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Thiago de Mello
El poeta brasileño Thiago de
Mello, autor de Los estatutos del hombre, ha escrito un poema dedicado
a los Cinco, tras recibir los versos que Antonio
Guerrero escribiera desde la cárcel a
propósito de los 15 años de encierro que han padecido él y sus
compañeros.
El
12 de septiembre próximo se cumplen 15 años del encarcelamiento en Estados
Unidos de cinco antiterroristas cubanos: Gerardo Hernández, Antonio Guerrero,
Ramón Labañino y René González. Uno de ellos, René, regresó a Cuba después de
cumplir toda su condena. Como sugiere Thiago en este poema escrito desde su
Amazonas natal, sería una crueldad extrema aplicar a los otros cuatro la misma
regla, siendo que sus condenas son mucho más largas y uno de ellos, Gerardo
Hernández, moriría en prisión.
Cubadebate comparte con sus lectores el poema que
en exclusiva nos ha hecho llegar desde Brasil, a través de una amiga.
UN CANTO DE CINCO NIÑOS A LOS QUINCE DE
LOS CINCO
Tu
poema, Antonio, me llega como um pájaro mojado, parece herido, que
posa en el silencio sonoro de mi floresta, cantando: Son los quince de
los cinco. Quince años serán mañana De los cinco mis hermanos heridos
por la tiniebla pero fuertes de esperanza y verdad, por tu poema, me
abrazan, llenos de luz.
Para contestarte, Antonio, llamo a cinco niños ,
llegan contentos bajo lalluvia, les digo vamos cantar de manos dadas,
rodando, uma cantiga de amor bien fuerte para que llegue al profundo
corazón de cinco lindos hermanos que están presos, van a hacer quince
años, porque pelean - ciertos de que vencerán- Por el reinado, en el
mundo, de la aurora y la infância.
Ciranda, cirandazinha, vamos todos cirandar, cantando: Los
cinco hermanos Vencerán, ay, vendrán.
Thiago de Mello Madrugada del 10 de sepiembre,
Floresta
amazõnica
Por Wilkie Delgado Correa* A
quince años de la lucha por la libertad de los 5 habrá que remover
tierra y cielo para lograr la libertad que merecen los 5 Héroes cubanos.
Quince
años puede ser un suceso festivo y memorable para la vida de una
quinceañera de ahora, de muchos años atrás, del futuro o de siempre. Sin
embargo, quince años –pudieran ser menos o muchos más- vividos en una
prisión a causa de un castigo injusto y vengativo por defender una
verdad y una causa noble, sin un minuto de duda, de deserción ni
traición, siempre será memorable y digno, pero siempre será también el
símbolo del sufrimiento causado a las personas presas cuando la sinrazón
impera. La
historia de la humanidad, en su larga sucesión de episodios, hechos y
acontecimientos variados, ha ido dejando su estela memorable con el
decurso del tiempo. Si
en el poema épico griego La Odisea, Homero inmortalizó la lealtad y
paciencia de Penélope durante su espera por Ulises durante diez años,
las esposas y familiares de los Cinco han sobrepasado ese tiempo y
todavía esperan que la justicia o el indulto les permitan el regreso a
su casa y a su país. Sólo en el caso de René esto fue posible el año
pasado. Y
el tiempo y las circunstancias que rodean la vida determinaron que las
madres de Gerardo y Ramón ya no podrán abrazarles en libertad, ni
tampoco el padre y el hermano de René pudieron verle plenamente libre y
en su patria. Si
en Francia, Dreyfus fue acusado y condenado injustamente como espía a
cadena perpetua, y gracias a la defensa pública de Zola con su artículo
Yo Acuso y otras evidencias aparecidas posteriormente, fue reivindicado y
liberado diez años después, los 5 Héroes cubanos aún esperan que en
Estados Unidos llegue la rectificación y la liberación consiguiente. Si
en Sudáfrica, Nelson Mandela permaneció en prisión durante 23 años,
acusado y condenado injustamente, y, además, calificado como terrorista,
para finalmente ser liberado y llegar a ser reconocido como Premio
Nobel de la Paz y ser electo el primer presidente de la nueva Sudáfrica,
los 5 cubanos presos en los Estados Unidos, igualmente condenados cruel
e injustamente, ya han sido reconocidos con el título honorífico de
Héroes de la República de Cuba, en fecha temprana de su prisión, y
durante estos quince años han recibido el reconocimiento y el apoyo
solidario y el cariño de millones de personas de prácticamente todos los
países del mundo, que aspiran a que la injusticia no sea tan
prolongada, en el caso de Ramón y Gerardo, como lo fuera en el caso de
Mandela, y ya que René está en libertad y en Cuba, puedan ser liberados
Fernando, Antonio, Ramón y Gerardo mediante un indulto conjunto otorgado
por el presidente. Si
el sistema judicial norteamericano permitiera evaluar nuevas evidencias
del caso de los 5 y, a la luz de éstas, reevaluar otras que fueron
soslayadas u ocultadas durante el proceso anterior, agotando así, en el
terreno jurídico, las últimas posibilidades de los 4 que permanecen en
prisión, podría ocurrir, a pesar de la oposición del gobierno, tal como
sucedió en el caso Dreyfus, que quedaran al descubierto las falencias de
los cargos delictivos contra los 5 y, por lo tanto, obligarían moral y
jurídicamente a la rectificación de las sentencias y a la liberación de
los acusados, tal como aconteció en el caso Dreyfus. El
aprisionamiento en Miami el 12 de septiembre de 1998 fue el inicio de
esta historia de los 5. Muchas preguntas y respuestas se han acumulado a
lo largo de estos quince años. Si bien muchas, en menor o mayor medida,
son conocidas por millones de seres humanos, la mayoría de ellas son
desconocidas por otros muchos millones de personas, principalmente
norteamericanas. ¿Por
qué durante tanto tiempo ha imperado en los Estados Unidos la mentira
de los “espías cubanos” y se ha instaurado un manto inextricable de
silencio en los grandes medios de comunicación? Una de las causas
