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Fernando
es uno de los cinco cubanos miembros de la red de inteligencia Avispa
que han estado presos en los Estados Unidos por más de quince años. Es
ese, el del bigote negro, el que parece salido de una de las fotografías
que miro y re miro en los álbumes familiares; como si se hubiera
escapado de alguna de esas imágenes que me devuelven a mi mamá y mi papá
con la juventud de sus veinteitantos años en los años ochenta. Algo
así recuerdo cuando veo a Fernando y sus ojos bien abiertos, límpidos.
Lo veo en las fotografías y me pasan en flashazos algunos de los
momentos “clásicos” de Algo más que soñar, o los fragmentos de aquella canción de Pablo tan íntimamente interpretada por una jovencísima Beatriz Valdés, ¿recuerdan? …ya
se va, aquella edad,/ Qué lindo fue/, que despertar, /fue sentir la
inmensa sensación /de vivir en algo más /que en sueños ir. / Fue crecer,
saber, dudar, /hacer, buscar, pedir, brindar, /recorrer el último
camino/ que te lleva hacia tu propia identidad… Sí,
Fernando me transporta a las imágenes inconexas que me llegan desde los
años ochenta; a mis padres, a Angola, a una manera de vivir y de asumir
riesgos que veo con la envidiosa nostalgia de quienes ven el escenario
solo desde la distancia, solo desde los cuentos de terceros, solo desde
lo evidente, lo superficial. Pero
Fernando también es mi presente, un presente que le debemos a muchos
como él, a gente desconocida, anónima que, sin pestañear apenas, es
capaz de decirte -de una manera que lo crees, no te queda otra que
creerle- que ellos se sacrifican por la felicidad de los otros, por la
felicidad de nosotros. Fernando
es, de los Cinco, tal vez el menos conocido, del que menos “insiding”
tenemos. Dicen que le gusta hablar poco de sí mismo, que es un poco
introspectivo y tal vez hasta tímido. Dicen, yo no sé. Por eso comparto esta entrevista que ha dado, a través del correo, pocos días antes de su liberación este 27 de febrero…
¿Podrías
mencionar las cinco palabras que más han venido a tu mente en los años
de prisión injusta? Si deseas comenta alguna o todas. Cuba, Familia, Gratitud, Lucha, Libertad. Este
14 de febrero será el último tuyo tras las rejas sin tu Rosa. ¿Cómo
piensas organizar el próximo, cuando al fin podrás pasarlo entre los
brazos de tu amada? Muchas
gracias por tu pregunta que está dirigida al ámbito humano y de los
sentimientos, lo cual contribuye a que los lectores nos conozcan mejor
como seres humanos. Cuesta trabajo en estos momentos en que se acerca
vertiginosamente la fecha de mi salida de prisión y regreso a Cuba
después de tantos años de encierro, pensar en cómo quisiera organizar
algo de tanta significación, pero para lo cual falta un año. Son muchas
las cosas que en estos días finales en la prisión pasan por mi mente
sobre la experiencias que me esperan en los próximos días, todas
seguramente muy intensas. Hay muchas incógnitas y muchos deseos por
llevar a la realidad. Esto hace difícil pensar en algo que ahora se
observa distante, como es el 14 de febrero del 2015. Sé que me vas a
comprender aunque mi respuesta no es la que deseabas o esperabas. Pero
te puedo asegurar que, teniendo un año para pensar en cómo celebrar ese
día, haré todo lo que este a mi alcance para que sea uno bien especial.
Eso es lo que me propongo desde ahora.
Si pudieras hablar con el presidente Barack Obama qué le dirías sobre tu caso y el de tus compañeros.
Un
saludo a Iroel Sánchez. Soy un lector asiduo de sus trabajos y de otros
que se publican en La Pupila Insomne, y me parece un blog de mucha
calidad por el contenido de los trabajos que publica y una contribución
muy importante en la batalla en el campo de las ideas y la información. Si
pudiera hablar con el presidente le pediría que como ex profesor de
Derecho Constitucional mirara sin prejuicios la evidencia sobre nuestro
caso y las opiniones que importantes y prestigiosos juristas
norteamericanos y de otros países han emitido sobre el mismo. Que lea
sin prejuicio, por ejemplo, los Amicus Briefs que se presentaron a la
Corte Suprema por más de diez ganadores como el del Premio Nobel. Le
pediría que como ex activista comunitario tratara de ver de una manera
desprejuiciada la realidad cubana. Estoy seguro que vería allí
solucionadas muchas de las dificultades por las que trabajó para
solucionar en las calles de Chicago durante su juventud. Vería los
esfuerzos de nuestro pueblo por tener una sociedad cada vez más justa, y
que eso era lo que defendíamos Los Cinco. Le
pediría que como político revisara la historia; esa que nos ha
propuesto repetidas veces olvidar, y que vea como Cuba ha tenido que
enfrentar más de 50 años de agresiones, muchas de ellas violentas, y
como desde Miami se organizan estas sin ser debidamente combatidas por
los organismos que deberían hacerlo. De ahí la necesidad del trabajo que
Los Cinco hacíamos. Después
de ver esos tres ángulos del asunto, que llegue a sus propias
conclusiones. Si logra hacerlo sin prejuicios, estoy seguro de que al
siguiente día estaríamos los cuatro en La Habana junto a René. Fernando,
tuviste el honor de participar, como internacionalista, en la lucha por
la independencia de Angola, que ayudó a descolonizar África y puso fin
al régimen del apartheid, ¿qué experiencias puedes compartir con los
blogueros cubanos respecto a esa etapa?
Sobre
mi participación en Angola puedo decirte que fue una de las
experiencias determinantes en mi formación. Yo era muy joven entonces,
recién graduado de mi carrera universitaria con 24 años cuando tuve esa
experiencia. Y coincidió que fue una etapa decisiva de la participación
cubana en Angola. Yo estuve allí entre 1987 y 1989 , cuando se
desarrollaba la Batalla de Cuito Cuanavale, en donde no estuve
físicamente. Pero si fui testigo del avance hacia el sur, en dirección a
la frontera con Namibia, de las tropas cubanas y angolanas que se
encontraban estacionadas en el suroeste. Tuve
el privilegio de ser designado a trabajar en el Estado Mayor de la
Agrupación de Tropas del Sur, en Cahama, y ser testigo del espíritu de
los cubanos y de los angolanos que habían sido parte de ese avance de
las tropas en dirección sur, una operación que decidió la contienda y,
junto a la resistencia en Cuito Cuanavale, abrió el camino al fin del
conflicto, a la independencia de Namibia y, como reconoció Mandela, al
fin del Apartheid en Suráfrica. Más
adelante regresé a Lubango, el punto desde donde habían salido las
tropas en su movimiento al sur, donde fui parte del Grupo Operativo que
allí estaba destacado, y trabajé más directamente con los compañeros de
las FAPLA que tenían en esa ciudad del sur de Angola su Estado Mayor
para las tropas en esa región. Fue una experiencia muy enriquecedora
trabajar con ellos día a día y ser parte del espíritu de camaradería
que nos imbuía a todos, del espíritu de lucha que los caracterizaba. Fui
parte del regreso honroso de nuestras tropas victoriosas y recibir el
reconocimiento de nuestro pueblo al llegar al vecindario es una de las
cosas más emocionantes que he vivido. Fue
muy instructivo ver a un pueblo que había sido víctima del colonialismo
luchar por preservar su independencia y contribuir nosotros en ese
esfuerzo, a la vez que ellos hacían el mayor esfuerzo por salir
adelante. A la vez, pude constatar los efectos de siglos de
colonialismo, el atraso y el subdesarrollo al que habían condenado a
Angola hasta ese momento y los efectos de más de diez años de guerra
impuesta desde el exterior. Aprendí más de esa experiencia que de todos
los libros que pudiera haber leído hasta entonces sobre el capitalismo y
los efectos del dominio colonial sobre nuestros pueblos. Fue
bonito y aleccionador ver a los angolanos resistir y esforzarse por
salir adelante a la vez que brindaban su territorio a la SWAPO de
Namibia que luchaba por la independencia de su país. Respuesta sobre el tema a una entrevista anterior: Angola fue otro hito importante en mi vida. De
los cubanos y angolanos que me rodeaban aprendí mucho. Constatar el
espíritu de camaradería y solidaridad en condiciones difíciles, la
sencillez de unos y otros, el esfuerzo colectivo y en equipo a pesar de
las diferencias culturales. La riqueza que aportaban precisamente esas
diferencias, aprender los unos de los otros. Yo
tenía entonces 24 o 25 años, pero la mayor parte de los soldados
cubanos y muchos de los angolanos eran aún más jóvenes que yo. En esos
dos años vi a muchos cubanos llegar a Angola con las características
físicas y psicológicas de quienes aun están saliendo de la adolescencia y
transformarse en hombres jóvenes, forjados por la disciplina, la
responsabilidad y la conciencia revolucionaria. Yo no era ajeno a ese
proceso de maduración que también se producía en mi persona. Yo
era un joven graduado de la universidad, joven de la ciudad, que creía
saber mucho. Pero allí aprendí, de angolanos y cubanos, que además de
instrucción que uno pueda tener hay otras cosas que tienen que ver con
la formación del carácter, con la sensibilidad humana, con el espíritu
solidario, que son tan o más importantes. Ver
con mis propios ojos el resultado del colonialismo. Las consecuencias
para los pueblos, en este el angolano, me enseño más que todos los
libros que pudiera haber estudiado. Ver el espíritu de lucha de ese
pueblo y la voluntad de superar ese pasado, rechazando la agresión
externa y enfrentando a las fuerzas de la contrarrevolución interna
apoyadas desde el exterior, fue también una lección. Aun
cuando la prisión ha resultado una dura prueba, ¿cómo nos explicas el
respeto y el reconocimiento que Los Cinco han generado en las cárceles
norteamericanas? ¿Cuáles han sido las principales muestras de
solidaridad de los presos en EE.UU? El
respeto y el reconocimiento que Los Cinco hemos generado en las
cárceles norteamericanas lo atribuyo a una conjunción de factores. En
primero lugar, las otras personas observan a un preso que es un
individuo serio, que no entra en dinámicas tan típicas de la prisión que
son el caldo de cultivo para los conflictos entre presos. Observan
también la serenidad que uno mantiene y la madurez para aconsejar o
dar un criterio a alguien que lo solicita y la discreción y la reserva
cuando entra en conocimiento de alguna situación, personal de otro preso
que la comparte con uno o de otro tipo. Eso va creando un criterio de
