 Foto: Tony Hernández Mena/ Facebook de la Asamblea Nacional del Poder Popular. El
reverendo Raúl Suárez acababa de hablar sobre la fe y la esperanza en
las sesiones de la Comisión de Relaciones Internacionales del Parlamento
cubano, cuando entró al salón –suponiendo ya habían dado el receso– un
padre con su pequeña niña en un brazo y en la otra un bolso cargado con
todo lo necesario para atender a un bebé de un poco más de seis meses. Gerardo Hernández Nordelo,
uno de Los Cinco Héroes cubanos, sorprendió este sábado a todos los
diputados con su presencia; nadie lo esperaba, apareció de improviso con
la pequeña Gema, que nació en enero pasado. Sobrevinieron expresiones
de cariño, afecto, el bullicio típico de la alegría desbordada. Muchos
de los parlamentarios que hoy constituyen esta Comisión, trabajaron por
la liberación de Los Cinco durante más de 15 años, fundaron grupos de
solidaridad en el mundo, discursaron, dieron todo su apoyo en pos de la
excarcelación de ellos. Ahora, mientras unos aprovecharon
para el apretón de manos, el abrazo, la foto con Gerardo, Gema y
Adriana, otros le preguntaron por la recién concluida gira por África. La
reunión del grupo de trabajo parlamentario se trastocó en reunión
familiar y el Héroe Cubano, enfundado en un pullover rojo con la mítica
imagen del Che que inmortalizó Korda, aprovechó el momento para, en
nombre de Los Cinco, agradecer a todos por el trabajo realizado durante
tantos años a favor de su liberación de las cárceles estadounidenses. El
que Gema esté aquí es también un triunfo de la Comisión de Relaciones
Internaciones de la Asamblea, subrayó Gerardo, y confesó sentir un gran
orgullo porque Adriana Pérez, su esposa, sea diputada a la Asamblea
Nacional del Poder Popular. Apenas éramos dos periodistas
en la sala y la tentación por entrevistarlo muy grande; no queríamos
importunarlo, pero la ocasión era de oro. Accedió gustoso y en medio del
bullicio, casi arrinconado en un extremo del salón y asediados por los
flashazos de las cámaras comenzamos a dispararle preguntas. El regreso a ÁfricaGerardo
contó sobre lo agotadora que fue la reciente gira de Los Cinco por
África, en especial por Sudáfrica, porque fueron 13 días intensos. Desde
antes del amanecer salían a las actividades y regresaban tarde en la
noche, pero “valió la pena, porque fue muy emotivo”, señaló. Dijo
que fue muy emocionante regresar a Angola, donde tres de ellos
cumplieron misión internacionalista en décadas diferentes y ahora
tuvieron la oportunidad de estar en esos mimos lugares. René y yo
en Cabinda, en décadas diferentes y Fernando en Lubango, con la
oportunidad de encontramos a gente con la que luchamos en aquella época
en las mismas unidades donde habíamos estado, narró. En Sudáfrica
se reunieron dos veces con los cinco gobernadores y el Presidente, a
quienes conocen como los seis grandes del país. La gente bromeaba que no
sabían qué tenían Los Cinco porque en años no habían visto que por
ningún visitante tuvieran en el mismo lugar a los seis grandes y dos
veces, contó. Fue una gira extraordinaria, positiva, recibimos
mucho cariño, tanto del pueblo de Sudáfrica, y de Namibia, como de
Angola, y estamos conscientes de que no es solo por Los Cinco, sino por
el pueblo de Cuba y la Revolución, apuntó Gerardo. Para el Héroe,
el contacto con el pueblo africano y las múltiples muestras de afecto y
orgullo le reafirmaron que el extraordinario esfuerzo que hizo la Isla
en aquellas tierras lejanas y la sangre derramada no fue en vano. En
los tres países donde estuvimos existe un gran agradecimiento por el
sacrificio que hizo Cuba y por el aporte a la liberación de los pueblos
africanos, dijo. En el Parque de la Libertad, en Sudáfrica, donde
una pared recuerda a los héroes y mártires de la lucha contra el