judiciales más largas y trascendentes de la historia judicial en aquel
país, y con una connotación internacional indudable, tuvo el raro
privilegio de enmudecer a la gran prensa mientras escandalizaba a la
prensa mercenaria de Miami, cuyos periodistas tarifados cobraban jugosas
sumas de dinero de parte del gobierno por contribuir al clima de
intolerancia contra los acusados y justificar las descomunales cargos y
condenas. Se creó así, en el medio hostil de Miami, “la tormenta
perfecta”, según reconociera el panel inicial de jueces de la Corte de
Apelaciones de Atlanta, que por esas razones anuló las sentencias y
dictaminó celebrar un nuevo juicio en otra sede imparcial. ¿Por
qué se encontraban los 5 en aquel escenario que era cuna matriz de la
furibunda mafia cubano-norteamericana que poseía un nefasto historial
como responsable de cientos o miles de acciones terroristas contra Cuba,
acrecentadas en el período en que llegaron a aquel territorio? René,
piloto; Antonio, ingeniero civil; Ramón, economista; Gerardo y Fernando,
Licenciados en Relaciones Exteriores, estaban allí simplemente,
sacrificando la trayectoria de sus carreras y los planes de vida
individuales y familiares respectivos, para infiltrar a terroristas
anticubanos peligrosos que vociferaban sus amenazas a los cuatro
vientos, a la vez que planificaban y ejecutaban sus actos terroristas
con la delectación de consumados y contumaces artesanos del terror.
Prevenir y neutralizar tales planes protervos contra Cuba era un acto de
necesidad superior a cualquier infracción legal menor y una misión
legítima, noble y heroica en las circunstancias de aquel momento
histórico. ¿Por
qué fueron condenados tan severamente inicialmente y durante la
resentencia? Gerardo Hernández a dos cadenas perpetuas más 15 años:
Ramón Labañino a: una cadena perpetua más 18 años; Antonio Guerrero a:
una cadena perpetua y 10 años (más 5 años de libertad supervisada en
territorio estadounidense); Fernando González a 19 años y René González
a: 15 años (más 3 años de libertad supervisada en territorio
estadounidense). Luego
de la apelación a la Corte, ésta dictaminó ratificar las condenas en
los casos de Gerardo y René, e indicó al tribunal de Miami modificar las
sentencias de los otros tres. La resentencia de Ramón, Antonio y
Fernando, fueron las siguientes: Ramón, 30 años de prisión; Antonio, 21
años y 10 meses de prisión más 5 años de libertad supervisada; Fernando,
17 años y 9 meses. A
quince años de iniciado este proceso, está en marcha el último recurso
judicial de habeas corpus por parte de los cuatro prisioneros en
cárceles de los Estados Unidos, a pesar de la oposición de la fiscalía o
gobierno al respecto. Esperemos que la sensatez de la jueza Lenard no
les niegue este recurso legítimo, justo y razonable. Los argumentos para
tal solicitud sobre evidencias nuevas son simplemente irrefutables
desde el punto de vista jurídico según las normativas del derecho
estadounidense. En
este tiempo -¡oh, tiempo inmisericorde!- muchas cosas han cambiado,
como ha sido evidente para todo el mundo. Relatar todas aquellas cosas
que tienen relación con la causa de los 5, llevaría mucho espacio. Por
ahora baste recordar que aún está vivo Gabriel García Márquez, premio
Nobel de Literatura, y portador del mensaje de Fidel para el presidente
Clinton sobre los planes terroristas contra Cuba procedentes de los
Estados Unidos; está vivo el ex presidente Clinton, quien sabe que
recibió el mensaje a través de su Consejo de Seguridad Nacional y que
envió una delegación del FBI a La Habana para conocer de primera mano
las informaciones pertinentes sobre el asunto; están vivos los que desde
la Casa Blanca o desde Miami conocieron y tuvieron que ver con las
bravuconadas y violaciones graves de la soberanía cubana por parte de
las avionetas de los Hermanos al Rescate, organización dirigida por el
terrorista José Basalto; deben estar vivos los que conservan las
imágenes satelitales sobre el derribo de las avionetas por la aviación
cubana y las coordenadas precisas donde ocurrió el incidente ¿por qué se
han negado y niegan a mostrarlas ante el tribunal?; está vivo Posada
Carriles, disfrutando de su acogida en territorio norteamericano, y
autor y organizador confeso de actos terroristas que serían condenables
así en la tierra como en el cielo y en el infierno; está ahí el pueblo
norteamericano, conmovido aún por los actos terroristas contra las
Torres Gemelas del 11 de septiembre, viviendo por experiencia propia lo
que significan las acciones terroristas en uno u otro día, pero carente
de la experiencia sufrida por el pueblo cubano en que sus hijos han
vivido durante más de 50 años sometidos a las mismas tanto dentro del
país como en otros países, y a lo que se hizo mención en el alegato de
defensa de los 5 durante el juicio. Si
todo esto es lamentable que esté ahí y, a la vez, no esté ahí para
exonerar de penas a los cubanos prisioneros, duele entrañablemente que
el tiempo y las circunstancias de la vida se hayan llevado la presencia
física de gigantes defensores de los 5. Ya no están –aunque sigan
estando en el corazón y el recuerdo- Leonard Weinglass, abogado defensor
de los 5; ni Lucius Walker, pastor y hermano de lucha de los 5, y desde
el lunes 9 de septiembre, tampoco está Saúl Landau, intelectual y
hermano de los 5. Todos conocimos por una carta de Gerardo Hernández
Nordelo de la enfermedad y el estado grave de Saúl Landau. ¡Qué manera
más hermosa de dirigirle unas palabras al amigo y hermano en un trance
tan difícil! Conmovido
por aquel mensaje de Gerardo, le dirigí a Landau unas breves líneas en
un Email enviado a las 11.29 pm. del 30 de agosto del presente.