respeto entre los presos hacia uno, aun sin que conozcan la naturaleza
del caso nuestro. Por
otra parte, las personas que hemos retado a las autoridades en un
juicio siempre son, en general, vistas con cierto respeto. Se les
reconoce la actitud cuando no son muchos los que lo hacen. Ya
cuando hay cierto conocimiento, aunque no sea en detalles, del caso
que nos mantiene en prisión, entonces entran a jugar otros factores que
contribuyen a ese respeto al que te refieres. Ya la gente sabe, no solo
que fuiste a juicio, que como te decía, por si solo genera cierto
respeto, sino que eres un preso que enfrentó todo el odio que el
gobierno de este país suele vertir contra quienes considera sus enemigos
políticos. Aquí
entra a jugar también, y está en la base de todo, que muchas personas,
aun sin conocer detalles de la historia de las relaciones entre Cuba y
Estados Unidos, y sin tener casi ninguna conciencia política, por
instinto, saben que Cuba se enfrenta y ha resistido, al poder del
gobierno estadounidense. Ven en nosotros, pues, un reflejo de esa
resistencia, somos parte de ella, nos asocian a ella, y eso genera
respeto. Todos
esos factores se van juntando. Y entonces adicionas el apoyo que ven
que recibimos tanto del pueblo cubano como de tantos amigos alrededor
del mundo. Y, aunque no conozcan los detalles, notan el correo que
recibimos y que enviamos. Saben que eso significa apoyo. Como
te decía, son factores que se van juntando. Unidos, conforman una
circunstancia que hace a los otros presos percibirnos como personas
serias y dignas, y mostrar hacia nosotros ese respeto al que te
refieres. ¿Cuánto ha influido en su resistencia los mensajes y muestras de apoyo de los cubanos y amigos alrededor del mundo? Los
mensajes y muestras de apoyo de los cubanos y de los amigos alrededor
del mundo han tenido una influencia significativa en nuestra
resistencia. No se trata de que sin ellos no se hubiera resistido. Pero
sin dudas, hacen la resistencia más llevadera, más fácil. El saber que
uno tiene la comprensión y el apoyo de todo un pueblo que lucha y de
cientos de miles de amigos alrededor del mundo le da a uno más confianza
en la victoria y aprende uno también de quienes luchan por nosotros en
condiciones tan desventajosas como pueden ser las que enfrentan nuestros
amigos en otros países en los que sacar adelante los temas de nuestro
caso requiere mucho esfuerzo, iniciativa y perseverancia. Por
otra parte, el recibir tantos mensajes de solidaridad y apoyo también
tiene una repercusión práctica, concreta. Ya me referí en la respuesta
anterior a un ángulo de esa repercusión, pero también las autoridades de
la prisión, y muchos otros presos, llegan a conocer quiénes somos y el
apoyo que recibimos. Eso influye hasta cierto punto en el cuidado que
aplican ante ciertas circunstancias en el tratamiento que nos dan, sin
que eso implique que recibamos ningún tratamiento diferenciado. Solo que
hay cuidado en cuanto a cómo nos tratan. Fernando,
todos sabemos que los héroes cubanos son de carne y hueso, nos gustaría
conocer ¿qué prefieres bailar, comer, leer o hacer en tus ratos de
ocio? Mira,
prefiero bailar la música cubana, y en general, lo que se conoce como
“Salsa”. No soy un gran bailador, pero me divierto. La comida preferida
es la criolla. Un buen congrí con carne de cerdo y un buen plato de yuca
con mojo. En
cuanto a la lectura, me gusta la historia, los temas de economía
internacional, los temas de ciencia, la información política y la
científica, así como la buena ficción. En los ratos de ocio me gusta disfrutar del deporte. Tanto practicarlo como verlo por la televisión. Cada
generación tiene un papel que jugar en la Historia de su país. En la
época que te correspondió, supiste ser consecuente con esto. ¿Cómo te
sientes al respecto? ¿Cuáles son, a tu entender, los retos actuales de
la juventud cubana? Puedo decirte que me siento satisfecho de cumplir con lo que considero mi deber y hacerlo con dignidad y con honor. Estoy
consciente de la razón histórica por la que estoy preso, se trata de
castigar a Cuba y de ahí las serias injusticias cometidas en nuestro
caso. Esa conciencia me proporciona serenidad y tranquilidad. Sé que
estoy preso por una causa honorable y eso me permite ser un preso
optimista y hasta feliz, en el sentido de la satisfacción del deber
cumplido. No
me siento en capacidad de definir los retos concretos de la juventud
cubana actual. Son muchos años fuera de Cuba y, aunque me mantengo
informado sobre la realidad nacional, no tengo el contacto sistemático
con esta que creo sería necesario para hacer tal valoración y ofrecer
una opinión. En general, me parece que los jóvenes deben prepararse lo
mejor posible en el ámbito de los conocimientos pero también, y
fundamentalmente, en el ámbito de los valores, para hacer el mayor
aporte posible hoy y en el futuro a dar continuidad a la obra de la
Revolución, en un mundo cada vez más complejo y lleno de retos y
peligros. El conocimiento profundo de la historia de nuestro país y de
las tradiciones de lucha de nuestro pueblo es fundamental en ese
sentido, en mi opinión. De todo este tiempo en prisión, cuál ha sido el (o los) libros que más le han impactado, los que mejor recuerda? Hay
dos libros que me han impactado más que ningún otro, aunque hay muchos
que han sido muy interesantes. El primero de ellos lo leí por primera
vez al comenzar a servir mi sentencia y es el libro de Cintio Vitier
“Ese Sol del Mundo Moral”. Un libro que todo cubano debería leer por la
interesantísima interpretación de la historia de Cuba que se hace en el
mismo y el exquisito estilo literario que caracteriza la obra de Cintio,
en mi opinión, el ensayista cubano más profundo de los que he leído. El
segundo libro al que hago referencia lo he leído casi al terminar de
cumplir mi sentencia porque es de reciente aparición y espero que en el
futuro cercano pueda ser traducido al español porque también creo que
todo cubano debería leerlo. Se titula “Visions of Freedom. Havana,
Washington, Pretoria, and the Struggle for Southern Africa, 1976-1991″.
Es un libro de un académico norteamericano que se llama Piero
Gleijeses. Profesor de la Universidad John Hopkins. El había escrito ya
un primer libro sobre la participación cubana en Angola y ahora, después
de 15 años de investigación y acceso a documentos nunca antes
publicados, ha escrito lo que considero una obra maestra. Siendo un
libro académico, me emociono más que cualquier novela porque recoge el
esfuerzo cubano en Angola hasta la victoria final. Hay largas y
abundantes citas de documentos desclasificados por Cuba, incluidas
transcripciones de reuniones en las que se tomaron decisiones
trascendentales y decisivas, reuniones de la más alta dirección del
país, del Comandante en Jefe, de altos mandos políticos y militares,
tanto de conversaciones entre ellos como con sus contrapartes angolanas y
soviéticas de entonces. Y
lo que transpira en el libro y el autor lo captura muy bien en base a
las fuentes documentales no solo cubanas sino también estadounidenses,
surafricanas y de otros países, es la política exterior de principios de
la Revolución cubana, su altruismo, el de nuestro pueblo, la firmeza en
los principios y la delicadeza y el respeto con que se trataron cada
una de las contradicciones que se presentaron en los anos de misión
internacionalista cubana en Angola, a la vez que se mantenía la
independencia de criterios y se defendía con firmeza las opiniones
políticas y militares de Cuba sobre cómo actuar. Opiniones que a la
postre fueron las que predominaron y solucionaron el conflicto. Cuando
uno lee el libro se llena de orgullo de ser cubano y de ser
revolucionario, de la dirección de la Revolución, y de haber sido parte
de ese esfuerzo internacionalista. Fernando:
El heroísmo para muchos solo es cosa de las películas de Hollywood o
los libros de historia. ¿Se ve Fernando a sí mismo como un héroe? Yo
no me veo como un héroe. Yo simplemente hice y he hecho lo que estoy
seguro que millones de cubanos habrían hecho. Yo lo que puedo decir es
que, en todo caso, yo fui privilegiado con la oportunidad de hacer lo
que millones hubieran deseado tener la oportunidad de hacer, y ante una
circunstancia adversa, un momento definitorio, asumí una posición que
creo que está acorde con la historia de nuestro pueblo, su espíritu de
lucha y de resistencia. Y esos valores inculcados que nos llegan a
través de la historia de luchas de nuestro pueblo son los que llevamos
en nuestros corazones la inmensa mayoría de los cubanos, no solo
nosotros cinco. Por eso digo que lo que nosotros podamos haber hecho lo
harían millones de cubanos al igual que lo hicimos nosotros. Por eso la
Revolución está ahí y continúa adelante. ¿Qué
te ha aportado la MUSICA y como la has vivido desde allá dentro? ¿Qué
evolución destacas y cuales son para vos los logros de la revolución
cubana en la música de hoy? Con
respecto a la música estoy desactualizado, especialmente en cuanto a la
música que se hace hoy en Cuba. Durante la mayor parte de mi tiempo en
prisión no he tenido acceso a música cubana. En el ultimo año y medio
he tenido un acceso a ella parcial y limitado a la música producida en
nuestro país hace quince o veinte años, nada más reciente que eso. No
puedo, por tanto, hacer comentario alguno sobre la evolución de la
música en nuestro país. No me puedo referir a lo que en tu pregunta
defines como “la música de hoy”. Si
te puedo decir, en referencia a la otra parte de tu pregunta, que
escuchar la música, sobretodo la nuestra, aunque no sea la actual, a lo
cual he tenido acceso como te decía en el ultimo año y medio, es
transportarme mentalmente a Cuba, recordar las amistades, mi juventud,
recordar la ciudad en la que he vivido toda mi vida, la cultura
cubana, etc. Son momentos en que, como decimos en la prisión “nos vamos
en un viaje”. ¿Cuál
es el principal reto que tiene el movimiento de solidaridad
internacional en la causa de los Cinco y en qué acciones debemos
enfatizar todo el esfuerzo? Yo
trato de ser muy cuidadoso al emitir una opinión sobre el movimiento de
solidaridad internacional y mucho más tratándose de identificar cual es
el trabajo que creemos que hay que hacer. En primer lugar, ese
movimiento es un esfuerzo de ellos y no dirigido por nosotros cinco.