apartheid, fue muy conmovedor ver que allí también están los nombres de
los cubanos, incluso algunos conocidos de Los Cinco. Un momento
muy especial en Sudáfrica fue la visita a la celda donde Nelson Mandela
estuvo encerrado por décadas en la prisión de Robben Island. Según
Hernández Nordelo, al asomarse por la pequeña ventana de la celda le
tomaron varias fotos y una de ellas fue portada al día siguiente en un
diario de esa región, y pensó en cómo habría podido resistir Mandela
todos esos años en aquel espacio tan reducido sin un baño o un cubo para
hacer sus necesidades. Pensé en cuánto nos inspiró a Los Cinco Mandela con su ejemplo de resistencia, reveló. Más de seis meses después del 17DCasi siete meses después de regresar a Cuba, Gerardo Hernández declaró que se siente muy bien. Los
Cinco no tienen ningún trauma a causa de la cárcel, ya lo había dicho,
que con los primeros tres o cuatro abrazos que recibimos al llegar ya
comenzamos a olvidar la injusta prisión y estamos muy contentos, dijo. Gerardo
confesó que cada vez que salía a la calle se aturdía un poco, pues
durante 16 años en una prisión de máxima seguridad el contacto humano
fue muy reducido, el solo hecho de que alguien caminara muy cerca
disparaba una alarma interna; al llegar a Cuba fueron múltiples los
abrazos, pero como él mismo dice: “a las cosas buenas uno se acostumbra
rápido”. En cuanto al restablecimiento de relaciones diplomáticas
entre Cuba y Estados Unidos, dijo que su mensaje es que una vez más se
demuestra que Los Cinco estuvieron siempre en el lado correcto de la
historia. Nos sentimos orgullosos de habernos mantenido firmes
como nación, fieles a nuestros principios, y eso nos ha traído esta
victoria y el restablecimiento de relaciones diplomáticas. Gerardo,
quien vivió durante varios años en el país norteño, considera que el
egoísmo, el individualismo y las divisiones raciales y sociales son los
mayores lastres de la sociedad norteamericana. El sistema está
diseñado para que las personas piensen en sí mismas y no en la sociedad
en su conjunto; te educan para que te preocupes por cómo tener más y
pisotear a cualquiera para lograrlo, apuntó. Historia de encuentro con FidelAnte
una pregunta de la AIN sobre las historias que le contaron a Fidel,
Gerardo señaló que el líder histórico de la Revolución Cubana se
emocionó mucho con las anécdotas de la prisión. Le conté a Fidel
una que sucedió al principio de estar encarcelados: nos transportaban
desde el edificio de la prisión hasta el de la corte y pasamos frente a
un preso con cara de loco que supimos era marielito, quien al sabernos
cubanos gritó: ¡Resistan…! y una mala palabra, ¡Resistan porque Fidel
nunca los va a abandonar a ustedes! Recordó que en medio de tantas
mentiras sobre Los Cinco en aquellos días, tildándolos de espías, que
ese hombre dijera eso fue conmovedor. Hablamos con Fidel de muchas
cosas, la situación actual del mundo, la escasez de alimentos que
provoca el cambio climático, de los cultivos prometedores de la moringa y
la morera, y el Comandante nos planteó que todavía no hay una
conciencia generalizada sobre la importancia que pueden tener estos
cultivos, relató. Al final del diálogo apuramos una pregunta ante
el reclamo de Adriana que cargaba a Gema al otro lado de la sala:
“¡Niño, vamos!”. ¿Qué proyectos tiene Gerardo en lo laboral? Mi
único plan es seguir sirviendo al pueblo de Cuba donde se considere
necesario, mi formación es en la esfera de las relaciones
internacionales pero no tiene que ser necesariamente allí. El día
que vengan a plantearme una tarea va a ser porque consideraron que voy a
ser útil y pa’ lante, donde sea, iré, concluyó, no sin antes bromear:
“Eso de que sea donde sea que Adriana no lo oiga”. (Tomado de la AIN) Gema de brazo en brazo Gema.