Presentía que el mensaje no podría tener una respuesta. He
aquí este mensaje que hoy quiero compartir con los lectores como un
homenaje a quien por su vida y obra merece honor en una fecha tan
significativa para nuestros 5 Héroes.: “ESTIMADO SAÚL LANDAU: Estimado
compañero y hermano: Perdona que sin conocerte personalmente te trate
de este modo íntimo, pero conociendo lo que has hecho por acercar a
nuestros pueblos, cubano y estadounidense, y con el amor, pasión y
dedicación con que lo has hecho, creo que mereces esta estima.
Apenas
he intercambiado contigo, en particular en ocasión de la excelente
entrevista que le hiciste en prisión a Gerardo, y (sobre la cual hube de
escribir dos artículos). Por la carta de Gerardo me enteré, nos
enteramos, de tu lamentable enfermedad. Creo que nadie como Gerardo
puede expresar palabras de mayor consuelo, pero quiero que sepas en este
momento lo mucho que se te aprecia y quiere, y en esta hora quiero que
te llegue esa fuerza y ese espíritu que te reconforte y contribuya a
curar o mitigar tus penas y dolores.
Así
que recibe un abrazo fuerte y un aliento que contribuya a levantar tu
ánimo. Recuerda que para combatir la enfermedad y luchar por la vida, se
requiere de esas fuerzas volitivas y espirituales. Te lo expresa un
fisiólogo de profesión y un poco filósofo de vocación. Hermano, lucha,
vive y recuerda que vivirás más allá de la partida, pues cuando se cae
en brazos –un poco remedando a Martí- de la humanidad agradecida, la
prisión se rompe y empieza con el morir la vida.
Landau,
tú has vivido para el deber noble, y continuarás viviendo en los
hombres nobles del presente y del futuro. Muchos afectos, Saúl para ti y
familia”.
Hoy
que René González nos acompaña en la lucha por la libertad de los 4
compañeros restantes, propongo como iniciativa particular solicitar a
cuantos periodistas o individuos puedan tener acceso a entrevistas del
presidente Obama o dirigentes influyentes del gobierno, efectuadas
dentro o fuera de los Estados Unidos, que pregunten por qué no han
otorgado el indulto a the cuban five, como son conocidos
internacionalmente, o cuándo por justicia o razones humanitarias les
otorgarán el indulto, o por qué no tramitan con el gobierno cubano un
arreglo humanitario de intercambio de prisioneros. A
quince años de la lucha por la libertad de los 5 habrá que remover
tierra y cielo para lograr la libertad que merecen los 5 Héroes cubanos. *Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba. Imagen agregada RCBáez
Por Marlene Caboverde Caballero*
Con tristeza conocimos este miércoles la noticia de la muerte del amigo
de Cuba, Saul Landau. Este destacado profesor, periodista y cineasta
norteamericano fue conocido en la Isla, sobre todo, por su apoyo a la
causa de los antiterroristas cubanos encarcelados injustamente en los
Estados Unidos. Pero fue con Gerardo Hernández con quien entabló una
relación especial. En
enero de este año, Saul visitó por décima y última vez a Gerardo en la
prisión de Victorville, en California. Ya estaba enfermo y meses después
le confesó al amigo cubano que iba a morir. Días antes de su
fallecimiento Gerardo le escribía: “Es solo un viaje, Saúl, lo otro no
es cierto”. Imagino
el dolor de Gerardo al conocer que Saul comenzaba ese viaje hacia la
eternidad. En estos quince años de arbitrario confinamiento en cárceles
norteamericanas Gerardo sufrió, entre otras, la pérdida de su madre
Carmen Nordelo, y a cada minuto que pasa se le escapa la posibilidad de
realizar el sueño de tener un hijo con su mujer Adriana, a quien no ha
visto desde 1998. Quince
años, como recordaba René González, es mucho tiempo en la vida de un
ser humano. En este periodo él perdió a su hermano y a su padre. Ivette,
su hija menor, contaba solo cuatro meses de nacida cuando la separaron
de su lado, y ahora que tiene quince años es que pueden al fin estar
juntos. Las
hijas de Ramón Labañino se transformaron de niñas en adolescentes y
jóvenes, los de Tony, también; en tanto, a Fernando le truncaron la
ilusión de convertirse en padre desde los primeros años de encierro,
cuando le impidieron por mucho tiempo recibir la visita de su esposa
Rosa Aurora. Quince
años es demasiado tiempo porque tras esos miles de días y noches hay
muchas lágrimas, tanto dolor, soledades, desasosiegos, distancias,
abrazos y besos que se perdieron en el viento, risas sin compartir,
paseos pendientes, conversaciones incompletas, sueños a medias. No
