
“Transcripción sobre la reunión del Comandante en Jefe con la
delegación de políticos de Africa del Sur (Comp. Slovo) efectuada en el
MINFAR el 29.9.88,” p. 16, Centro de informacion de las Ferzas Armadas
Revolucionarias, La Habana. [7] US Joint Chiefs of Staff, 15 de abril de 1988, National Security Archive, Washington DC. [8]
US Joint Chiefs of Staff, 28 de julio de 1988, ibid.; Mike Malone a A.
Jacquet, en Jacquet a Pik Botha, 20 de julio de 1988, SWA/Angola, v. 2,
Department of Foreign Affairs, Pretoria; General Jannie Geldenhuys,
“Samevatting van notas mbt SAW-operasies in Suid-Angola,” 23 de agosto
de 1988, H SAW, gr. 4, box 160, Department of Defence, Documentation
Centre, Pretoria. [9] Nelson Mandela, 26 de julio de 1991, Granma, 27 de julio de 1991, p. 3. [10] Nancy Mitchell, “Remember the Myth,” News and Observer (Raleigh), 1 de noviembre de. 1998, G5.
Fuente The Cuban 5 Tomado de Cubadebate
Señor Presidente Obama Febrero 1ro, 2014
The White House 1600 Pennsylvania Avenue N.W. Washington DC 20500 Personalidades
de todos los continentes estaban presentes en Sudáfrica en diciembre
pasado, para un último homenaje a Nelson Mandela. El mundo estaba
clavado en su sincero y cálido apretón de manos intercambiado en Soweto
con el presidente Raúl Castro. El presidente cubano se presentó en estos
términos: "Señor Presidente, yo soy CASTRO!". ¡Cuán
simbólico es en efecto el nombre de Castro en esas ceremonias de
homenaje a Nelson Mandela, que encarna la lucha contra el apartheid!. De
hecho no se hubiera podido ganar esta lucha sin la ayuda de Cuba y de
su Presidente Fidel Castro. La intervención de Cuba fue decisiva en la
guerra civil de Angola en la derrota de las tropas racistas de Sudáfrica
y Zaire que lucharon junto a mercenarios angoleños, organizadas y
armadas por los Estados Unidos. La independencia de Angola selló la
sentencia de muerte del apartheid permitiendo entonces a Namibia y
Sudáfrica de acabar con los regímenes racistas. ¡El
papel desempeñado por Cuba y los Estados Unidos no fue el mismo! Dos
mil seiscientos cubanos dieron su vida en la lucha contra el apartheid,
mientras que los Estados Unidos entregaron armas para su mantenimiento.
No es una coincidencia que un año después de su liberación, tras 27 años
de prisión, Cuba fue el primer país al que Nelson Mandela, apenas
elegido Presidente de la ANC, ofreció su visita. Tampoco fue una
coincidencia cuando Thenjiwe Mtintsola, entonces embajadora de Sudáfrica
en Cuba, dijo en diciembre de 2005: "Hoy, Sudáfrica tiene muchos nuevos
amigos. Ayer, esos amigos hablaban de nuestros dirigentes y nuestros
combatientes como terroristas, y nos acosaban desde sus países apoyando a
la Sudáfrica del apartheid. Hoy en día, estos mismos amigos quieren que
acusemos y aislemos a Cuba. Nuestra respuesta es muy simple: es la
sangre de los Héroes cubanos y no la de esos amigos la que irriga
profundamente la tierra africana y revitaliza el árbol de la libertad en
nuestra patria”. El
mejor homenaje que usted puede rendir a Nelson Mandela, señor
Presidente, es liberar a los cuatro cubanos que siguen encarcelados en
los Estados Unidos. Este premio Nobel de la Paz, estuvo muy emocionado
el 8 de mayo de 2005, cuando Jorge Risquet, actor privilegiado del papel
de Cuba en África, le ofreció en Maputo un libro de poemas de Antonio
Guerrero, uno de los Cinco. Nelson Mandela luego expresó su deseo de
cartearse con los Cinco… Las
vidas de los cinco patriotas cubanos Gerardo Hernández, Ramón Labañino,
Antonio Guerrero, Fernando González y René González, quienes fueron