Con el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés. Foto: Tony Hernández
Mena/ Facebook de la Asamblea Nacional del Poder Popular.  Con
el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés, diputados, diputadas e
invitados durante un receso de la Comisión de Relaciones Internacionales
de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su reunión ordinaria, en
La Habana, Cuba, el 11 de julio de 2015. Foto: Tony Hernández Mena/
Facebook de la Asamblea Nacional del Poder Popular.  Foto: Tony Hernández Mena/ Facebook de la Asamblea Nacional del Poder Popular.  Con
el reverendo Raúl Suárez. Gema y Adriana comparten con los diputados,
diputadas e invitados durante un receso de la Comisión de Relaciones
Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su reunión
ordinaria, en La Habana, Cuba, el 11 de julio de 2015. Foto: Tony
Hernández Mena/ Facebook de la Asamblea Nacional del Poder Popular.  Gema
y su mamá Adriana Pérez, diputada a la Asamblea Nacional del Poder
Popular. Foto: Tony Hernández Mena/ Facebook de la Asamblea Nacional del
Poder Popular.  Gema Hernández Pérez Foto: Tony Hernández Mena/ Facebook de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
 Gema
y su papá Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de Cuba.
Foto: Tony Hernández Mena/ Facebook de la Asamblea Nacional del Poder
Popular.  Gema,
Adriana y su papá Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de
Cuba, comparten con los diputados, diputadas e invitados durante un
receso de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea
Nacional del Poder Popular en su reunión ordinaria, en La Habana, Cuba,
el 11 de julio de 2015. Foto: Tony Hernández Mena/ Facebook de la
Asamblea Nacional del Poder Popular.  Gema,
Adriana y su papá Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de
Cuba, comparten con los diputados, diputadas e invitados durante un
receso de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea
Nacional del Poder Popular en su reunión ordinaria, en La Habana, Cuba,
el 11 de julio de 2015. Foto: Tony Hernández Mena/ Facebook de la
Asamblea Nacional del Poder Popular.  Gema
y su papá Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de Cuba,
comparten con los diputados, diputadas e invitados durante un receso de
la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del
Poder Popular en su reunión ordinaria, en La Habana, Cuba, el 11 de
julio de 2015. Foto: Tony Hernández Mena/ Facebook de la Asamblea
Nacional del Poder Popular.
 Gema y Adriana Foto: Tony Hernández Mena/ Facebook de la Asamblea Nacional del Poder Popular.  Gema Foto: Tony Hernández Mena/ Facebook de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Más fotos en Cubadebate
No
sé de dónde la sacó mi Reina. Tal vez la extrajo del interior de su
corona. Lo cierto es que por intermedio de su sensibilidad me llegó esta
tiernísima imagen.
Felicidades para el privilegiado ser que la captó.
Con
el permiso de él, o de ella, le he dado un toque distinto con
herramientas del Photoshop. La esencia, sin embargo, sigue intacta ahí:
en el semblante de El Gera, pero sobre todo -y multiplicadamente- en la
"increíble" expresión que llena el rostro de Gemita.
¿Cuántas
veces, a lo largo de 16 años de cruel encierro y en medio de la
pesadilla circundante, Gerardo habrá soñado con un placer así? Solo él
lo sabe. Y apuesto a que la cifra no dista en nada de la cantidad de
sueños similares sobre la almohada de su Adriana.
Los héroes no piden premio. Es la vida quien se los concede.
Los
héroes no piden crónicas. No creo que esto lo sea en el sentido
estrictamente técnico. De cualquier modo no soy yo quien escribe... lo
hace la fuerza del modo en que se miran, conversan, "conspiran" y se
adoran Gera y Gemita: captados por un mágico lente y reenviados hacia mí
desde el interior de la corona que cobija los sueños de esa Muñeca
Reina que siempre mira, busca y encuentra ternura humana en lo más alto.
