Por Rosa C. Báez
El
pasado 18 de mayo, en la Casa del Historiador, sita en Muralla No. 71,
entre Oficios e Inquisidor, en La Habana Vieja, se efectuó -de conjunto
con la Unión Nacional de Historiadores de Cuba en La Habana, la Oficina
de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, el Instituto de Historia de
Cuba y la Casa Editorial Verde Olivo- un encuentro entre historiadores,
investigadores, familiares de Los Cinco Héroes y público en general, en
una Sesión Especial por “La causa de los Cinco Héroes. A 118 años de la
carta inconclusa de José Martí a Manuel Mercado”, como homenaje al
160 Aniversario del Natalicio del Héroe Nacional José Martí.
En
la misma fue presentado el libro de la mencionada Editorial Verde
Olivo, de la autoría de Evelio Toledo Quesada y María Luisa García
Moreno [1] “Martí esa presencia que nos acompaña”, que al finalizar el encuentro estuvo dispuesto para la venta a los asistentes.
El
Dr. José Luis Méndez Méndez, Profesor, escritor e investigador, disertó
sobre “La injusta condena de los antiterroristas cubanos”, donde
afirmó:
“El
terrorismo ha sido un instrumento de la política hostil contra Cuba de
administraciones sucesivas de Estados Unidos desde 1959 hasta la fecha.
Lo han gestado, utilizado, tolerado y protegido” y, con respecto a la
injusta condena de nuestros hermanos, sostuvo:
“El
juicio no pudo ser más parcializado, las injustas condenas más
desmesuradas, la aplicación de las condenas fueron las máximas
imponibles: el rigor carcelario infligido ha sido condenado por
organismos internacionales por su severidad innecesaria”.
Con
posterioridad, el Dr. Felipe de J. Pérez Cruz, Presidente de la UNHIC
en La Habana habló sobre las “Razones de principios” en la carta inconclusa de José Martí a Manuel Mercado, considerada el testamento político de nuestro José Martí.
La
Dra. Áurea Verónica Rodríguez Rodríguez, Miembro del Secretariado de la
UNHIC en La Habana, dio lectura a la Resolución del VII Congreso
Nacional de Historia, sobre el caso de Los Cinco Héroes, Resolución que
fuera entregada por el Dr. Roberto Pérez Rivero, Presidente Nacional de
la UNHIC, a Mirta Rodríguez e Irma Sehwerert, madres de dos de nuestros
Cinco compatriotas, presentes en el acto.
[Descargable en .pdf]:
Resolucion-del-VII-Congreso-Nacional-de-Historia-sobre-Los-Cinco-Heroes.pdf
Finalizando
el encuentro, el Dr. Ricardo Alarcón de Quesada, Miembro del Buró
Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, intervino con
emotivas palabras, sobre la causa de los Cinco Héroes, "La causa de
todos":
La causa de todos
Ricardo Alarcón de Quesada
Esta noche el Ballet Nacional de Cuba llevará a cabo una función especial en solidaridad con los Cinco.
Será una manifestación más del compromiso de Alicia Alonso con una
causa que es y debe ser asumida como propia por todos los cubanos. Pero
también será un ejemplo porque sólo lograremos vencer en esta batalla si
somos capaces de librarla con creatividad, aportando cada uno lo que
cada cual pueda aportar.
Cada
institución de nuestra sociedad civil, cada uno de nosotros, debe
plantearse qué debe y puede hacer para alcanzar la liberación de
nuestros compañeros y además debe precisar cómo hacerlo y definir los
mejores métodos y las acciones más eficaces.
Permítanme
hacer algunas reflexiones con el ruego que las tomen en cuenta a la
hora de aplicar la resolución aprobada por la Unión de Historiadores en
su reciente Congreso Nacional.
La
memoria de los pueblos es terreno donde se libra una batalla decisiva
en el mundo contemporáneo. A ella dedica el Imperio colosales recursos
financieros y materiales, incluyendo los de tecnologías que transforman a
increíble velocidad la comunicación entre las personas.
Hace
medio siglo, cuando la mayoría de esas nuevas tecnologías eran aún
desconocidas, Zbigniew Brzezinski anticipaba que tendrían por función
“manipular los sentimientos y controlar la razón”. Mucho antes C. Wright
Mills había denunciado la “robotización” del ser humano víctima de la
banalidad embrutecedora de los grandes medios de comunicación.
En
el contexto de ese fenómeno de alcance universal, la lucha de Cuba por
su independencia y, como parte de ella, la batalla por los Cinco
adquiere una complejidad adicional que exige rigor en el pensar y
verdadero compromiso en la conducta.
El
terrorismo promovido por Washington contra Cuba y su pueblo comenzó en
1959 antes que ustedes fueran historiadores, antes que hubieran nacido
la mayoría de los aquí presentes y nunca dejó de existir a lo largo de
más de cincuenta años. Fueron sus víctimas muchos cubanos, en nuestros
campos y ciudades, en la Capital y en remotos rincones del país, pero
también lo fueron nuestros pescadores y marinos en alta mar, y los
tripulantes y pasajeros de nuestros aviones cerca y lejos de la Isla, y
los diplomáticos y otros representantes de Cuba en el exterior. En los
años 90 del pasado siglo hubo una serie de actos y atentados terroristas
asociados a la actividad turística porque en esos momentos, en la peor
etapa del período especial, el turismo internacional pasó a ser un
instrumento clave de nuestra economía.