Además, son personas que hacen un gran esfuerzo, con pocos recursos y
sobreponiéndose a muchas dificultades. A ellos le debemos mucho y siento
una gratitud inmensa hacia todos los que forman parte de ese
movimiento. Aclarado
eso, me parece que el reto principal, y no estoy descubriendo nada
nuevo en esto, es conocido por quienes conforman el movimiento de
solidaridad, se puede identificar de la siguiente manera: llegar cada
vez con más insistencia a los círculos en los que se toman las
decisiones políticas, fundamentalmente en Estados Unidos. Si
revisamos la historia veremos que en las luchas sociales y en casos de
injusticia, las autoridades norteamericanas solo han tomado las
decisiones favorables a esas causas cuando ha sido conveniente
políticamente para ellas, o cuando el costo de mantener la situación ha
sido mayor que el de corregirla. El movimiento de solidaridad
internacional, conformado por personas con experiencia en las luchas por
otros temas de justicia, en tratar de cambiar ciertas condiciones
sociales, conoce muy bien esto. La cuestión es como llegar a que esas
sean las condiciones, a que, por ejemplo, el costo político de mantener a
nuestros hermanos en prisión supere a lo que la autoridades
políticamente consideran el beneficio de no liberarlos. La movilización
de conciencias en esa dirección, el trabajo para educar a sectores
políticos y hacer que se sienta con más fuerza aun la demanda de
liberación de nuestros hermanos, de que se haga palpable para los
centros de toma de decisión el costo político de no hacerlo, me parece
que es el reto principal del movimiento de solidaridad. Repito,
es algo que nuestros amigos conocen. No digo nada nuevo. El reto está
en cómo lograrlo cuando no se trata de personas con influencia política o
con recursos económicos para lograr esa influencia política de la
manera que funcionan las cosas en este país. Y sé muy bien que los
amigos están constantemente ideando como mejorar el trabajo y cómo
hacerlo más efectivo. Apoyar el evento de Londres a inicios de marzo y
la jornada “Cinco días por Los Cinco” en junio, precisamente en la
capital estadounidense, serian formas concretas de contribuir a lograr
ese objetivo. ¿Qué le diría a los jóvenes, como actores imprescindibles en esta lucha? Los
jóvenes, con su iniciativa y su energía, con su entusiasmo y su
capacidad de comunicación con otros jóvenes, con su dominio de las
nuevas tecnologías de la comunicación, pueden y deben jugar un rol
fundamental en esta lucha. Hay
trabajo de base, en las comunidades, educando sobre el caso, o
contactando oficiales electos (en el caso de Estados Unidos) para el
cual se requiere de tiempo, de energías, en las que la juventud puede
hacer una contribución fundamental. El
uso de Twitter, Facebook, y otros medios digitales de comunicación con
iniciativa, es otro campo en el que la juventud puede aportar mucho.
Tanto la juventud norteamericana, o de otros países, como la cubana de
las formas en que le sea factible y con los recursos a sus disposición.
La capacidad creadora de la juventud, con mensajes y códigos
correspondientes a las formas de comunicación de las nuevas generaciones
puede contribuir mucho a hacer llegar la verdad de nuestro caso a
cientos de miles de jóvenes en todo el mundo que no conocen del caso, o
también para hacer llegar a oficiales electos ( otra vez me refiero a
Estados Unidos) el mensaje con la petición de nuestra liberación o
elementos de interés sobre el caso. Yo
les diría a los jóvenes que se sumen con entusiasmo y con dedicación a
la lucha. Sin ellos, se haría mucho más difícil lograr los objetivos. ¿Qué
o que cosas le ayudaron a cumplir su sanción íntegramente sin doblegar
sus principios? Si tiene alguna anécdota o “consigna” (hablo de
elemento de reafirmación) que le ayudó en este empeño. El
elemento principal que me ayuda a cumplir la condena sin doblegar los
principios es la conciencia de que defendemos una causa justa. Esa
conciencia confiere serenidad y comprensión de la situación personal
por dura que sea. Permite poner en contexto nuestra situación y lo que
sucede. Sabemos que lo que se castiga, o lo que se pretende castigar en
nosotros es a Cuba por la herejía de tratar de construir una sociedad
justa y hacerlo muy a pesar de la hostilidad del país más poderoso del
planeta que no acaba de aceptar la idea de que Cuba es un país
independiente y soberano. Esa comprensión nos permite darle poner en
perspectiva histórica a la situación personal por la que pasamos y
asumirla con honor y con dignidad. Permite tener una visión más
abarcadora, un cuadro más general, sobre qué representa nuestro caso en
un proceso histórico más amplio de hostilidad de las autoridades de
Estados Unidos hacia la Revolución cubana. Y sin pretender
considerarnos símbolos de nada, espero que la lección que saquen las
autoridades norteamericanas es que así como no pudieron doblegarnos a
nosotros cinco, no podrán nunca destruir la Revolución. Los
principios no los hubiéramos doblegado nunca, como se comprobó durante
los años iniciales aún en el más absoluto aislamiento, y sé que tampoco
nuestros hermanos que permanecen en prisión doblegarán sus principios
aún en las más difíciles condiciones. No obstante, la solidaridad y el
apoyo que recibimos tanto del pueblo cubano como de tantos amigos y
amigas alrededor del mundo, hacen más llevadero el cumplimiento de la
condena. A la vez, se convierte en un compromiso para nosotros. Un
compromiso de resistencia y de lucha.
¿Qué
ha significado para usted su amistad con Oscar López Rivera? En este
sentido, mantengo comunicación con Oscar y me ha hablado con afecto de
Fernando. Yo
tuve el privilegio de compartir algo más de cuatro años de mi
encarcelamiento con Oscar. Él es una persona de principios a la cual
respeto y admiro. Fue con su ayuda, por ejemplo, con quien di los
primeros pasos en el dibujo. El lleva muchos años pintando, y me ayudó
mucho cuando decidí introducirme en el dibujo. Es
una persona de la cual aprendí muchas cosas. Él tiene la experiencia de
las luchas en Estados Unidos en los años 60 y 70. Vivió la experiencia
de Viet Nam, y antes de eso, de la emigración boricua a Estados Unidos
en los años 50 del siglo pasado donde enfrentaron la pobreza y la
discriminación racial. Hay una parte de la historia de Estados Unidos de
la cual no se habla en los libros de texto: la de las luchas de grupos
revolucionarios de afroamericanos, de Chicanos, de puertorriqueños y
hasta de anglosajones. Grupos que enfrentaron la represión más feroz del
sistema. La década del 70 del siglo pasado fue muy activa para esos
grupos. Oscar conoce mucho de las luchas en esa época y a través de él
pude conocer de experiencias, pude leer libros escritos por
participantes en aquellas luchas. Hay, por ejemplo, presos políticos
afroamericanos que llevan más de cuarenta años en prisión como resultado
de aquellas luchas y son prácticamente desconocidos por sus propias
comunidades. Con él también conversé mucho sobre Puerto Rico y la realidad de esa Isla colonia de Estados Unidos en pleno siglo XXI. El
lleva más de treinta años preso y ha sido verdaderamente maltratado,
sobretodo en sus primeras dos décadas en prisión, por las autoridades
que vertieron sobre él todo el odio que que suelen verter sobre aquellos
a quienes considera sus enemigos políticos. Así que de la realidad de
la prisión también aprendí de él. Es
una persona bien informada, ideológicamente bien definida, con la cual
pude sostener conversaciones sobre la realidad política del país, sobre
la actualidad, sobre la historia, etc, que de otra manera no hubiera
tenido la oportunidad de tener pues lo que predomina en la prisión es la
apatía sobre esos temas, la desinformación y la falta de conciencia. Oscar es un gran ser humano e hizo más productivo en cuanto a mi preparación y mi educación, mi paso por la prisión. A
él le deseo lo mejor, y que la lucha de su pueblo y de los amigos que
le apoyan conduzca a su libertad. Aunque bien sé que él está dispuesto a
hacer el sacrificio que sea necesario y lo asume con ecuanimidad, con
dignidad y con honor. Pero se merece ser libre y disfrutar de sus
hermanas, de su hija y de su nieta, así como de su pueblo. Un abrazo
para él. ¿Qué piensa hacer a su llegada a la isla? Lo
principal a mi regreso, en los primeros momentos y días, será disfrutar
de mi familia y compartir con Rosa Aurora, de los cuales he estado
separado por tantos años. Saludar a los familiares de mis hermanos,
compartir con amigos a quienes no veo hace tanto tiempo y tratar de
llenarme de la isla, de la vida a la que estamos acostumbrados y que
tanto extraño, bañarme en el mar si el clima lo permite, caminar La
Habana. Después habrá tiempo para planificar otras cosas, esas son las
de los momentos más inmediatos a mi regreso. En
términos más generales, en cuanto al futuro, unirme a la lucha por el
regreso de mis otros hermanos y tratar de contribuir a esta de la mejor
manera posible. Tomado del Blog Supón
Por Nyliam Vázquez García
Fernando González cumplirá íntegramente su condena el próximo 27 de
febrero. Aunque no se sabe cuánto tardará el proceso de deportación al
que será sometido, la familia ya siente más cerca la posibilidad del
abrazo y él también Ha
sido un día muy agotador, pero está feliz. Como siempre, ha hecho mil
planes, pero no siente que ha adelantado mucho: cobró la jubilación,
conversó con varias personas, esperó a Juventud Rebelde para un diálogo.