Publicada por Pastor Batista
Por Berta Mojena, exclusivo desde Venezuela Gema y Adriana, los rostros de la felicidad. Hace
mucho tiempo quería entrevistarla. Muchos colegas cercanos lo habían
hecho y había leído tantas cosas sobre ella, la había observado de cerca
en tantas marchas, actividades, encuentros de solidaridad a lo largo de
esta lucha de 16 años por la liberación de Los Cinco, que inevitablemente la admiraba en toda su dimensión de mujer, de esposa, fiel amante y amiga, de luchadora incansable. Sufrí
junto a ella —como millones de cubanos— por las lágrimas que derramaba
cada vez que hablaba de su amor, de su Gerardo, encerrado tras las
rejas durante demasiado tiempo y condenado quizás a estar allí toda su
vida, de manera injusta y despiadada. Sentí como propio el sufrimiento
cada vez que contaba que le impedían verlo, estar con él y, sobre todo,
cumplir el sueño preciado de multiplicar el fruto de ese amor en un hijo
o hija. Disfruté después desde la distancia verla embarazada recibiendo a su compañero aquel 17 de diciembre
mágico, abrazar a su amigo y esposo, después de tanto tiempo, mientras
aquellas primeras imágenes de caricias, lágrimas, miradas inconfundibles
daban la vuelta al mundo para hacer realidad algo casi impensable. Después
nació Gema y se convirtió en la niña de todos, en la pequeña de los
cubanos y la de millones en el mundo. Pero nunca pensé que podría
celebrar junto a ella y en tierras bolivarianas, su cuarto mes de nacida
y mucho menos, poder compartir con Adriana y Gerardo desde los primeros momentos que arribaron a Venezuela, mostrando a su más grande tesoro como símbolo de resistencia, lucha, felicidad y vida. Unas horas antes de la celebración de este día de las madres,
nuestro equipo de prensa en Caracas, volvimos a estar junto a ellos y
fue inevitable entonces conocer más sobre Gema, sobre esa relación
especial que los embarga y que hoy todos disfrutamos con cada sonrisa,
cada gesto y la unión sin límites entre los tres. Los
dejo entonces con ellos, para que sean sus palabras, sus confidencias,
el mejor de los regalos a todas las madres cubanas y a las personas de
buena voluntad que este día celebrarán la dicha de la vida y pensarán en
la familia, en el amor, por encima de todo, sin importar donde estén o
adonde vayan. Gema generó muchas expectativas…"Las
expectativas comenzaron desde mucho antes de ser concebida, desde que
por primera vez hablamos de la posibilidad real de ser concebida. No
sabíamos siquiera qué sexo tendría, esperábamos cualquiera de los dos y
fue una enorme satisfacción cuando se confirmó. "Yo
viví el embarazo con mucha alegría aunque siempre quedaba aquello de
que Gerardo no estaba para acompañarme, pero esa era una decisión de los
dos y tenía que asumirla, de lo contrario no podíamos cumplir ese sueño
de tener a nuestra bebe. Gerardo ya estaba aquí para su nacimiento,
llegó para coronar ese momento y, por supuesto, eso fue lo más grande
que hemos vivido. Yo
le había dicho hace poco a Gerardo que yo había tenido tres grandes
decisiones en mi vida: estudiar mi carrera que me gusta muchísimo,
casarme con él, haberlo esperado y haber tenido a nuestra pequeña. —¿Cómo esperaron a Gema? ¿Cómo la imaginaban? La
imaginaba y la sentía de muchas formas. Desde las primeras imágenes de
ultrasonido en las que estaba ya más formadita vi que tenía mucho
parecido con su papa, sobre todo en la boca y la forma de los pies,
aunque las manos se parecían un poco a mí. Pero hasta que uno no la ve
no tienes la magnitud de lo que se siente, es algo que quien ha sido
madre sabe de qué hablo. Gerardo
y yo estábamos inquietos hasta el último momento y cuando la vio me
dijo: “es bella”. Él tuvo el privilegio de verla antes que yo porque
estuvo en el Salón de parto y hasta que no me la mostraron a mi yo no
tuve esa dicha, pero todo el que la vio pasar cuando iban al cunero
decía que era preciosa. Y entonces ahora vemos las imágenes y no decimos
que estaba preciosa al nacer, linda está ahora. (Sonríe) Y nos reímos
porque realmente somos muy felices. Gema se ha convertido en centro de atención, es admirada, querida…."Yo
