Por Wilkie Delgado Correa*
Herederos
de estos padres fundadores son millones de cubanos, entre los cuales
los 5 Héroes son parte de la vanguardia. Precisamente, el día 27 de
febrero, al conmemorarse el 140 aniversario de la caída en combate del
Padre de la Patria, será liberado Fernando González Llort. ¡Bienvenido,
Fernando, que la Patria te contempla y espera orgullosa!
Si
a veces los analistas del presente no pueden explicarse determinados
asuntos pasados o recientes de la historia cubana; si los enemigos se
han equivocado una y otra vez por tratar de destruir a la Revolución
cubana, su obra más acabada; si reaccionarios de toda laya en diferentes
países esgrimen su odio fascista, su xenofobia cavernaria contra los
cubanos, es porque los patriotas cubanos de estos tiempos han sabido ser
fieles a los principios, han sido hermanos solidarios con otros pueblos
y no han cedido ante las amenazas, el chantaje, las agresiones y la
política de las zanahorias de sus enemigos naturales e históricos.
Si vendepatrias, traidores y desertores han desempeñado el triste y
vergonzoso papel de rastreras verdolagas frente a la dignidad y altivez
de nuestra palma real, simbólica insignia de la cubanía; si personajes y
personajillos del pasado y del presente siempre serán despreciables por
el abandono de su deber de servir en forma desinteresada, por haberse
prosternado ante el altar del dios dinero, desvivirse acuciados por una
avaricia primitiva y por una idolatría servil al poder del imperio; es,
sin duda alguna, porque los cubanos son herederos de un acervo de
virtudes que se ha cultivado en una marcha jalonada por el sacrifico y
el heroísmo, sin dejar de reconocer que aquí, como en cualquier parte,
vuelan a ras de tierra las aves de rapiña y se arrastran bajo tierra los
gusanos.
A quienes, sean individuos o instituciones u organizaciones regionales,
hoy como ayer -quizás también mañana- han formado escarceos mediáticos
por quítame allá esta paja, se rasgan las vestiduras de marionetas
políticas mientras escenifican comedias truculentas y se convierten en
hazmerreir de los pueblos, con argumentos y pretextos diferentes, reales
o ficticios, para justificar y darle “credibilidad” a sus campañas
prejuiciosas y malintencionadas contra los cubanos fieles a su país,
debemos responderles con las ideas de Martí al respecto:
“Las malas acciones me entristecen, como si las cometiera yo, y las
buenas me dan bríos para pelear. Son algunos los vendidos y muchos los
venales, pero de un bufido del honor puede echarse atrás a los que, por
hábito de rebaño, o el apetito de las lentejas, se salen de las filas en
cuanto oyen el látigo que los convoca, o ven el plato puesto. Hay que
cargar los barcos de esos insectos dañinos, que les roen el hueso a la
patria que los nutre. ¡Para todo hay en este mundo imbéciles y viles!.
Unos hombres piensan en sí más que en sus semejantes, y aborrecen
los procedimientos de justicia de que les puedan venir incomodidades o
riesgos.
Otros hombres aman a sus semejantes más que a sí propios, a sus hijos
más que a la misma vida “y se exponen a la muerte por dar vida a la
patria”.
Y finalmente, para que lo sepan todos, Cuba patentiza con las palabras de Martí que
"Nada piden los cubanos al mundo, sino el conocimiento y respeto de sus
sacrificios, y dan al universo su sangre (..) Y al mundo preguntamos,
seguros de la respuesta, si el sacrificio de un pueblo generoso, que se
inmola por abrirse a él, hallará indiferente o impía a la humanidad por
quien se hace".
Herederos de estos padres fundadores son millones de cubanos, entre los
cuales los 5 Héroes son parte de la vanguardia. Precisamente, el día 27
de febrero, el día en que se conmemora el 140 aniversario de la caída
en combate del Padre de la Patria, será liberado Fernando González
Llort.
Preso desde 1998, Fernando fue sancionado, el 18 de diciembre del 2001,
a 19 años de reclusión, y luego resentenciado a 17 años y 9 meses. Ha
permanecido en prisión 15 años, 5 meses y 15 días de su vida.
Al leer su alegato en el juicio, subrayó: "Mi
país y mi pueblo fueron obligados hace más de cuarenta años a despertar
al peligro y llamados a defender su libertad. Yo me siento orgulloso de
haber sido uno de los que previno a mi pueblo de esos peligros.
Sinceramente, confío en que algún día Cuba no tenga necesidad de que
personas como yo voluntariamente y por amor a su país y a su pueblo,
vengan a este país a luchar contra el terrorismo. Todo hombre que se
respete así mismo se debe antes que nada a su Patria. En los años de
presidio me acompañará siempre la dignidad que he aprendido de mi pueblo
y de su historia".
Gerardo
Hernández, en entrevista a Saúl Landau, ante la pregunta de si nunca se
le ocurrió traicionar para escapar de la pesadilla vivida en prisión,
recalca esa fidelidad de los Cinco a la herencia histórica de los hijos
verdaderos de esta tierra: “Muchas personas no entienden
eso, personas que se han criado con la idea de que el dinero es todo en
la vida... La idea de traicionar nunca me pasó por la mente. Es tan
obvio que hasta me cuesta trabajo explicarlo. Pero sería traicionar no
solo a mi mismo como persona, como revolucionario, sino sería traicionar
a un país completo, a mi familia. Sería traicionar a todos los cubanos
que enciento y tantos años de revolución, desde 1868, han muerto, han
dado sus vidas porque ese país sea libre, sea independiente y conserve
su soberanía”.
Regresa
Fernando, el segundo de los 5 Héroes liberados después de cumplir la
condena injusta, con la misma consecuencia que expresara en su alegato:
“En los años de presidio me acompañará siempre la dignidad que he aprendido de mi pueblo y de su historia". Y lo hace también, tal como lo expresara Ramón Labañino en su alegato, después de llevar, durante los años en prisión, “el uniforme de recluso con el mismo honor y orgullo con que un soldado lleva sus más preciadas insignias!”.
¡Bienvenido, Fernando, que la Patria te contempla y espera orgullosa!
*Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.