arrestados en Miami hace más de quince años, tienen muchas similitudes
con la de Nelson Mandela. Su ejemplo ayudó a estos cinco hombres,
especialmente cuando fueron confinados cerca de un año y medio en celdas
de aislamiento de la prisión de Miami, en condiciones de una extrema
dureza. Fue entonces cuando Antonio Guerrero escribió sus poemas
publicados más tarde con el título: "Desde mi altura”. Entonces,
después de su apretón de manos con el Presidente Raúl Castro, usted
comprenderá que nuestra esperanza fuera grande de que pusiera usted en
su mano, tendida, la llave de las cárceles de Estados Unidos de
Fernando, Ramón, Antonio, y Gerardo. Esta llave la esperábamos en la
forma de un canje humanitario con Alan Gross, o de un indulto
presidencial con motivo de las festividades del fin de año. Estamos en
febrero, y los cuatro cubanos todavía están encarcelados. Además,
durante los dos últimos meses de 2013, Gerardo, en su cárcel de
California, ha vivido tres veces una semana de confinamiento en su
celda. Este castigo colectivo -llamado "lock down"- es muy difícil de
vivir por los presos que no pueden salir de su celda, están privados de
ducha, de visitas y solo comen un pequeño sándwich frío. Usted
declaró, señor Presidente, durante su anterior visita a Sudáfrica,
cuando Nelson Mandela ya estaba muy débil, que era este hombre “una
fuente de inspiración personal y una fuente de inspiración para el mundo
". Señor Presidente, déjese guiar por esta fuente de inspiración y
libere a los cubanos. Actuaría así en el sentido de la justicia y haría
posibles nuevas relaciones entre su país y Cuba. Reciba Señor Presidente, la expresión de mis sentimientos humanistas más sinceros. Jacqueline Roussie 64360 Monein (France) Copias a: Señoras Michelle Obama, Nancy Pelosi, Kathryn Ruemmler. Señores
Joe Biden, John F. Kerry, Rand Beers, Denis MacDonough, Harry Reid,
Eric Holder , Pete Rouse, Rick Scott, y Charles Rivkin, Embajador de
EEUU en Francia.
En noviembre pasado, durante la conferencia Cuba. Redes Sociales y Revolución que
impartí en la Casa de Colón de Vegueta en las Palmas de Gran Canaria,
la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos -organizadora de
aquel evento- hizo pública la carta que las abogadas Inés Miranda y Lola Travieso, junto Fefi Milán, edil del Ayuntamiento de Telde (en Gran Canaria) habían enviado desde Nueva York a Gerardo Hernández Nordelo,
uno de los cinco cubanos injustamente condenados en Estados Unidos por
luchar contra el terrorismo que sufre dos cadenas perpetuas más quince
años de prisión.
Dicha carta -una
iniciativa de la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos- fue
remitida a Gerardo durante el viaje que estas tres mujeres canarias
hicieron a esa ciudad estadounidense para intervenir en la IV Comisión
de Descolonización de la ONU, en favor del Derecho del pueblo saharaui a
su autodeterminación e independencia. Ellas quisieron ponerse en
contacto telefónico con Gerardo desde allí pero las condiciones del
encierro que este cumple se lo impidieron.
Gerardo es de ascendencia canaria.
Como cuenta él en esta carta de agradecimiento a las tres compañeras
isleñas, su madre, Carmen Nordelo, nació y vivió allí hasta los quince
años. Carmen falleció estando Gerardo en prisión, como me recordara
Alicia Jrapko -del Comité de solidaridad con Los Cinco en EE.UU.- al
hacerme llegar esta misiva, él no pudo despedirse de su madre y cuando
ella murió las autoridades estadounidenses tampoco permitieron que su
esposa Adriana fuera a ofrecerle consuelo.