obstante, los Cinco mantienen en un sitio invulnerable del alma las
alegrías y las esperanzas que los hacen perseverar en el regreso. Y es
que, desde aquellos primeros días de encierro en Miami, tuvieron el
acierto de creer en la esperanza. Entonces, ni siquiera se conocían
entre ellos, ni sospechaban que se transformarían en héroes, ni que le
nacerían en lo adelante millones de hermanos, madres, hijos y amigos en
todo el mundo, como el desaparecido Saul Landau. Quince
años es demasiado tiempo. Lo saben bien quienes pretendieron
encerrarlos en el hueco del olvido. Pero a estas alturas, deben haberse
percatado también de que a estos hombres podrán ensuciarle la libertad,
pero jamás se la quitarán. *Periodista
cubana, trabaja en la emisora Radio Jaruco, y es una de las fundadoras
del Comité “Alas de Libertad” de esa emisora, por la Libertad de los 5
Palabras
pronunciadas por René González Sehwerert, Héroe de la República de
Cuba, en el concierto: ¡Por nuestros Cinco Héroes, 15 años de injusticia
basta! en la Tribuna Antiimperialista José Martí, el 12 de septiembre
de 2013, “Año 55 de la Revolución”.
Cubanas y cubanos; personas de buena voluntad de todo el mundo: Cuatro
hijos de esta tierra languidecen en prisiones norteamericanas por el
crimen de defender la vida humana, por resguardar nuestro derecho a la
tranquilidad y a la existencia. Sus voces nos llegarán hoy desde sus
encierros y los harán libres de odios y rencores. Nos traerán esa
alegría de vivir que les hizo asumir este sacrificio en primera
instancia. Nos recordarán que sus espíritus no pueden ser quebrados por
todo el encono que el gobierno más poderoso de la historia humana ha
dejado caer sobre ellos. Se les castiga con tal saña porque
-parafraseando a un poeta- emiten una luz que para sus acusadores
resulta insoportable. Ellos
no vinieron de otro planeta. En estas calles dieron sus primeros pasos
y disfrutaron de la maravilla de sus primeras letras. Absorbieron aquí
de sus padres el alma y la historia de nuestros antepasados. Aquí
amaron y fueron amados. Fueron, como muchos de ustedes, jóvenes que
aquí gustaron de un concierto. Sólo que, cuando fue preciso, dieron el
paso para proteger todo eso, y cuando fue aún más preciso dieron a sus
fiscales una lección moral imperdonable. Y ha sido por eso todavía más
preciso que soporten todo ese rencor; pero lo han hecho con altura, con
el corazón ligero, con una sonrisa en los labios en los momentos más
difíciles. Gerardo,
Ramón, Antonio y Fernando son esta noche los presos de nuestra
felicidad; pero pudieron ser hoy cualquiera de ustedes tal y como
cualquiera de ustedes pudo estar en su lugar. Ellos vibrarán con cada
nota de este concierto. Junto a los corazones de ustedes los suyos
palpitarán a la magia de la música. La felicidad de ustedes será la
felicidad de ellos, porque ha sido y es esa felicidad alimento de sus
almas, fuente de su resistencia y razón primera de su sacrificio. Pero
siguen presos. Privados de todo lo que es suyo. Arrancados de entre
nosotros por un odio irracional. Y, aunque ellos nos convocan a la
felicidad, no debemos olvidarlo porque de ella siguen siendo los presos. Y
cuando la música cese y regresemos a la cotidianeidad, no podemos nunca
dejar de pensar que les debemos y nos debemos el traerlos de vuelta a
casa, y nos debemos, todos, el regalo de ese enorme concierto con que
habremos de celebrar su regreso a la libertad. Muchas gracias (Ovación.) FOTO Omara García/AIN
A la conciencia del mundo y al pueblo norteamericano:
Hace
hoy 15 años, el 12 de septiembre de 1998, que la brutalidad de cinco
arrestos simultáneos irrumpió en nuestros hogares para dar comienzo a
uno de los capítulos más bochornosos de la historia legal
norteamericana: El juicio contra quienes hoy somos conocidos por Los
Cinco.
El
arresto y juicio de Los Cinco quedará para la historia como uno de los
más ignominiosos y viles episodios de las relaciones entre los Estados
Unidos y Cuba. Meses antes, tras la intermediación del premio Nobel de
Literatura Gabriel García Márquez, se habían abierto las puertas a una
significativa cooperación entre ambos países en la lucha contra el
terrorismo. En junio de ese año, una delegación del FBI visitó a Cuba y
tras recibir copiosa información sobre las actividades terroristas
organizadas impunemente contra la isla desde Miami, prometió a su
contraparte cubana que tomaría acciones al respecto.
