Por Marlene Caboverde Caballero*
Llegar
a la prisión de Marianna y abrazar a Antonio Guerrero, uno de los Cinco
suele resultar muy sencillo, solo si se tiene el privilegio de un
boleto para abordar La Luz en lo oscuro. Se trata de un vehículo
especial que no precisa combustible convencional ni vías aéreas,
terrestres o acuáticas para andar y llegar a su destino: el corazón.
La
luz en lo oscuro nació un domingo de las madres del año 2002 en la
Emisora Radio Rebelde de La Habana para forjar un sendero indestructible
y luminoso, casi mágico, porque desconoce las barreras, traspasa
fronteras, muros, rejas, en tanto se burla de los cuerpos de seguridad
más sofisticados y de las regulaciones más estrictas.
Así
pude vivirlo y disfrutarlo el pasado seis de diciembre cuando me
ofrecieron el placer de compartir el espacio durante casi dos horas, que
a mí se me fueron volando. Junto a mí, la experimentada periodista
cubana Arléen Rodríguez Derivet, quien me legó la más grande lección de
profesionalidad, ternura y sensibilidad en estos años de trabajo en la
radio.
También,
en el estudio, como sus mejores cómplices y almas gemelas de Tony, el
inseparable Guillermo Vilar, el Guille, con esa obsesión permanente por
compartir ideas y música de la buena. Y del lado de allá, en los
controles, el director Demetrio Villaurrutia y el joven realizador de
sonido, Vladimir Labrada, fieles enamorados de los Cinco, la verdad y la
justicia.
En
el programa se habló de todo un poco, de los Centroamericanos, del
heroísmo del médico de Jaruco Rotceh Ríos Molina y sus compañeros en
Sierra Leona, donde enfrentan la terrible epidemia del Ébola, de los
vuelos del Comité Alas de libertad de este municipio, de la ganadería en
el Valle del Perú, de Antonio Maceo y el dibujo en versos que hizo Tony
del ultimo día en combate del Titán de Bronce, y también de los amigos
que nos han crecido en estos años, gracias a los Cinco, y de los sueños
por soñar y fundar, de la vida, del futuro.
En
realidad, mi deseo más íntimo en aquellos instantes era detener el
tiempo para poder compartir indefinidamente esa lluvia transparente,
suerte de música en el silencio que es, La Luz en lo oscuro.
Tuve
además la certeza de cuánto no falta por crecer desde los medios de
comunicación e información para llevar adelante esta batalla que dura
demasiado y contra la cual conspiran el tiempo, la memoria que tan
rápido envejece, la vorágine en que suele sumergirse un reportero
cualquiera en el país y la gente en todas partes.
Creo
que el éxito de La Luz en lo oscuro radica en haber asumido con
frescura, desenfado y naturalidad el tema de los Cinco. Es una tribuna
imprescindible, lo siento así, porque allí la palabra se transforma en
acción, y se transfigura en canto, en verdad y razón, y también porque
fecunda cada semana el jurado de millones que regresará a nuestros tres
hermanos presos injustamente en Estados Unidos: Ramón, Gerardo y
Antonio.
*Periodista
de Radio Jaruco, donde lleva desde hace algunos años el programa Alas
de libertad, dedicado a los Cinco Héroes cubanos
Enviado por su autora por correo electrónico
Algunos programas de La Luz pueden ser escuchados en
http://teveo.icrt.cu/r/?q=La+luz+en+lo+oscuro