¡Ha sido un día!, dice al abrir la puerta. De
todas formas, como siempre, puede con todo; no solo porque es una
guerrera, sino porque acaba de regresar de ver a su hijo en la prisión
de Safford, Arizona, y su hijo está de buen ánimo, y ese detalle para
una madre se convierte en fuerza renovadora. Fue una visita diferente. Por
primera vez en 15 años, Magali González Llort mira el almanaque y
descuenta el tiempo con esperanzas de que ciertamente quede poco. Aún no
se sabe cómo será ese día, ni los siguientes; cuándo por fin podrá ver a
Fernando en Cuba, pero ella se muere de ganas de abrazarlo de verdad y
no regida por las reglas de los carceleros; ponerle el brazo por encima,
tocarlo a su antojo. Fernando
González Llort cumplirá íntegramente su condena el 27 de febrero de
2014. Su disciplina, como la de los Cinco, ha sido intachable, ni una
sola queja, ni un solo reporte disciplinario en ninguna de las prisiones
por las que ha transitado desde que el 12 de septiembre de 1998 fuera
arrestado en Miami, junto a Gerardo, René, Antonio y Ramón. Ha sido un
ejemplo y, por eso, en vez de los 17 años y 9 meses, previstos en la
resentencia de 2009, a partir de la reducción de condena por buen
comportamiento que reciben los presos federales, Fernando habrá pagado
injustamente por haber evitado actos terroristas, con 15 años, cinco
meses y 15 días de su vida. Todavía no se sabe cómo será su salida, el tiempo que tardará el proceso de deportación. Solo
una cosa es cierta: el hijo de Magali, el hermano de Marta y Lourdes,
el esposo de Rosa Aurora, habrá cumplido la condena impuesta a finales
de mes. Más allá del proceso de deportación, la fecha que se avecina
coloca a la familia en una perspectiva nueva. Podría ser que sentarse
todos alrededor de la mesa no sea más un sueño recurrente. En la estratósfera El
apartamento de Magali en la Víbora será de las tantas novedades que
Fernando encontrará a su regreso. A pesar de su trabajo, estuvo al tanto
de la permuta que quería hacer su madre para que él pudiera vivir
independiente. Pero demoró demasiado y se dio cuando a él y a sus
hermanos ya los habían arrestado en Miami. Magali lleva más de una
década viviendo en ese barrio, pero su hijo apenas lo conoce por fotos.
Ahora mismo, esta mujer que hemos visto de un lado a otro defendiendo la
libertad de los Cinco, no encuentra ni un par de vasos en su cocina
para ofrecer agua. «Estoy
en la estratósfera», confiesa y se le ve el brillo feliz, el miedo
agazapado, porque la incertidumbre acecha como una espada de Damocles.
Sin embargo, se le nota la energía después de sopesar, como solo saben
las madres, el ánimo de Fernando en los últimos días de este enero. «Estaba
con gripe, había estado con fiebre el día anterior. Había bastante
frío. Tenía puesto dos pulóveres de mangas debajo y la camisa del
uniforme que usan allí», es lo primero que comenta y enseguida salta
para lo que la tiene flotando. «Con
muy buen ánimo, porque dice que esta visita lo hacía ponerse en la
realidad de que ya estaba para salir, que le quedaban pocos días…»,
confiesa. Para ella y sus hijas —Marta y Lourdes la acompañaron— también este encuentro con Fernando tenía un sabor especial. «Eso
fue... imagínate, pensar que esa sería la última vez que nos íbamos a
tener que encontrar en esa situación… uno se da cuenta de que a nosotros
y a él lo tratan con bastante respeto y no hemos tenido problema,
siempre hemos sido disciplinados, tratando de no crearle conflictos. Él,
como siempre, recordando lo habido y por haber; toda la historia de su
vida, de fulanita si vive aquí, si menganito sigue viviendo allá, porque
sigue la huella de todo el mundo…», cuenta Magali y el brillo en sus
ojos es contagioso. «Con
ustedes aquí yo me siento que voy a salir», dijo Fernando, quien tal
vez frente a los suyos se dejó llevar por esa idea feliz, aunque él está
preparado para cualquier cosa. De hecho, le contó a su familia que
fueron otros presos quienes lo pusieron sobreaviso con las cuentas.
«Oye, Cuba, te quedan 31 días…», «Oye, Cuba, te quedan 28», le dicen al
pasar. Él trata de no pensar e intenta seguir su rutina, pero con su
familia allí no pudo contenerse y hablaron de muchas cosas sin poder
evitar el tono de resumen, de recapitulación de lo que han sido los
últimos 15 años. «Nos
alegramos de ver que aunque tenía mucha tos, no tenía fiebre. Ahora
está esperando la visita del abogado que tiene conocimiento de la
situación migratoria, para que lo oriente de cómo puede ser la salida,
porque para todos nosotros y para él esa es una interrogante. Desconoce
para dónde lo llevarían, qué tiempo tendría que permanecer ahí para el
regreso, pero estaba contento de que esa fuera la última visita que
tendríamos que hacer allí», comenta Magali. Dice
la madre que se la pasaron dándose consejos los unos a los otros para
estos días. Ella sabe el hijo que tiene, pero no puede evitar, cuando
pone la cabeza en la almohada, pensar en que Fernando está en una
cárcel, y en una cárcel siempre está en peligro. «Él
tiene bien puestos los pies en el piso y trata de no buscarse ningún
problema, nosotros nos damos cuenta de que hay cierto respeto hacia él,
creo que se lo ha ganado con su comportamiento, su disciplina…»,
asegura. Cuando pregunto qué le contó sobre las más pequeñas de la familia… «Él
está loco por conocer a sus sobrinas-nietas. Vio unas fotos que le
mandó Laura, su sobrina; pero está loco, por conocerlas. Fernando dejó
de ver a mi nieta cuando estaba como en la secundaria, la vio de nuevo
cuando ella estaba embarazada y él estaba en la prisión de Terra Haute.
Esa fue la única ocasión, y Laura es madre por segunda vez… quiere saber
qué está haciendo ella, cómo se las arregla en la casa, con las dos
niñas, con el círculo infantil, todo con detalles, la vida diaria, como
si estuviera aquí», dice la madre y se ríe de las cosas de su hijo, ese
hombre que ha envejecido en una prisión estadounidense por cometer un
«delito»: salvar vidas tanto cubanas como estadounidenses. Cuenta regresiva Magali
piensa que su hijo no mereció estos años de cárcel y recuerda que por
los mismos cargos impuestos a Fernando (Agente extranjero no
identificado y documentación falsa), otros en Estados Unidos fueron
condenados a menores penas o devueltos a sus países de origen, incluso
con acusaciones probadas aún mayores. Pero Fernando, Gerardo, Ramón
Antonio y René son cubanos y fueron juzgados en Miami. Además, la verdad
es que ahora ella no piensa en nada que no sea la cuenta regresiva.
Quizás su hermana Lourdes tenga bloqueado por estos días ese recuerdo
que la sobrecoge y todavía la hace llorar. Ese que la devuelve a su
primera visita, a la soledad de las afueras de la prisión después de
verlo. Vuelve a mirar alrededor, como si hoy fuera ayer, se detiene en
las alambradas, los muros, los guardias y pregunta con un dolor intenso
en el pecho: «¿Qué hace mi hermano aquí?». Pero, no. La
familia ahora está inmersa en la dinámica de los preparativos y hace un
extra para espantar malos recuerdos. La esposa de Fernando, Rosa
Aurora, lo tiene claro, porque con ella también dialogó JR. «Han
sido 15 años de mucho sufrimiento, pero nosotros hemos estado en
libertad, Fernando ha estado en condiciones muy hostiles. Tiene que
adaptarse a esa condición de libertad, que va a llevar un proceso
psicológico importante». Deuda En
medio del tropel de su mente, Magali no puede dejar de mencionar a
todos aquellos que han tendido una mano en todos estos años. Han sido
muchas personas buenas y de ello conversó con Fernando esta vez. «No
es fácil, todo el mundo está trabajando y se separan de sus familias el
sábado y el domingo, los días de las visitas, para llevarnos a la
cárcel», comenta, y ella sabe que son dos horas y pico de carretera y
que los controles de la prisión son muy incómodos. Por otra parte,
asegura, nunca sabes qué tanto puede perjudicar a un solidario el hecho
de que esté apoyando, ayudando. «Tienes
que dar la marca, la chapa, el color del carro que te llevará… un grupo
de datos de esas personas que te están dando solidaridad», reconoce. «Hemos
tenido suerte al conocerlos, porque no es fácil en un lugar que es tan
apartado, tan gris… aquello es un desierto. Rocas, muchas montañas, pero
de rocas. Muy áspero todo. Sin embargo, la gente con un corazón
tremendo», comenta Magali, y por un momento vuelve al panorama desolador
de Arizona, donde está la penitenciaría donde Fernando ha pasado los
últimos años. Vuelve a los amigos, regresa la luz. «Tenemos muchísimo
que agradecer», sentencia. Preparativos Las
hermanas le compraron algunas cosas que creyeron él pueda necesitar,
con los colores que ellas saben que le gustan. Rosa también le tiene sus
detalles. Magali ya anda buscando para hacerle la yuca con mojo que
hace tantos años él no come. Madre y esposa desean que haga lo que
desee, una vez que llegue. «Los planes los iremos haciendo en la medida de sus deseos, lo que él quiera hacer», apunta Rosa Aurora. «Yo
no sé qué va a pasar cuando nos encontremos… Quiero que sea él quien
decida. Me da mucha alegría pensar que por primera vez él pueda pedir
algo que pueda disfrutar, no añorarlo y que sea algo lejano. Yo estoy
esperando nada más que llegue y me diga: Voy a la Víbora, voy para el
Vedado, para Playa…», dice Magali. De
todas maneras, hay algunas cosas que parecen más o menos seguras
mientras pasan los días… Tiene que adaptarse de nuevo a todo, incluso a
la libertad. «A
ver cómo va a ser su inserción, porque para ellos es un cambio brusco.