Dando
un golpe bajo el gobierno de William Clinton, en lugar de arrestar a
los terroristas, arrestó y llevó a sus tribunales a quienes estábamos
recogiendo información para evitar el daño que estos hacían a la
población cubana. El sistema judicial norteamericano fue utilizado
abiertamente como un medio para proteger a los terroristas y en una
atmósfera de linchamiento fuimos llevados frente a un jurado
amedrentado. Crueles condiciones de confinamiento se utilizaron para
quebrarnos, y para impedir que preparáramos una defensa adecuada. La
mentira se adueñó de la sala.
Evidencias
fueron adulteradas, dañadas o suprimidas. Las órdenes de la jueza
fueron abiertamente burladas. Los terroristas citados como testigos por
la defensa fueron amenazados en público con la cárcel si no se acogían a
la Quinta Enmienda contra la autoincriminación. Expertos y oficiales
del gobierno norteamericano justificaron o desdeñaron abiertamente el
daño que los terroristas hacen a Cuba. Todo esto frente a una prensa que
optó por mantener en la más absoluta ignorancia al pueblo
norteamericano, mientras la sede del juicio era bombardeada
inmisericordemente con un barraje de propaganda en contra de los
acusados.
El
8 de junio de 2001 un jurado que llegara al punto de quejarse de su
miedo al acoso de la prensa local —que, luego se revelaría, había sido
pagada profusamente por el gobierno norteamericano— nos declaró
culpables de todos los cargos, incluyendo uno respecto al que los
fiscales, en moción de emergencia al tribunal de apelaciones de Atlanta,
habían reconocido que a la luz de las pruebas aportadas no sería
posible lograr un veredicto de culpabilidad.
La
deplorable conducta de los fiscales, jueces y del gobierno
norteamericano en este caso no son un accidente. Es imposible
comportarse éticamente cuando, por un fin en que se mezclan el odio
político con la arrogancia personal y la venganza, se levantan cargos
cuya defensa sólo puede hacerse con la burla a las leyes, la
prevaricación y el abuso del poder. El círculo vicioso que se iniciara
con la decisión política de abrumarnos de acusaciones —las más serias
totalmente fabricadas— para obligarnos a transigir, no podría sino
redundar en una conducta cada vez más despreciable por parte de los
fiscales.
Pero
no transigimos, porque un despliegue de fuerza bruta no implica la
posesión de la moral por parte de quien la ejerce. No transigimos,
porque el precio de mentir para satisfacer las expectativas de los
fiscales nos pareció demasiado degradante. No transigimos, porque el
implicar a Cuba —la nación a la que estábamos protegiendo— en
acusaciones falsas para engrosar un expediente del gobierno
norteamericano contra la isla hubiera sido un imperdonable acto de
traición al pueblo que amamos. No transigimos, porque aún los valores
humanos, para nosotros, son algo preciado sobre lo que descansa la
transformación del hombre en una criatura mejor. No transigimos, porque
implicaba renunciar a nuestra dignidad, fuente de autoestima y amor
propio para cualquier ser humano.
En
lugar de transigir optamos por ir al juicio. Un juicio que de haber
sido reportado hubiera puesto en cuestión no solo este caso, sino al
sistema federal de justicia de los Estados Unidos. Si el conocimiento de
lo que ocurrió en esa sala de justicia no hubiera sido escamoteado al
pueblo norteamericano al que nunca causamos, o intentamos causar, el más
mínimo daño, hubiera sido imposible montar el circo romano en que se
tornó esa parodia de juicio.
Han
transcurrido ya quince años en los que el gobierno norteamericano y el
sistema de justicia de ese país han hecho oídos sordos al reclamo de los
organismos de las Naciones Unidas, Amnistía Internacional, varios
premios Nobel, parlamentarios o parlamentos en pleno, personalidades e
instituciones jurídicas y religiosas. Solo el levantamiento de ese otro
bloqueo, el que se ha impuesto al pueblo de los Estados Unidos para que
lo desconozca, haría posible la esperanza de que se ponga fin a esa
injusticia.
Hoy
la isla de Cuba amanecerá colmada de cintas amarillas. Será el pueblo
cubano el protagonista de este mensaje, que apela a un símbolo que se ha
hecho tradición para el pueblo de los Estados Unidos. Será un enorme
reto para quienes se han empeñado con tanto éxito en silenciar este
caso, en negarse ahora a informar al mundo de este hecho probablemente
inédito: que un pueblo entero ha engalanado su país para pedir a otro
que exija de su gobierno la liberación de sus hijos injustamente
encarcelados.
Entretanto,
Los Cinco seguiremos siendo merecedores de este masivo despliegue de
cariño; seguiremos siendo dignos hijos del pueblo solidario y generoso
que lo protagoniza, y del apoyo de quienes alrededor del mundo se han
unido a nuestra causa; seguiremos denunciando esta injusticia que dura
ya 15 años y nunca cederemos, ni un ápice, en la ventaja moral que nos
ha permitido resistir y aun crecernos mientras soportamos todo el peso
de un odio vengativo por parte del gobierno más poderoso del planeta.
Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René
Queridos amigos:
Recuerdo
hoy cuando llegue a la penitenciaria de Florence. Iba con una sentencia
de vida a cuestas. Ingresaba en lo que algunos reclusos llamaban "el
cementerio de hombres vivos". Muchos de los que allí conocí estaban
destinados a morir en esa u otra prisión del sistema federal. Sus
posibilidades en las cortes de lograr una fecha de salida eran nulas.
Algunos ya habían cumplido mucho tiempo encarcelados. La violencia era
el pan de cada día entre aquellos muros. No era fácil encontrar a
alguien lo que pudiéramos llamar normal y pacifico. Casi todos
arrastraban algún hecho violento en su record, fuera y dentro de la
prisión. Personas con desajustes mentales abundaban en aquel lugar.
Recuerdo,
en algunas conversaciones con los más veteranos entre las rejas, que
varios decían que cuando se llegaba a los 15 años ya comenzaban a
aflorar los trastornos psicológicos y físicos, que nadie podía aguantar
tanto tiempo, que era cuando "la prisión es prisión".
Y,
bueno, hoy cumplimos nuestros 15 sin el menor síntoma de locura ni el
menor vestigio de pesimismo, todo lo contrario, cada día más claros y
creativos, cada día más optimistas y serenos.
Me
atrevo a decir que recluso alguno jamás ha recibido la cantidad de
cartas que hemos recibido en este prolongado injusto encierro, cartas
llenas de hermandad y de amor, cartas de personas de todas las edades
desde todas las latitudes y en especial cartas de muchos niños, con su
peculiar manera de expresar su sincero cariño y su amor a la patria.
Las
muestras de solidaridad no se han detenido ni han disminuido desde que
se dio a conocer nuestra situación al pueblo y al mundo.
La
ruda vida en prisión me demostró que un hombre inocente, con
convicciones puras, querido por su pueblo y por muchos amigos, jamás
perderá su cordura ni dejará se quebranten su integridad y su moral, así
esté en la celda más aislada en la que lo puedan poner.
Dijo
el Apóstol de nuestra Independencia, José Martí: "Un principio justo
desde el fondo de una cueva puede más que un ejército".
Nuestro eterno agradecimiento por su apoyo gigante y constante, que nos hace ser resistentes y sentirnos libres.
Cinco abrazos fuertes.
¡Venceremos!
Antonio Guerrero Rodríguez
11 de septiembre de 2013
Prisión Federal de Marianna.
| Los Cinco Cubanos Falsamente acusados. Injustamente sentenciados. 15 años en prisiones de EE.UU. Declaración
del Comité Nacional para la Liberación de los Cinco Cubanos en su
decimo quinto aniversario de su injusto encarcelamiento en los Estados
Unidos
|
Hace
quince años, el 12 de septiembre de 1998, el FBI allanó las casas de
los cinco cubanos que vivían en Miami, Gerardo Hernández, Ramón
Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, y les
acusó de cargos inventados de conspiración para cometer espionaje y
cargos relacionados. El gobierno de EE.UU. sabía que los Cinco estaban
en Estados Unidos haciendo seguimiento a las acciones de las
organizaciones con sede en Miami y que son apoyadas por Estados Unidos.
Estas organizaciones de terroristas cubanos exiliados operan impunemente
contra el pueblo de Cuba. El gobierno estaba plenamente consciente de
que los hombres no tenían armas y que nunca habían hecho daño a ninguna
persona. Los ataques terroristas contra Cuba han matado a 3.478 personas
e herido a 2.099 debido a los atentados realizados por estos grupos
paramilitares en Miami. Pero en lugar de arrestar a los perpetradores de
la violencia, el gobierno de EE.UU. arrestó y procesó a los Cinco
Cubanos, en un tribunal de Miami, donde era imposible que los Cinco
puedan defenderse adecuadamente contra la virulenta atmósfera anti-Cuba
de esa ciudad. El FBI amenazó a
los Cinco con cadena perpetua si no "cooperasen" y se volvieran unos
contra otros. Olga Salvanueva, esposa de René González, fue deportada
antes del juicio porque René se negó a ceder a la presión de EE.UU. Hasta
el día de hoy, a Gerardo Hernández se le ha negado la compañía de su
esposa Adriana Pérez, ya que Washington le ha negado el derecho a
visitar Gerardo en estos últimos 15 largos años.
A
pesar de la increíble crueldad de la prisión y de los funcionarios
estadounidenses, los Cinco han permanecido fuertes y han mantenido su
posición de principio del derecho a defender a su pueblo de la violencia
terrorista. Estuvieron en
total aislamiento durante 17 meses en detención antes del juicio en
Miami. El reporte inflamatorio y muy perjudicial por los medios de Miami
ayudó a condenar a los Cinco, incluso antes de la conclusión del
juicio. Después de su condena
el 8 de junio de 2001, sobre todos los cargos, los Cinco emitieron una
declaración valiente "al pueblo estadounidense." De fecha 17 de junio de
2001, que dice en parte:
"Nunca hicimos nada por dinero y siempre vivimos modesta y humildemente, a la altura del sacrificio que realiza nuestro pueblo. "Nos
guió un fuerte sentimiento de solidaridad humana, amor a nuestra patria
y desprecio por todo lo que no respete la dignidad del hombre.