¿Por
qué detuvieron a los Cinco? Porque, debido a factores y circunstancias
que no habría tiempo para analizar ahora, existió entonces la
posibilidad de que las autoridades norteamericanas hubieran sido capaces
de actuar contra los criminales.
¿Cuál
es el sentido principal del proceso llevado a cabo contra nuestros
compañeros? La respuesta es muy sencilla y a la vez tiene una
importancia vital para las cubanas y cubanos, para todos, incluyendo los
que aún están por nacer: el gobierno de Estados Unidos decidió
colocarse, abierta y formalmente del lado de los terroristas,
protegerlos y defenderlos a contrapelo del Derecho Internacional y de lo
que dicen sus propias leyes.
No
exagero un ápice. Lo que acabo de afirmar lo dijo el gobierno de
Estados Unidos en la acusación oficial que presentó contra los Cinco, lo
reiteró la Fiscalía desde el primer día y lo repitió hasta el final del
juicio, lo expresó con claridad la propia jueza al dictar las injustas e
irracionales sentencias. Todo está escrito en documentos oficiales, y
puede ser leído por quien visite el sitio de la Corte federal del
Distrito Sur de la Florida y busque el caso titulado “Estados Unidos
contra Gerardo Hernández y otros”, algo que seguramente harán
historiadores futuros.
Pero
¿cuántos norteamericanos lo saben? Las personas comunes y corrientes se
enteran de lo que sucede dentro de la sala de un tribunal por lo que al
respecto digan la prensa escrita, radial y televisiva. Basta entonces
con controlar esos medios, asegurarse que sólo dirán lo que el Gobierno
quiera, para garantizar las peores condenas determinadas ya de antemano.
Para
colmo en este caso los medios han sido instrumentos decisivos para
castigar a nuestros compañeros. Por una parte han impuesto la más férrea
censura para entorpecer y debilitar un movimiento de solidaridad que
sólo crecerá y será poderoso cuando el caso sea conocido por muchos
millones de personas en Estados Unidos. Por otra parte los medios
locales de Miami, pagados y dirigidos por el Gobierno, crearon un
ambiente de violencia y odio para garantizar las condenas y las más
desmesuradas sentencias. Este es un aspecto fundamental de las
apelaciones extraordinarias sobre las que la Corte de Miami debe
pronunciarse en cualquier momento, tema este que apenas reflejan los
medios de prensa independientemente de sus características u
orientación. Debo ser franco. No me refiero sólo a los medios del
enemigo. Este tema tampoco ocupa el espacio que debería tener en otros
que se consideran progresistas.
Gerardo,
Ramón, Antonio, Fernando y René sacrificaron sus vidas por los demás,
son un ejemplo de altruismo insuperable que forjaron aquí, en nuestra
sociedad. Sus historias y las de sus familias pueden y deben ser fuente
de inspiración en la formación de nuestros niños y jóvenes si somos
capaces de transmitirlas con frescura y naturalidad evadiendo la rutina y
el formalismo.
Pero
¿qué hacer para cumplir cabalmente con el último párrafo de la
Declaración aprobada en abril? ¿Cómo llegarles a los colegas y amigos
dentro de la sociedad norteamericana?
Esa
es la tarea clave, la más urgente y requiere acciones eficaces, para
explicar, convencer y sumar a otros todos los días. Ese es el desafío
que debemos encarar con un trabajo sistemático al que nos convoca una
obligación moral ineludible. Un trabajo de cuyos resultados no podremos
sentirnos satisfechos hasta que todos ellos, los Cinco, sin que falte
uno solo, estén completamente libres, en Cuba.
La
solución está en las manos del Presidente Obama quien puede y debe
ponerlos en libertad inmediatamente y sin condiciones, a los Cinco, sin
excluir a ninguno. Para conseguir tal cosa es indispensable que se lo
pidan muchos millones de personas en Estados Unidos y para llegar a esas
personas, persuadirlas y motivarlas, los intelectuales cubanos tienen
una responsabilidad muy grande. Asumámosla. Y al concluir cada tarea
respondamos la pregunta que, no lejos de aquí, repiten los niños de la
Colmenita:
“¿Y ahora qué más podemos hacer?”
[1] María Luisa García Moreno, Periodista, editora y escritora; Profesora de Español e Historia, Licenciada en Lengua y Literatura hispánicas. // Evelio Toledo Quesada,
Pintor. Graduado de San Alejandro, posee una reconocida obra en
diferentes publicaciones cubanos. Ha sido señalado por la crítica como
uno de los caricaturistas más destacados de la Cuba contemporánea. De
igual forma, ha aportado a la enseñanza de la historia, interesantes
libros de imágenes.
Fotos: FJPérez, JRosales y RCBáez