Está acostumbrado a caminar dos pasos y se tiene que parar si pasa
alguien, a una alimentación bien distinta, a pararse ante las puertas,
con horas y restricciones. Yo sé que va a ser difícil», dice su madre,
sabia, como todas. Su
esposa Rosa Aurora, que a causa de su enfermedad no ha podido ver a
Fernando en un año y medio, tiene su mirada azul más transparente por
estos días, aunque con el susto de que puedan alargarle el abrazo. No se
sabe. «Me
gustaría poder compartir tiempo juntos, porque hemos estado separados
muchos años. Me gustaría poder pasear con él por La Habana, para que vea
todas las cosas lindas que se han hecho en La Habana Vieja, las que se
han recuperado en estos 15 años. Sé que lo va a disfrutar, a Fernando le
gusta mucho esta ciudad», sigue Rosa. Ya
piensa en buscarle libros de su interés: de Historia, de Economía. Pero
reserva, para cuando puedan ir juntos, de la mano, una visita por las
librerías para llevarse a casa algunas de las novedades editoriales. En
prisión, Fernando tiene claro qué es lo que quiere esencialmente y se
lo dijo a su madre: «Él quiere trabajar, incorporarse enseguida en el
trabajo que le den». «Está
loco por empatarse con Rene, ver la gente aquí y mi casa, disfrutar el
calor de la familia, porque nos sentemos a la mesa todo el mundo juntos,
conocer personas, sentirse que ya está en lo suyo», continúa Magali. Dice la esposa que René está esperando a Fernando para trabajar juntos en todo lo relativo a la campaña. «Fernando
está consciente de que esa es una de sus tareas principales: unirse a
la lucha de sus tres compañeros que todavía están en prisión», asegura
Rosa. Cuando Magali comenta sobre los tres hijos que aún le quedarían en prisión, se le apaga la sonrisa. «Con
Rene, ya son dos para luchar por los tres que quedan… una situación
difícil, porque uno se pone a analizar y hay que luchar mucho. A Ramón y
a Tony le quedan años, pero los años pasan; Gerardo no tiene otra
salida, y por eso considero que no podemos conformarnos. Tenemos que
echar el resto, pero Gerardo tiene que venir también en un avión y que
no tenga que cumplir esa condena. Ya bastante desgracia tuvo al no poder
ver a su madre cerrar los ojos, al no poder tener hijos que pudieran
disfrutar de cómo es él, de campechano, alegre…». Con
una mueca y una fuerza telúrica, Magali asegura que a ella Gerardo le
preocupa sobremanera. Para las familias de los Cinco la alegría nunca va
a ser completa, mientras todos no estén disfrutando del cariño de los
suyos. «Ese es otro plan de Fernando, seguir luchando porque hay que traer a los otros para acá», apunta Magali. Con un ancla en la tierra Mientras
todos se debaten entre hacer y no hacer planes, por si surge algún
imprevisto, Fernando trata de mantener la calma. Claro, ya nota que por
más que se esfuerza, la mente se escapa con ciertos pensamientos. Siente
que le cuesta concentrase en la lectura. Sin embargo, se impone hacer
sus días normales. «Ha
mantenido sus salidas, temprano en la mañana a correr, excepto esos
días de fiebre. Pero el espíritu se le veía de otra forma, no veía esta
visita como una más para esperar otra, dentro de un tiempo, cuando
dieran visa. Ya estaba con su cabeza aquí», dice su madre. Ella,
Magali Llort, sabe que después de este primer impacto vendrán las cosas
normales: analizar, ver cómo puede ayudar, de rearmar su vida. Pero
antes piensa en el momento en el que todo comienza de nuevo para su
pequeña familia, el momento esperado por otras tres y que habrá que
seguir en el intento de acercar, de hacer definitivo, para que cuando
René y Fernando se acuesten al final del día, Adriana duerma acurrucada
en los brazos de Gerardo, Ramón ande por ahí jugando a lanzarse
almohadas con sus cuatro mujeres (el amor de su vida y sus tres hijas), y
Tony esté abrazando a Mirta o tirando un pasillo con sus hijos o tal
vez tratando de dormir al nuevo sobrino-nieto de la familia. Magali
sigue en las estratósfera, pero con un ancla en la tierra. «No quiero
ni tomar refresco de cola, para que no me vaya a subir la presión en
estos días». Ahora susurra. Sabe que hay que hacer las cosas muy bien,
mantener la calma en lo posible y eso vale para todos. Regresa a las
nubes y lo hace llevándose las manos al pecho. «No
sé cuántos latidos marcará mi corazón cuando yo lo vea bajarse de un
avión, un barco o una cigüeña… (risa), no sé en qué lo traerán, pero
deseo verlo llegar y ver reflejado en su cara el encuentro con este
país». Tomado de Juventud Rebelde
Por Wilkie Delgado Correa* Herederos
de estos padres fundadores son millones de cubanos, entre los cuales
los 5 Héroes son parte de la vanguardia. Precisamente, el día 27 de
febrero, al conmemorarse el 140 aniversario de la caída en combate del
Padre de la Patria, será liberado Fernando González Llort. ¡Bienvenido,
Fernando, que la Patria te contempla y espera orgullosa!
Si
a veces los analistas del presente no pueden explicarse determinados
asuntos pasados o recientes de la historia cubana; si los enemigos se
han equivocado una y otra vez por tratar de destruir a la Revolución
cubana, su obra más acabada; si reaccionarios de toda laya en diferentes
países esgrimen su odio fascista, su xenofobia cavernaria contra los
cubanos, es porque los patriotas cubanos de estos tiempos han sabido ser
fieles a los principios, han sido hermanos solidarios con otros pueblos
y no han cedido ante las amenazas, el chantaje, las agresiones y la
política de las zanahorias de sus enemigos naturales e históricos.
Si vendepatrias, traidores y desertores han desempeñado el triste y
vergonzoso papel de rastreras verdolagas frente a la dignidad y altivez
de nuestra palma real, simbólica insignia de la cubanía; si personajes y
personajillos del pasado y del presente siempre serán despreciables por
el abandono de su deber de servir en forma desinteresada, por haberse
prosternado ante el altar del dios dinero, desvivirse acuciados por una
avaricia primitiva y por una idolatría servil al poder del imperio; es,
sin duda alguna, porque los cubanos son herederos de un acervo de
virtudes que se ha cultivado en una marcha jalonada por el sacrifico y
el heroísmo, sin dejar de reconocer que aquí, como en cualquier parte,
vuelan a ras de tierra las aves de rapiña y se arrastran bajo tierra los
gusanos.
A quienes, sean individuos o instituciones u organizaciones regionales,
hoy como ayer -quizás también mañana- han formado escarceos mediáticos
por quítame allá esta paja, se rasgan las vestiduras de marionetas
políticas mientras escenifican comedias truculentas y se convierten en
hazmerreir de los pueblos, con argumentos y pretextos diferentes, reales
o ficticios, para justificar y darle “credibilidad” a sus campañas
prejuiciosas y malintencionadas contra los cubanos fieles a su país,
debemos responderles con las ideas de Martí al respecto:
“Las malas acciones me entristecen, como si las cometiera yo, y las
buenas me dan bríos para pelear. Son algunos los vendidos y muchos los
venales, pero de un bufido del honor puede echarse atrás a los que, por
hábito de rebaño, o el apetito de las lentejas, se salen de las filas en
cuanto oyen el látigo que los convoca, o ven el plato puesto. Hay que
cargar los barcos de esos insectos dañinos, que les roen el hueso a la
patria que los nutre. ¡Para todo hay en este mundo imbéciles y viles!.
Unos hombres piensan en sí más que en sus semejantes, y aborrecen
los procedimientos de justicia de que les puedan venir incomodidades o
riesgos.
Otros hombres aman a sus semejantes más que a sí propios, a sus hijos
más que a la misma vida “y se exponen a la muerte por dar vida a la
patria”.
Y finalmente, para que lo sepan todos, Cuba patentiza con las palabras de Martí que
"Nada piden los cubanos al mundo, sino el conocimiento y respeto de sus
sacrificios, y dan al universo su sangre (..) Y al mundo preguntamos,
seguros de la respuesta, si el sacrificio de un pueblo generoso, que se
inmola por abrirse a él, hallará indiferente o impía a la humanidad por
quien se hace".
Herederos de estos padres fundadores son millones de cubanos, entre los
cuales los 5 Héroes son parte de la vanguardia. Precisamente, el día 27
de febrero, el día en que se conmemora el 140 aniversario de la caída
en combate del Padre de la Patria, será liberado Fernando González
Llort.