"Nos
acusados en esta causa no nos arrepentimos de lo que hemos realizado
para defender a nuestro país. Nos declaramos totalmente inocentes. Nos
reconforta el deber cumplido con nuestro pueblo y nuestra patria. "Nuestras
familias comprenden el alcance de las ideas que nos han guiado y
sentirán orgullo por esta entrega a la humanidad en la lucha contra el
terrorismo y por la independencia de Cuba." De
Clinton a Bush a Obama, las administraciones estadounidenses han
mantenido a los cinco cubanos encarcelados. Pero un movimiento enérgico
de partidarios ha surgido en los Estados Unidos y en todo el mundo para
exigir la libertad de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René. El
Jueves, 12 de septiembre 2013, a través de la isla de Cuba se adornó
con cintas amarillas todos los espacios públicos, como una muestra de
amor y compromiso con sus Cinco Héroes, hasta que regresen. Le invitamos
a ponerse también una cinta amarilla en su nombre. El Comité Nacional por la Liberación de los Cinco Cubanos en los Estados Unidos fue la primera organización que se formó en apoyo a los Cinco, a finales de junio de 2001. Nos hemos dedicado a la lucha por la libertad de los Cinco hasta que cada hermano regrese a casa con su amada familia y su pueblo.
Desde hace más de 12 años, se han organizado cientos de foros,
protestas y numerosos eventos en los medios de comunicación para romper
el cerco mediático en EE.UU. sobre el caso de los Cinco. Durante casi
cinco años hemos llevado un gran esfuerzo de investigación para
descubrir y documentar la cobertura durante el juicio de los Cinco por
los periodistas de Miami que recibieron fondos del gobierno
estadounidense. Sus informes a los medios fueron muy perjudiciales para
los Cinco. Nuestro trabajo se ha convertido en un foco importante de los
cinco recursos de hábeas corpus. En última instancia, es el movimiento popular y la movilización de los esfuerzos que liberarán a los héroes cubanos.
Cada día de su detención es un abuso intolerable y aquellos de nosotros
que estamos libres para organizarnos débenos pensar en más acciones en
su nombre. Nuestro
tema en el Comité Nacional siempre ha sido "cuando el pueblo de los
EE.UU. se entere de la misión antiterrorista cubana de los Cinco y su
sacrificio, exigirá su libertad." Hemos sido testigos de
innumerables acciones de esa premisa. Casi universalmente, la respuesta
de la persona promedio que escucha de los Cinco ha sido, en primer
lugar, un gran descontento por el injusto castigo que han sufrido, y el
apoyo a su libertad. El 12 de septiembre de 2013, le invitamos a formar parte del movimiento por la libertad de los Cinco Cubanos.
Vamos a proporcionar apoyo e ideas de cómo pueda participar. Póngase en
contacto con el Comité Nacional por la Liberación de los Cinco Cubanos
en info@freethefive.org o llámenos al 415-821-6545. |
| Comité Nacional para Liberar a los Cinco Cubanos |
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The Cuban Five Wrongly accused. Unjustly convicted. 15 Years in U.S. prisons.
Statement from the National Committee to Free the Cuban Five on the 15th Anniversary of the Unjust Imprisonment of the Five |
Fifteen
years ago, on Sept. 12, 1998, the FBI raided the homes of five Cuban
men living in Miami, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio
Guerrero, Fernando González and René González, and indicted them on
trumped-up charges of espionage conspiracy and related charges. The U.S.
government knew that the Five were in the United States monitoring the
actions of Miami-based, U.S.-backed terrorist Cuban exile organizations
that operate with impunity against the people of Cuba. It was fully
aware that the men had no weapons and had never harmed any individual.
Terrorist
attacks against Cuba have killed 3,478 people and injured 2,099 due to
the plots carried out by these paramilitary Miami groups. But instead of
arresting the perpetrators of that violence, the U.S. government
arrested and prosecuted the Cuban Five, trying them in a Miami court
where it was impossible for the Five to properly defend themselves
against the virulent anti-Cuba atmosphere of that city.
The
FBI threatened the Five with lifetime imprisonment if they did not
"cooperate" and turn against each other. René González's wife Olga
Salanueva was deported before the trial because René refused to give in
to U.S. pressure.
To
this day, Gerardo Hernández has been denied his wife Adriana Pérez's
companionship, as Washington has refused her the right to visit Gerardo
for these 15 long years.
Despite
the incredible cruelty by the prison and U.S. officials, the Five have
stayed strong and maintained their principled stance of the right to
defend their people from terrorist violence.
They
were held in complete isolation for 17 months in Miami detention before
trial. The inflammatory and highly prejudicial reporting by the Miami
media helped condemn the Five even before the trial's conclusion.
After
their conviction on June 8, 2001 on all counts, the Five issued a
valiant statement "To the American people." Dated June 17, 2001, it
reads in part:
"We
have never done anything for money. We have always lived modestly and
acted humbly, living up to the sacrifices of our own people.
"We
have always been moved by a strong sentiment of human solidarity, love
for our homeland and contempt for that which goes against the dignity of
the human being.
"The
defendants in this trial are in no way repentant of what we have done
to defend our country. We declare ourselves innocent and simply take
comfort in the fact that we have honored our duty to our people and our
homeland.