Reproduzco el texto y el facsímil con
la respuesta de Gerardo al mensaje de las compañeras canarias, donde
-en nombre de él y sus compañeros- agradece su apoyo a la causa de Los
Cinco y expresa su solidaridad con la lucha del pueblo saharaui.
Prisión Federal de Victorville, California
Diciembre 29,2013
Sra. Inés Miranda, Consejo General de la Abogacía Española,
Sra. Josefa Milán, Asoc. Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui,
Sra. María Dolores Travieso, Jurista por la Paz y los Derechos Humanos.
Queridas compañeras,
Les pido me disculpen por la demora en
responder a la misiva que atentamente me enviaron desde New York, donde
participaron en las sesiones de la IV Comisión de Descolonización de la
ONU. La habitual lentitud de mi correspondencia en ambas direcciones, y
algunos acontecimientos recientes que han alterado la normalidad en la
prisión, son la causa de mi tardanza.
Agradezco sinceramente sus palabras de
aliento, y el apoyo a la causa de los cubanos condenados en Estados
Unidos por defender a nuestro pueblo del terrorismo. Los Cinco,
como todos los cubanos revolucionarios, somos firmes defensores del
derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, y los hermanos del
Sáhara Occidental contarán siempre con nuestra solidaridad y respaldo a
sus anhelos de paz, libertad y justicia.
Como mencionan en su carta, mi madre
nació en las Palmas de Gran Canaria, y allí vivió sus primeros quince
años. Aunque nunca las he visitado, conocí las Islas Canarias antes de
aprender a leer, a través de fotos que aún nuestra familia conserva. Mi
madre nos mostraba con cariño y nostalgia las imágenes de sus años en
aquellas islas que amó toda su vida, sin que ello le impidiera sentirse
también cubana y amar por igual a su patria adoptiva. Lo que ella nos
contaba, y lo que he podido leer después, es todo lo que conozco de las
Islas Canarias, pero de algo estoy seguro: si la bondad de mi madre, su
humildad, su espíritu de sacrificio y su constante preocupación por el
bien de los demás son características de vuestro pueblo, eso sería
suficiente para sentirme orgulloso de la sangre canaria que corre por
mis venas.
A ustedes y a sus respectivas
organizaciones, a la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, y
en general a las personas de buena voluntad que desde la Islas Canarias
nos alientan con su apoyo, los Cinco y nuestros familiares les damos
las gracias y les deseamos un feliz y muy exitoso 2014.
Con afecto y un fuerte abrazo:
Gerardo Hernández Nordelo
Desde 1998, John Cavanagh es el Director del Instituto para el Estudio de Políticas (IPS por sus siglas en inglés).
Tiene una licenciatura del Colegio Dartmouth y una Maestría en Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Princeton. Cavanagh trabajó como economista internacional en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (1978-1981) y en la Organización Mundial de la Salud (1981-1982). Dirigió el Proyecto de Economía Global del IPS desde 1983 a 1997. Es co-autor de 10 libros y ha escrito numerosos artículos sobre economía global, entre ellos Redefiniendo el Desarrollo: Cómo el Mercado Encuentra su Par (2008, Editores Paradigma), escrito junto a Robin Broad. Ayudó a establecer el Foro Internacional sobre Globalización en 1995 y ha participado activamente en las redes contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Además, trabaja en estrecha colaboración con el Caucus Progresista del Congreso y el Departamento Internacional de la Federación Sindical de Estados Unidos, la AFL-CIO, sobre responsabilidad corporativa y derechos laborales internacionales. En la actualidad John Cavanagh forma parte de la Junta Directiva del Foro Internacional sobre Globalización, el Foro Internacional sobre Derechos Laborales y ProgressiveCongress.org.