Preso desde 1998, Fernando fue sancionado, el 18 de diciembre del 2001,
a 19 años de reclusión, y luego resentenciado a 17 años y 9 meses. Ha
permanecido en prisión 15 años, 5 meses y 15 días de su vida.
Al leer su alegato en el juicio, subrayó: "Mi
país y mi pueblo fueron obligados hace más de cuarenta años a despertar
al peligro y llamados a defender su libertad. Yo me siento orgulloso de
haber sido uno de los que previno a mi pueblo de esos peligros.
Sinceramente, confío en que algún día Cuba no tenga necesidad de que
personas como yo voluntariamente y por amor a su país y a su pueblo,
vengan a este país a luchar contra el terrorismo. Todo hombre que se
respete así mismo se debe antes que nada a su Patria. En los años de
presidio me acompañará siempre la dignidad que he aprendido de mi pueblo
y de su historia". Gerardo
Hernández, en entrevista a Saúl Landau, ante la pregunta de si nunca se
le ocurrió traicionar para escapar de la pesadilla vivida en prisión,
recalca esa fidelidad de los Cinco a la herencia histórica de los hijos
verdaderos de esta tierra: “Muchas personas no entienden
eso, personas que se han criado con la idea de que el dinero es todo en
la vida... La idea de traicionar nunca me pasó por la mente. Es tan
obvio que hasta me cuesta trabajo explicarlo. Pero sería traicionar no
solo a mi mismo como persona, como revolucionario, sino sería traicionar
a un país completo, a mi familia. Sería traicionar a todos los cubanos
que enciento y tantos años de revolución, desde 1868, han muerto, han
dado sus vidas porque ese país sea libre, sea independiente y conserve
su soberanía”. Regresa
Fernando, el segundo de los 5 Héroes liberados después de cumplir la
condena injusta, con la misma consecuencia que expresara en su alegato:
“En los años de presidio me acompañará siempre la dignidad que he aprendido de mi pueblo y de su historia". Y lo hace también, tal como lo expresara Ramón Labañino en su alegato, después de llevar, durante los años en prisión, “el uniforme de recluso con el mismo honor y orgullo con que un soldado lleva sus más preciadas insignias!”. ¡Bienvenido, Fernando, que la Patria te contempla y espera orgullosa! *Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.
Fernando González, Héroe de la República de Cuba, saldrá de prisión el próximo 27 de febrero de 2014: Fernando
saldrá de la prisión federal de Safford, en Arizona, después de cumplir
su injusta condena de 15 años, 5 meses y 15 días, resultado de un
amañado procesamiento y juicio por parte del gobierno estadounidense.
Fernando, al igual que sus otro cuatro hermanos: Gerardo, Ramón,
Antonio y René, los Cinco Cubanos, sacrificaron sus vidas para defender
al pueblo cubano de una infame campaña terrorista llevada a cabo por
terroristas de la extrema derecha cubanoamericana radicados
principalmente en Miami, con el conocimiento y la protección de
Washington. Ya
que Fernando no es ciudadano estadounidense, las leyes, según nos
explica su abogado, Richard Klugh, requieren que al finalizar su condena
Fernando pase a la jurisdicción de las autoridades de Inmigración. Según
explica su abogado: ¨Para facilitar su pronto regreso a Cuba, Fernando
ha desistido de continuar siendo parte del proceso de apelación
extraordinaria, llamado de Habeas Corpus, junto con sus otros tres
hermanos que permanecen en prisión, Gerardo, Ramón y Antonio. Como
también ha renunciado a impugnar su deportación a Cuba. Fernando tiene
todos los trámites en orden y hay negociaciones con las autoridades
pertinentes para lograr su inmediato regreso a Cuba y a su maravillosa
familia." En
2009, por orden del Tribunal de Apelaciones del Onceno Distrito, su
condena original de 19 años fue reducida a 17 años. De acuerdo a las
regulaciones del sistema federal de prisiones, los presos en sus
cárceles reciben una reducción de un 13% del total de las mismas por
buen comportamiento. Su abogado Klugh mantiene que "Fernando ha sido un
preso ejemplar en todo, nunca tuvo ningún tipo de incidente". Continúa
Klugh, "Todos los abogados que hemos participado en la defensa de los
Cinco siempre hemos tenido un fuerte sentimiento de afinidad con
Fernando. Es una persona extremadamente sensible, gentil, fuerte y
honorable." Nos
sentimos aliviados con el regreso de Fernando a su familia y a Cuba.
Reconocemos su entereza y compromiso con la libertad y la seguridad de
su pueblo al igual que siempre lo han hecho sus otros cuatro hermanos.
Nos mantendremos luchando hasta lograr que se haga justicia y que
Gerardo, Ramón y Antonio también puedan regresar lo antes posible a su
familia en Cuba.
Tomado de Comité Nacional EE.UU. por la Libertad de Los Cinco
Por Winston Orrillo Ledesma
FERNANDO
SALE EN LIBERTAD POR BUEN COMPORTAMIENTO: una paradoja. El imperio se
siente derrotado por el triunfo de la CELAC, que es el triunfo de Martí,
de Fidel, del Che, de Raúl, de Camilo, de Abel, de Mariátegui, de
Sandino y, un poco antes, de Túpac Amaru. Cuba, urbi et orbi,
disemina la buena nueva de que se acerca el fin del imperio, lo que
significa, palabras más palabras menos, el triunfo del hombre sobre la
bestia apocalíptica que, ahora, tiene el nombre de neoliberalismo,
globalización y demás malos vocablos. Integérrimo,
el ejemplo invicto de los 5 patriotas cubanos, ha conmovido a la
Humanidad y por eso, esto no es sino la cosecha de las victorias que
significaron las penurias de un cautiverio kafkiano, donde el autor de
"La metamorfosis" quedaba como un niño de pecho. De
33, 31 mandatarios de Nuestra América han acudido al llamado de La
Habana, el genuino Primer Territorio Libre en América, al conjuro de los
versos de César Vallejo, quien escribiera: "¡Hay, hermanos, muchísimo
que hacer!" y de otro gran bardo, igualmente peruano, también universal,
Alejandro Romualdo, quien al final de su "Canto Coral a Túpac Amaru",
sentara aquellos celebérrimos versos: "¡Y no podrán matarlo!" El
artero y crudelísimo imperio español, no pudo con el cacique de
Tungasuca, así como el neoimperio yanqui no pudo derrotar a la
Revolución Cubana, que presenta, diáfana, su imagen, ante el mundo, al
humillar al "gigante de las 7 leguas" en la ONU y ahora en la CELAC,
adonde ha concurrido la senescente OEA a hacerle morisquetas para que
vuelva a su emporcado seno, pero si ya Cuba había dicho -y lo cantamos
en nuestra juventud- "Con OEA o sin OEA, ganaremos la pelea". Y ahora que la ganaron quieren que vuelva. ¡No que no! Adelante.
Que salgan los otros tres patriotas. Y que se consolide la victoria
popular, el triunfo de la Segunda y Definitiva Independencia, con Cuba
Socialista a la cabeza, con Nicaragua sandinista, con Bolivia y su
Estado multinacional, con Venezuela Bolivariana, con Uruguay recuperado,
con Brasil de Jorge Amado, con Argentina cristinista... Per saecula saeculorum. Winston Orrillo, el 31 de enero del 2014 en La Capullana, LIma, Perú
Miami,
29 Ene (Notimex).- Fernando González saldrá libre el 27 de febrero
próximo, tras 15 años de injusta prisión, informó su abogado, Ira
Kurzban.
Se trata de uno de los cinco cubanos sentenciados en 2001 en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo.
El letrado dijo que luego de la puesta en libertad, su cliente será trasladado a una cárcel migratoria para ser deportado.
Fernando González, de 50 años de edad, cumplía una sentencia de 17
años. Había sido condenado inicialmente a 19 años, pero su pena fue
reducida debido a una apelación y como consecuencia de su buena
conducta.
Es el segundo de los cinco cubanos liberado, tras ser condenados
injustamente por tribunales estadounidenses. En 2011 René González fue
puesto en libertad y en la actualidad vive en Cuba.
Otros tres: Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero continúan presos. Tomado de Radio Habana Cuba
Arribamos
al final de otro año. Ha sido un período de inmensos esfuerzos y de
significativos resultados en la lucha por nuestra liberación. Este año
que culmina nos deja la satisfacción del regreso definitivo de René a la
Patria y el impulso que su contribución significa a la campaña por la
libertad de Los Cinco.
Han sido varios los momentos que han marcado hitos durante este año en
el trabajo de solidaridad con la causa de nuestra liberación.
Mencionaremos, por ejemplo, y sin menoscabo de otros significativos
acontecimientos, la Segunda Jornada de Solidaridad con Los Cinco
celebrada en la capital de Estados Unidos, el Coloquio en Holguín, la
victoria legal obtenida con la orden de un juez al gobierno
norteamericano para que entregue las informaciones sobre pago a los
periodistas, que se negaba a hacer pública, la publicación del libro “Lo
que hay del otro lado del Mar: La verdadera Historia de Los Cinco
Cubanos” y la gira de su autor, Stephen Kimber, por varias ciudades
norteamericanas. No podemos dejar de mencionar las actividades
realizadas en todas partes del mundo al conmemorarse el decimoquinto
aniversario de nuestros injustos arrestos. Estos son algunos de los
momentos significativos del trabajo de ustedes durante este año. El
esfuerzo abarca muchos más países en cada uno de los continentes.
Por tan destacado trabajo les estamos profundamente agradecidos. Hoy el
caso de Los Cinco Cubanos presos en Estados Unidos es de conocimiento
público y en los círculos de poder gracias al trabajo de ustedes. La
presión sobre dicho círculo se hace sentir debido a la solidaridad de
cientos de miles de amigas y amigos en todo el mundo.
