Dr. Rodolfo Dávalos

Hace
11 años, por esta fecha, escribí un artículo titulado Cinco años
después. Hoy me siento a escribir este con el mismo sentimiento de
indignación y pensamientos que se entrecruzan; reviso notas, busco una
explicación lógica y no la encuentro, jurídica menos aún. No podía
imaginar siquiera entonces que hoy estaría escribiendo otra vez sobre
los Cinco.
Como
profesor de Derecho Internacional Privado por más de 30 años, acudí
desde temprano al Derecho comparado como método de investigación y
encontré en las fuentes del sistema jurídico de EE.UU. cierta tradición
de respeto a la Constitución, y pasajes de figuras legendarias que
pasaron por Cortes y estrados defendiendo la ley y la justicia. La
doctrina y Hollywood los convirtieron en mitos. Aunque siempre estaba
latente la base de una concepción jurídica que defiende un sistema
político que responde a los intereses de la clase dominante.
Busco
en ello la respuesta al caso de los Cinco y me pregunto: ¿Qué quedó de
aquellas ideas de igualdad y justicia del Federalista?[1]
¿Qué se hicieron los esfuerzos de jueces y abogados que brillaron en la
Cortes defendiendo la igualdad de los derechos civiles y el respeto a
la dignidad humana?
Según
datos de la propia doctrina jurídica estadounidense, en 1980 había
cerca de 20 personas encarceladas por cada 100 000 habitantes. En 2010
el número era de 731. Hoy se supera esa cifra. Ningún otro país siquiera
se acerca. La brutalidad y crueldad en las prisiones es un escándalo
para sociólogos, profesores, instituciones y universidades. Según datos
recientes cada día duermen 50 000 personas en celdas de confinamiento
solitario («el Hueco», donde llevaron a los Cinco). Para tener una idea,
un profesor estadounidense dijo a sus alumnos que es el número de
fanáticos que caben sentados en el Yankee Stadium, con la diferencia de
que en «el Hueco» pasan días y noches, encerrados en un espacio donde
apenas pueden moverse, sin ver el Sol y privados de todo contacto
humano. Es un castigo cruel e inhumano prohibido por la octava enmienda
de la Constitución de EE.UU.
¿Dónde
está el respeto a la evidencia? ¿Qué se hizo aquella máxima judicial
que rezaba: «tu caso está en la evidencia, si no tienes evidencia no
tienes caso»?
¿Y
qué hay de la conducta de jueces y fiscales? En el caso de los Cinco,
solo para contar algunas de las acciones que tipifican como mala
conducta de la Fiscalía —que en Derecho debe dar lugar a la anulación
del veredicto y las sentencias—, pueden señalarse: la manipulación de
las evidencia; la insuficiente evidencia para tipificar los delitos
imputados (especialmente Conspiración para cometer asesinato y para
cometer espionaje); no publicación de la evidencia clave por el Gobierno
(información satelital de la ubicación del derribo de las avionetas de
Hermanos al Rescate); aplicación arbitraria de la Ley de Procedimiento
de Información Clasificada (CIPA); las presiones a los testigos; el
ambiente hostil y prejuiciado de la sede del juicio y las campañas de
prensa contra los acusados pagadas por el Gobierno.
Estas
fechorías no son nuevas. Hay una larga lista de casos de mala conducta
del Fiscal como, por ejemplo, Brady contra Maryland, 373 EE.UU. 83
(1963) que marcó un hito en la Corte Suprema de Estados Unidos para
casos en que la Fiscalía oculte alguna evidencia a la defensa del
acusado.
¿Qué tenemos ante nosotros 16 años después del injusto encierro?
- Un Gobierno que se niega a reconocer la injusticia y se niega a resolver de un plumazo la libertad de nuestros hermanos.
- La
Fiscalía (el Gobierno) oponiéndose reiteradamente a las mociones
interpuestas en la apelación colateral o habeas corpus, recurso legal
que queda en el llamado de justicia por la vía judicial.
- Tres
patriotas aún en injusto encierro, cada día más firmes y dignos en su
grandeza histórica que los distingue como de los mejores hijos de la
Patria.
- Dos
de los héroes ya en suelo patrio, luego de haber cumplido largas e
injustas condenas, a quienes no les regalaron ni un día, y hoy dedicados
por completo a la liberación de sus hermanos.
- Tres
familias que sufren el encierro injusto de sus hijos, madres que no ven
al hijo, esposas que duermen solas, hijos que crecen separados de sus
padres, familiares que ven pasar los años con la esperanza de verles de
regreso en el hogar.
- Un
pueblo que resiste el acoso del Imperio con el criminal bloqueo que
excede ya de 50 años, en el vano intento de ponerle de rodillas y
hacerle renunciar a sus conquistas, independencia y derecho a ser dueño
de su propio destino. Que no cesa en el reclamo del regreso de sus
Héroes.
- Un
movimiento de solidaridad creciente y cada vez más fuerte —al que no
podrán callar y cuya voz se escucha en cualquier lugar del mundo— hace
campaña de dignidad y no de política, con el esfuerzo de sus propios
integrantes, y ahora celebra en La Habana un nuevo encuentro para
reclamar que se ponga fin a la injusticia. ¡Soltarlos ya!
Notas
[1]
El Federalista, comúnmente llamado The Federalist Papers, es una serie
de 85 ensayos escritos por Alexander Hamilton, John Jay y James Madison
entre octubre de 1787 y mayo de 1788, publicados simultáneamente en
varios periódicos del estado de Nueva York, en forma anónima, para
invitar a los ciudadanos a ratificar la Constitución de Estados Unidos,
que había sido redactada en Philadelphia durante el verano de 1787. El
Federalista se ha utilizado para ayudar a interpretar las intenciones de
quienes redactaron la Constitución.
Fuente Juventud Rebelde