5 de Enero, 2014
Presidente Barack Obama The White House Washington, DC
Estimado Presidente Obama, El 19 de diciembre, usted tomó una decisión audaz, moralmente correcta para las personas involucradas, y a su vez demostró algo sumamente
importante relacionado con la justicia. Ud. conmutó las sentencias de 8
personas que habían estado encarceladas por lo menos por 15 años por
delitos relacionados con drogas. En ese acto, usted hizo justicia para
ellos e hizo una declaración aun más importante relacionada con la
desigualdad en el sistema de justicia de los EE.UU. Usted ahora tiene otra oportunidad para conmutar las sentencias de
cuatro personas conocidas como "Los 5 Cubanos". Sus nombres son: Gerardo
Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González. (El
quinto, René González, recuperó su libertad después de haber cumplido su
sentencia completa). Al conmutarle sus sentencias, abordaría nuevamente dos cuestiones
importantes, por un lado, un caso de sentencia injusta, y por el otro
abriría la puerta a un nuevo capítulo en las relaciones de EEUU con
América Latina, como un paso importante hacia el restablecimiento de las
relaciones con un vecino clave. Mi amigo y colega del Instituto de Estudios de
Política, Saúl
Landau, que conocía Cuba mejor que cualquier otro experto
estadounidense, murió en septiembre después de años de trabajar sin
descanso por la
libertad de "los Cinco cubanos" y para restablecer las relaciones entre
Cuba y Estados Unidos. El trabajo de Saúl en el caso de los Cinco
demostró una terrible doble moral en la política estadounidense. Por un
lado, basamos gran parte de nuestra política exterior en la lucha
contra el terrorismo, y por otro lado, hemos encarcelado a Cinco cubanos
que expusieron ante el gobierno de EEUU la amenaza real del terrorismo
en suelo estadounidense. Esto es un grave error, usted puede revertirlo
dejando en libertad a los cuatro cubanos que aún permanecen en prisión. Dicha acción ciertamente podría resultar en una respuesta positiva
por parte de Cuba. Recientemente el gobierno cubano dejó claro que
ellos están interesados en encontrar una solución al caso del Sr. Gross.
Presidente Obama, yo creo que es hora de un diálogo constructivo entre
los gobiernos de EE.UU. y Cuba, basado en el respeto mutuo, para
encontrar una solución humanitaria al caso de Alan Gross y al caso de
los 5 Cubanos; Usted puede hacerlo! En el año 1979 visité Cuba cuando era un estudiante en la Universidad
de Princeton, en uno de los primeros intercambios oficiales entre los
dos países. Aprendí mucho en ese viaje. Cuba, como cualquier otro país,
no es perfecta, pero tenemos mucho que aprender los unos de los otros y
tenemos todo por ganar tomando los pasos necesarios para establecer
relaciones. Así como usted actuó para corregir una injusticia el 19 de diciembre
pasado, le pido que lo haga nuevamente y que deje en libertad a los 5
Cubanos. Gracias por su consideración. Sinceramente,
John Cavanagh,
- Director, Instituto de Estudios de Política
- Washington D.C.
5 de Noviembre por los Cinco
Claudia Morcom ha estado envuelta toda su vida en el trabajo por los derechos civiles y los derechos humanos.
Durante
temprana edad ya asistía a mitines en apoyo a las víctimas del caso
Scottsboro. Ella trabajó con el Comité Coordinador de Estudiantes para
la No-Violencia y el Gremio Nacional de Abogados en la década de los
1960 en Jackson, Mississippi. Claudia Morcom fue la primera
mujer afroamericana en trabajar en un bufete integral de abogados cuando
se unió a la firma de Goodman, Crockett, Eden, Robb y Philo en la
década de 1960. Además, fue la Directora Regional del Sur del Gremio
Nacional de Abogados para la Asistencia Legal en 1964 y 1965. En 1966,
pasó a ser la Directora del Programa de Servicios Legales para los
Indigentes del Vecindario del Condado de Wayne. En 1983 comenzó a
desempeñarse como Jueza del Tribunal de Circuito del Condado de Wayne.