Recibamos el año nuevo con renovado ímpetu, con el mismo espíritu de
lucha y la confianza en el triunfo de la verdad. Les pedimos
humildemente que apoyen con decisión la celebración de la Comisión
Internacional de Investigación en el caso de Los Cinco Cubanos, que
sesionará en Londres, Inglaterra a principios de Marzo. Nuestra gratitud
a los Comités Europeos que idearon y organizan este evento.
Brindemos también todo nuestro apoyo a la celebración durante el mes de
Junio a la Tercera Jornada de Solidaridad con Los Cinco en Washington,
D.C., que organiza el Comité Internacional de los 5 cubanos. Acojamos
con entusiasmo las iniciativas del Comité Nacional para la Libertad de
Los Cinco en Estados Unidos y de todos los Comités que funcionan en casi
todos los países del mundo.
A todos ustedes, en cualquier parte del universo en que se encuentren y
desarrollen su activismo, llegue nuestra gratitud infinita por otro año
de esfuerzos y de logros en la lucha por nuestra liberación. A todos,
un Feliz Año Nuevo. Que sea el 2014 otro año de victorias y avances en
la lucha. !Feliz Año Nuevo!
Por Diego Rodríguez Molina
Evocamos decisivos años estudiantiles del héroe y quizás ni imagine las luces que siguen sus pasos por el sur de Cuba...
Con
la energía de sus cortos años juveniles y la alegría de sus vacaciones
escolares, Fernando no se cansa de jugar béisbol en las áreas aledañas a
su comunidad, erigida en un recodo campesino del viejo camino entre
Nueva Gerona, capital de Isla de la Juventud, y el poblado de La Fe.
Cuando
lo conocí este verano, él sabía que esa edificación, ahora modificada
en confortables apartamentos para familias damnificadas del huracán
Gustav y otros necesitados, había sido sede del preuniversitario en el
campo José Carlos Mariátegui, que las nuevas condiciones económicas del
país obligaron a trasladar a la ciudad y aprovechar el inmueble en otros
fines sociales.
Pero poco conocía el muchacho que esos terrenos
en que hoy anota carreras, victorias para su equipo y no pocas
travesuras —por eso escribo estas líneas— fueron los mismos donde un
tocayo suyo, el Fernando de los Cinco Héroes, dio rienda suelta a su
afición por la pelota y, como confesara el propio González Llort desde
la injusta cárcel estadounidense en entrevista publicada en Bohemia en
agosto del 2012: “…los tres años que estudié allí fueron definitorios en
mi personalidad y en mi vocación desde entonces. Me aportaron
disciplina, vocación de futuro”.
“Es como si en esos años, de 1978
hasta 1981 —amplía hoy el habanero, de su etapa entre los pineros—,
todas las influencias y experiencias que desde niño había recibido en
términos patrióticos, revolucionarios, ideológicos y de compromiso
social, que no estaban sistematizados en un nivel de conciencia y una
vocación específica, se hubieran enfocado en un camino que constituía
una opción lógica para poner de manifiesto mis inquietudes sociales. En
esos tres años se definió en sus rasgos esenciales el Fernando de hoy”.
EN SU ANTIGUA ESCUELA, NUEVA COMUNIDAD
En
el recuento del medio siglo transcurrido, que casi seguro hiciera en la
prisión de Safford, en Arizona, él tuvo que haber revivido aquellos
inolvidables años, desde que se proclamó Isla de la Juventud, hasta
graduarse de bachiller, de su incorporación a la Federación Estudiantil
de la Enseñanza Media (FEEM), las responsabilidades asumidas y del
orgullo de haber estado entre los más destacados del curso final. Y
difícilmente haya olvidado los encuentros con becarios de países
hermanos, entre ellos Angola, a donde prefirió ir a defender su
soberanía en vez de optar por un cargo diplomático, después de graduado
con Diploma de Oro en el Instituto Superior de Relaciones
Internacionales.
Reflexiono también en estos y otros pasajes de su
vida mientras escucho a los chicos divertirse a sus anchas en la
campiña que esconde anónima historia, y medito en el granito de arena
que a la épica batalla por la dignidad de todo un pueblo pone este
remoto sitio de la geografía y la breve etapa, para muchos inimaginable
en el andar cotidiano, sin detenerse en la grandeza de los detalles.
Son
los peldaños que atesora cada palmo del archipiélago cubano, y quizás
ni imagine el luchador antiterrorista, en el cruel aislamiento, que su
antigua escuela hoy ama la felicidad de una nueva comunidad, con sus
servicios básicos, y alienta a decenas de niños y jóvenes a disfrutar de
la pelota, compartir los demás derechos y exigir a Obama libertad para
los que siguen encarcelados.
“Lo hacemos desde el Comité de
Solidaridad con los Cinco, creado al calor de la fecha, y otras
iniciativas”, afirma Maribel Ramos, dirigente de la FMC aquí.
Mas,
al héroe aún se le priva de la patria y de la más elemental justicia,
separado de su esposa Rosa Aurora, de la madre Magaly, del resto de la
familia y de su pueblo, desde que hace casi 15 años las autoridades
estadounidenses lo detuvieran junto a otros cuatro por infiltrar bandas
terroristas en Miami, y arriesgar sus vidas para impedir crímenes contra
Cuba y ciudadanos de EE. UU.
SOMBRAS Y LUCES
Así
ensombrecen las paradojas cuando son secuestradas la razón y la verdad
en la misma nación que protege a criminales como Luis Posada Carriles y
se ensaña de tal forma que la pena original de 19 años para González
Llort solo se redujo a 17 años y nueve meses en el irracional proceso de
resentencia, dispuesto por el Onceno Circuito de la Corte de
Apelaciones de Atlanta, ejecutado en el 2009 en Miami, bajo la misma
hostilidad del juicio del 2001.
Mas, a pesar de los tres lustros
transcurridos, de la manipulación y la distancia, en este cumpleaños 50
de Fernando no falta el brindis de familiares y amigos ni las merecidas
celebraciones, como hiciera la filial del ICAP en Nueva Gerona, donde
también se festejó los onomásticos —el 13 de agosto— de Fidel y de René
González, el único antiterrorista de vuelta tras cumplir injusta
condena, aparte del castigo adicional de “libertad supervisada” en Miami
y la renuncia a su ciudadanía estadounidense.
Tampoco dejan de
multiplicarse saludos y evocaciones de compatriotas ni los mensajes
enviados en sobre con el nombre de Rubén Campa —como está registrado en
prisión— seguido de los datos: #58733-004, F.C.I. Safford, P.O. Box
9000, Safford, AZ 85548, con originales postales o cartas adentro
dirigidas a Fernando, junto al compromiso de millones por derrotar la
infamia.
Hoy, el Fernando de la comunidad pinera tampoco se cansa
de penetrar en la épica historia de lealtad, augurarle al tocayo que su
último cumpleaños en prisión será el más acompañado y anhelar su
libertad en febrero próximo para reforzar la lucha por el regreso de
Tony, Ramón y Gerardo.
Este último, con dos cadenas perpetuas más
15 años de prisión, da la clave: “Solamente un jurado de millones hará
justicia”, enfatiza refiriéndose a lo insustituible de la movilización
mundial.
El optimismo no escampa. Ya lo dijo Labañino en su
mensaje hace unas horas a “Fernan” desde la cárcel de Kentucky, donde
cumple una sentencia de 30 años: “…el sol trae por ahí sus luces”. Y con
él afirmamos: “…el mejor de los cumpleaños lo celebraremos todos juntos
en nuestra Cuba eterna, libre y soberana”.
Tomado de Cuba en Noticias en CubAhora
Perfil de Fernando González Llort.
Graduado con honores de Relaciones Internacionales. Uno de LosCinco
jóvenes revolucionarios que se infiltró en grupos terroristas que desde
la base principal de la mafia anticubana, Miami, organizan ataques
contra el territorio cubano. Cronología Terrorismo contra Cuba. Consulte más información sobre el caso en nuestra sección:Libertad para los cinco. Consulte además: el compendio informativo Batalla por la Justicia que contiene documentos relacionados con el proceso judicial de los Cinco, cronologías, alegatos y otras informaciones.
Por Deysis Francis Mexidor Fernando
González Llort cumplió 50 años este 18 de agosto. Tenía apenas 35
aquella madrugada de sábado del 12 de septiembre de 1998 cuando fuerzas
del FBI le interrumpieron el sueño, pero no lograron quebrarle los
principios Un cálido beso a su Rosa —esa mujer de ojos claros,
inmensos, profundos—, es lo que ahora mismo Fernando González Llort
estaría deseando. No puede. Como no ha podido tampoco despertarse junto a
ella en muchos años. Como le han privado también comer la yuca
con mojo, ese plato criollo que solo Magali, su mamá, sabe hacer como le
gusta, y que ella no ha vuelto a cocinar desde que su hijo falta. Es una añoranza que le crece en la medida que se acerca la fecha del regreso. Un
regreso después de una cárcel injusta, una sentencia injusta, como lo
ha sido todo el proceso seguido en Miami que un día de diciembre del
2001 lo condenó a él y a Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino
Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez y René González Sehwerert —-cinco
hombres hermanados en la lucha por preservar la vida—-, a largas penas
en prisiones de Estados Unidos. Fernando cumplió 50 años este 18
de agosto. Tenía apenas 35 aquella madrugada de sábado del 12 de
septiembre de 1998 cuando fuerzas del FBI le interrumpieron el sueño,
pero no lograron quebrarle los principios. "Los 50 años me
dan la satisfacción de haber actuado según mis convicciones, inculcadas
por la familia y la Revolución. Me permiten también la comprensión de
que el camino continúa, que la labor de mejorarme como ser humano, como
hombre, como revolucionario, como hijo, como pareja, es una labor que
nunca se puede dar por terminada. Es la perspectiva que me ofrece este
aniversario". Así llegan sus palabras desde una
penitenciaría de Arizona. No se trata de una entrevista. Imposible. Son
las respuestas que en medio de un breve intercambio obtuvo la
reportera... ¿Qué son 50 años en la vida de un hombre? No
son nada si la perspectiva es la historia del hombre como especie
biológica, ni siquiera desde la perspectiva de la historia del país en
el que uno vive y desarrolla su actividad. Ahora, 50 años para un ser, vistos desde el aspecto de la vida personal, popularmente se considera "la media rueda". Aunque
yo a manera de jarana siempre digo que mi rueda dentada tiene más de
150 dientes y, por tanto, yo estoy lejos aún de la mitad. Creo
que lo más importante es sentirse feliz con lo que uno hace, que no
implica un nivel de satisfacción que le impida a uno proponerse metas o
asumir nuevos retos o planes. Tampoco quiere decir que uno acierte en todo o que haya aprovechado al máximo el tiempo vivido. La prisión ofrece oportunidad para pensar, para valorar, para crecer si uno aprovecha el tiempo de forma positiva. Por
tanto, los 50 años en la vida de un hombre pueden ser un buen momento
para hacer balance y ganar experiencia con vistas a seguir el camino.