"Our
loved ones understand the depth of the ideas that guide us and they
will take pride in our sacrifices for Humanity in this struggle against
terrorism and for the independence of Cuba." From
Clinton to Bush to Obama, U.S. administrations have kept the Cuban Five
imprisoned. But a spirited movement of supporters has arisen in the
United States and worldwide, demanding the freedom of Gerardo, Ramón,
Antonio, Fernando and René.
On
Thursday, Sept. 12, 2013, throughout the island of Cuba yellow ribbons
will festoon every public space, as a show of love and commitment to
their Five Heroes, until they return. We invite you to also don a yellow
ribbon on their behalf.
The National Committee to Free the Cuban Five in the United States was the first organization to form in support of the Five, in late June 2001. We have dedicated ourselves to fighting for the Five's freedom until each brother is home with his beloved family and people.
For more than 12 years, we have organized hundreds of forums, protests
and held numerous media events to break through the U.S. media blockade
of the Five's case. For almost five years we have led an extensive
research effort to uncover and document the coverage during the Five's
trial by Miami reporters who received U.S. government monies. Their
media reports were highly prejudicial to the Five. Our work has become a
major focus of the Five's Habeas Corpus appeals.
Ultimately, it is the people's movement and mobilizing efforts that will free the Cuban heroes.
Each day of their imprisonment is an intolerable abuse and those of us
who are free to organize must think of more actions on their behalf.
Our
theme in the National Committee has always been, "when the people of
the U.S. learn of the Cuban Five's anti-terrorist mission and their
sacrifice, they will demand their freedom." We have been
witness in countless actions of that premise. Almost universally, the
response of the average person who hears of the Cuban Five has been,
first, shock at the unjust punishment they have endured, and then
support for their freedom.
On Sept. 12, 2013, we invite you to become part of the movement for the Cuban Five's freedom. We will provide support and ideas for how you can get involved! Contact the National Committee to Free the Cuban Five at info@freethefive.org or call us at 415-821-6545. |
National Committee to Free the Cuban Five Tel: 415-821-6545
Por Luis Matos* Dijo
Carlos Gardel que 20 años no es nada. Tengo 61 y recuerdo cosas de mi
infancia, incluso con 2 años de edad, como si fuera ayer, pero con la
suerte que, excepto mis primeros 8 años, que viví en la parte más
oriental de Cuba bajo un sistema capitalista donde campesino pobre y
esclavo era lo mismo, crecí bajo un sistema donde la familia es lo más
importante dentro de la organización social. Junto a mis padres y
hermanos pasé las buenas y las malas, donde el apoyo del uno al otro es
fundamental para revertir los malos momentos que por diferentes causas
atravesamos, como la enfermedad o la muerte de un ser querido, por
ejemplo. Esa unidad hace que el tiempo corra. A veces estás acariciando
un bebé, y cuando menos te lo imaginas, estás enrolado en su emoción
porque comienza la escuela, o correteando para celebrar sus Quince, o su
boda. Luego frente a una cuna donde duerme un nieto le decimos a
nuestra hija: “Parece que fue ayer que estábamos acariciándote en esa
cuna” Para
Gerardo, Ramón, Tony, Fernando y René, y sus familiares, la situación
ha sido y es diferente. Un injusto encierro, acusados injustamente,
cuando su acción era evitar muerte y dolor a las familias cubanas y de
otros pueblos; encierro que los mantiene fuera de sus seres queridos,
incluso en momentos donde su presencia es importante, momentos de
alegría como la de inicio del curso escolar de sus hijos, o la
celebración de los Quince, o la boda, o en los momentos duros como el de
la pérdida de un hermano, el padre o la madre… 15 años es demasiado.
Más duro y con más razón es demasiado tiempo para Gerardo y Adriana, a
quienes el Gobierno de los Estados Unidos, y como máximo responsable
actual el Presidente Barack Obama, no les permite siquiera tener un hijo
o una hija, máxima aspiración de toda pareja que se ama. Históricamente
la humanidad ha reprochado el actuar del Imperio y sus gobernantes: con
posiciones absurdas y crueles como éstas, se siente repugnancia. Acabe
ya, Señor Presidente de los Estados Unidos, de sentir vergüenza por esa
condición de Premio Nobel que le fue otorgada, y sin escuchar más los
consejos o las amenazas de los terroristas que lo rodean, firme el
indulto de los 4 compatriotas nuestros que aún quedan en prisión,
dignos jóvenes que llevan casi la tercera parte de su vida encerrados
por su firmeza, valentía, patriotismo y amor por la vida, razón por la
cual han conquistado la admiración y el cariño de la humanidad, a pesar
del odio de que hacia ellos tienen los terroristas que usted defiende,
señor Presidente. No espere la gran movilización mundial del 12 de
septiembre, en que se cumplen 15 años de este macabro encierro, donde
millones de personas le exigirán a usted la liberación inmediata de
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González. Haga
honor, al menos con este gesto, al premio Nobel que ostenta, y a la
confianza que depositaron en usted sus electores para la administración
de la Justicia, desmoralizada por el actuar de los jueces en el caso de
los Cinco. 20 de agosto del 2013 *Prof. Luis Matos, trabajador del Turismo y miembro del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco.
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Rosa C. Báez
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