También participó como delegada ante el Consejo de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos. La
Jueza Claudia House Morcom trabajó para establecer "la igualdad racial y
de género en todas las facetas de la sociedad a través de sus notables
logros en el campo del derecho".
5 de Noviembre, 2013
Estimado Presidente Obama,
Estoy
apelando a usted como colega, como abogado, como activista por los
derechos humanos y como alguien profundamente consciente de la historia
de injustos encarcelamientos en nuestro país. En concreto, le
estoy escribiendo esta carta para pedirle que libere a los cuatro
miembros restantes de los llamados "Cinco Cubanos" cuyo único delito fue
defender a su país contra ataques injustificados. Es un simple acto de
justicia que usted puede hacer fácilmente.
El
procesamiento y encarcelamiento de los hermanos Scottsboro y las
protestas para liberarlos fue uno de los factores que a temprana edad
influyeron en mi decisión de estudiar abogacía. Eso sucedió en una
época en que las mujeres, especialmente negras, raramente se inscribían
en facultades de derecho.
Como joven abogada que organizó la defensa legal de los viajeros de la libertad
en Mississippi, pude ver a primera mano cómo el odio puede contaminar
nuestro sistema judicial. En los años que trabajé en la Corte, traté de
que se hiciera justicia y oí a todas las partes, especialmente en casos
políticamente impopulares.
Desde que me retiré de la Corte, he
continuado abogando por los derechos humanos en nuestro país
representando al Instituto por las Libertades Civiles Meiklejohn y la
Asociación Internacional de Juristas Demócratas ante las Naciones Unidas
en Ginebra y Nueva York.
Debido a mi larga historia de
participación con el Gremio Nacional de Abogados he tenido la
oportunidad de interactuar con abogados, profesores de derecho y
estudiantes de todo el mundo. Estados Unidos siempre ha sido visto como
un defensor de la igualdad bajo la ley y, sin embargo, ha habido muchas
ocasiones donde hemos permitido durante mucho tiempo injusticias
racistas y sexistas para denigrar nuestras aspiraciones por la igualdad.
Durante
mucho tiempo he participado con el Centro de Estudios para la Paz y los
Conflictos, la Unión de Libertades Civiles Americana, Amnistía
Internacional, el Centro Legal para la Pobreza del Sur y muchas otras
organizaciones. Lamentablemente parece que la violación de los derechos
humanos y la justicia continúan generación tras generación.
Como
abogado, senador, profesor y organizador comunitario, usted también ha
visto todas las desigualdades en nuestro sistema, a nivel local, estatal
y nacional.
Usted tiene una oportunidad única en este momento
para tratar de demostrar realmente a los jóvenes de todas las razas,
edades y géneros que los Estados Unidos que han conocido en el pasado no
pueden continuar relegando a tantas personas a ciudadanos de segunda
clase.
Usted tiene la oportunidad de ser un ejemplo y cambiar el
curso del futuro. Un acto histórico que usted puede hacer para corregir
una enorme injusticia que no sólo es actual sino histórica es abrir un
diálogo con Cuba sin condiciones previas. Entonces, como ha sido
decidido por la Asamblea General de las Naciones Unidas durante 22 años
consecutivos, usted debe acabar con el embargo a Cuba. No sólo por la
justificación legal, sino por el mensaje humanitario que enviará a los
países de América Latina y el Caribe y a los amantes de la justicia de
todo el mundo. Para lograr este acercamiento histórico que solo Ud.
puede hacer posible, debe comenzar por liberar a los "Cinco Cubanos".
Sinceramente,
Honorable ex-Jueza Claudia House Morcom
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