Uno que todavía es largo y que yo espero que el desarrollo de la ciencia
y de los avances médicos, así como de la cultura que yo sea capaz de
adquirir, permitan que sea aún mucho más largo. Paradigmas El
Che y Camilo son mis paradigmas. Me parece que entre los
revolucionarios de mi generación ellos son los paradigmas para la
mayoría. Esta opinión no es el resultado de una encuesta ni de un estudio sociológico, puedo estar equivocado. Pero
son las figuras de nuestra historia más reciente que han dejado una
huella profunda en nuestra formación. Por supuesto, ni al Che ni a
Camilo los conocí personalmente. Pero desde que era pequeño en la
escuela las cosas que nos enseñaban causaban una gran impresión. Luego,
en mi juventud, con las lecturas y los comentarios de quienes sí los
conocieron y compartieron con ellos riesgos, tareas de la Revolución,
trabajo se fue profundizando esa imagen que estaba sembrada desde la
niñez. Posteriormente, ya de adulto, el conocimiento de
la obra de cada uno de ellos, de sus historias y de sus características
personales con un poco más de profundidad, vienen a confirmar y a
reforzar aquello que desde la niñez me había sido inculcado. Mira,
y creo que en nadie se conjuga como en el Che la capacidad de ser
consecuente con lo que se piensa y la capacidad de sacrificarlo todo por
las ideas en las que uno cree, por el afán de cambiar para bien el
mundo en que vivimos. Un ser humano en el que se
imbrican características como la consecuencia, la ética, la capacidad
teórica, la intrepidez en la acción, y un amor profundo por la humanidad
que fue su motivación, lo que lo impulsaba en su vida. No
es por gusto que vemos su foto en manifestaciones en cualquier rincón
del mundo, por lejano que sea a los entornos geográficos en los que el
Che desarrolló su lucha. Es posible que algunos de
aquellos que portan su foto en esas manifestaciones no tengan el mismo
nivel de detalle que los cubanos tenemos de la vida y la obra del Che,
de su legado ideológico, teórico, etcétera. Pero el
actuar consecuente del Che, su capacidad de sacrificio y su ética
revolucionaria impactan y han dejado un mensaje al mundo, un mensaje que
llega a lo más profundo del ser humano. Un mensaje que moviliza. Cuando te menciono nombres como Nelson Mandela... Un
gigante de la resistencia y de la dignidad. Soportó 27 años en una
cárcel sin declinar un ápice y su estatura creció tanto que en cualquier
rincón del mundo se le conoce con solo decir Mandela. Su
talla universal lo hacen uno de los imprescindibles de este tiempo. Fue
el primer Presidente negro de Sudáfrica, un hombre que ha sabido ganar
muchas batallas, la más reciente es por su vida. Aun
desde la cama de un hospital sigue en la batalla. Infinidad de personas
le han rendido homenaje por su 95 cumpleaños a este ícono de la lucha
contra la segregación racial. Sencillamente, porque Mandela inspira. Quiero
aprovechar que me preguntas mi opinión sobre tan significativa
personalidad contemporánea para mencionar que yo he tenido el privilegio
de compartir años de prisión con Oscar López Rivera. López Rivera es
otro gigante de la resistencia y la dignidad, quien lleva más de 30 años
en prisiones norteamericanas por su lucha a favor de la independencia
de la isla hermana de Puerto Rico. Quiero también rendir homenaje a este
compañero que lo merece y del cual aprendí mucho en los años que
compartimos en prisión. ¿Mahatma Gandhi? Un
visionario. Un hombre que supo descifrar la psicología de un imperio,
el inglés, que se descomponía, para enfrentarlo con gran efectividad
hasta lograr los propósitos de independencia para su país. Y
también tuvo el valor inmenso de enfrentarse a la fuerza política y
militar de ese imperio, y a las fuerzas represivas del mismo, solo con
la protección de sus convicciones y su moral, que a la postre fueron
superiores a toda la fuerza y la arrogancia del imperio inglés. ¿Fidel Castro? Un
gigante político, un hombre de grandes luces, pero más que nada, un
gigante moral. Una de las personalidades políticas más grandes de la
segunda mitad del siglo XX y del XXI. Una dicha para los
cubanos que hayamos contado y que contemos con su presencia y su
actuación. Culminó lo que a Martí le fue imposible por su prematura
caída en combate. Lograr y mantener la independencia de Cuba es un hecho
histórico de una complejidad singular. Nada más hay que
mirar un mapa mundi y ver la ubicación geográfica de nuestro país; una
pequeña isla a solo 90 millas del imperio más poderoso que ha conocido
la historia y que por más de 200 años ha soñado con apoderarse de esa
isla. Fidel supo cómo lograr esa independencia en las
más complejas condiciones históricas, y cómo mantenerla y solidificarla
en condiciones aún más complejas. Nos enseñó a vencer en
las más difíciles condiciones, a tornar un acontecimiento negativo e
incluso aparentemente fatal (pensemos en Alegría de Pío, o en la caída
del campo socialista, por ejemplo) en una victoria. Las
ideas, los conceptos y la manera de enfrentar las dificultades que Fidel
nos ha enseñado hoy son parte del acervo ideológico y cultural con que
contamos para hacer frente a las complejidades del mundo actual, para
salir adelante ante cualquier situación por difícil que sea y para
vencer. Hay quienes dicen que eres el más
inteligente, o que tienes tremenda prosa, o que eres callado y a la vez
un jodedor cubano. Dime... René es el más
inteligente de nosotros. Cualquiera de nosotros cuatro te diría lo mismo
sin pensarlo un segundo. No sé de dónde sale lo de la "prosa
hermosísima", nunca había escuchado esa opinión sobre lo que yo he
escrito, que tampoco es mucho. Sí, me han comentado en ocasiones sobre mi hábito de la síntesis, que considero a veces es bueno pero no siempre lo es. Hay veces que puede convertirse en un obstáculo. Pero es cierto que, para bien o para mal, es un hábito que tengo. El
resto de lo que mencionas: "El más callado o un jodedor cubano", creo
que soy un poco de ambos. Tiendo a ser reservado, a observar desde la
tranquilidad y a disfrutar de esta, a formarme opiniones antes de
emitirlas, a no emitirlas frívolamente. No soy una
persona extrovertida, pero también me gusta la broma y la rumba, esta
última no solo en el sentido del género musical, que también me agrada,
si no en su acepción más general. El 13
de octubre del 2009 comenzó el proceso de resentencia dispuesto por el
Onceno Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta en los casos de
Fernando González, Antonio Guerrero y Ramón Labañino que concluyó dos
meses después (8 de diciembre) en la Corte de Distrito de Miami.
Entonces su sentencia original de 19 años fue modificada a 17 años más
nueve meses en prisión. Debe salir por cumplimiento de condena a finales
de febrero del 2014. Hijo de Magali Llort y Fernando Rafael González,
Fernando nació en La Habana en el año 1963. Se graduó con título de Oro
en Relaciones Internacionales y como otros jóvenes cubanos de su
generación estuvo en Angola. Y dan ganas de admirar más a este hombre —a
estos Cinco hombres que su pueblo cataloga de Héroes—, quien pese a los
pesares afirma, sin titubeos: "A los 50 años soy feliz y a la vez
comprendo cuánto me queda por aprender".
Tomado de Periódico Granma
El
periódico Juventud Rebelde publica este domingo el siguiente mensaje
del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas a los Cinco, hombres
de intachable estirpe martiana, que influyen cual padres en las nuevas
generaciones.
Queridos Gerardo, Antonio, Ramón, Fernando y René:
Las
cualidades de los padres quedan en el espíritu de los hijos, como
quedan los dedos del niño en las alas de la fugitiva mariposa. José
Martí.
Cuando El Maestro escribió estas palabras, quizá no
imaginaba que casi un siglo después esta tierra vería crecer a cinco
hombres de estirpe martiana que, guiados por su ejemplo, hoy mantienen
una conducta intachable ante la ignominia y la injusticia cometida
contra ellos.
Inspirados en su tenacidad, gallardía y altruismo
han crecido y se forman cientos de miles de cubanos, que no miramos de
qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber.
Irmita,
Ailí, Tonito, Laurita, Gabriel, Lisbeth e Ivette podrían haber escrito
estas líneas, pero sepan que en ellos va el sentimiento universal de
muchos hijos agradecidos de este mundo, incluso de aquellos que, al
decir de Gerardo, están aún por nacer.
En este día tan especial, reciban el cariño de 11 millones de cubanos y de todos los padres amorosos de la Patria.
Un fuerte abrazo,
Buró Nacional Unión de Jóvenes Comunistas
Fuente Agencia Cubana de Noticias
Imagen agregada RCBáez
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