no me imagine que iba a ser así. Sabía que iba a ser querida por todos,
anhelada, pero no tuve realmente la imaginación para percibir,
visualizar lo que iba a pasar y Gema se ha convertido de la llegada de
los Cinco, de los lugares donde estamos y de cierta manera es una forma
de agradecer también a las personas que nos piden que la mostremos más,
nos piden que enseñemos fotos. Y no teníamos la idea de hacerlo porque
es nuestra vida privada pero después interiorizamos que Gema les
pertenece a todos. Es nuestra bebé, no se la regalamos a nadie, pero sí
la compartimos con todos". —Es tu primera celebración por el día de las madres… —Si,
este es mi primer día de las madres porque en mayo pasado era muy
reciente que había sido transferida a mi útero y todavía no se había
confirmado el embarazo e imagínate qué dicha poder compartirlo con
Gerardo y con mi mamá que está viva y muy bien. —¿Cómo es Gema? —Es
sin dudas una niña feliz, muy vital, muy activa, pero muy sedada. Es
una niña que se comparta, que socializa sin dificultades, lo cual para
nosotros es una dicha. Se adapta muy bien, toma su leche, duerme
excelente, no tenemos quejas la verdad. —Un mensaje final —Yo
le agradezco muchísimo a todas las personas que hicieron posible que
hoy Gerardo y yo podamos vivir esta felicidad, que hoy le podamos
entregar la Gema a Cuba, porque no es solo de nosotros, es de todo
nuestro país, de todas las personas fuera del nuestro que hicieron
posible este sueño y, por supuesto, esto es para nosotros una gran
satisfacción, una gran felicidad cuando día a día la observamos, la
cuidamos y nos parece que todavía sigue siendo un gran sueño. Felicidades
a todas las madres, que pasen su día en familia, las que no lo puedan
estar porque están cumpliendo misiones de cualquier índole, nuestras
felicitaciones igualmente. (Gerardo interrumpe) Quiere también enviar su felicitación… Se
trata de un día especial este segundo domingo de mayo, el día de las
madres es especial para las madres biológicas y las de alma que hay
muchas también. Queremos compartir con ellas esta dicha que estamos
viviendo hoy. Un fuerte abrazo y gracias por toda la solidaridad y toda
la felicidad que hoy compartimos con ustedes. Fuente CubAhora
Tomado de la Revista Nueva Réplica. Fotos Alvite
Gerardo habla a nombre de los 5.
Todo quedó atrás. Sufrimos mucho en los
quince años de injusto castigo que padecimos. La mitad de nuestra
angustia y amargura no la conoció siquiera nuestra familia; nunca la
comentamos para no acrecentar su dolor. Todo, sin embargo, lo hemos
olvidado y hoy, a nombre de los 5, puedo decir con absoluta honestidad
que no guardamos odios ni rencores para Miami.
Si fue mucha la pena del cautiverio, mucho mayores resultaron el amor de
nuestras familias y el apoyo imbatible de nuestros compatriotas que nos
ayudaron a soportarlo. Sabemos cuántos norteamericanos y
cubano-americanos nos respaldaron también sin que no siempre pudieran
revelar sus sentimientos.
Las rejas se cerraron un día tras nosotros, pero a partir de ahí muchas
fueron las manos que en todas partes del mundo se tendieron a nuestro
favor. Para todos, nuestro más profundo agradecimiento. Nada bajo ni deleznable hubo en nuestra
actuación contra los Estados Unidos de Norteamérica. Lo que hicimos fue
contribuir en la medida de nuestras posibilidades a librar a nuestro
pueblo de la muerte. Estamos muy felices de encontrarnos de
nuevo en la patria. En mi caso personal, esa felicidad se acrecentó, el
pasado 6 de enero, con el nacimiento de Gema que vino a colmar los
mejores anhelos de mi esposa Adriana y míos. Es una niña, y me
perdonarán mi debilidad de padre, bellísima; adorable para decirlo en
una sola palabra. Después de 55 años de distanciamiento, incomprensiones y tirantez entre
Cuba y Estados Unidos, a ella le tocó nacer en una nueva etapa de las
relaciones entre los dos países, una era que traerá otros retos y otras
esperanzas. 
 
Queridas hermanas y hermanos:
Hoy
fue nuestro primer Dia del Amor y la Amistad juntos, despues de 21
anos, y queremos dar las gracias a quienes con sus esfuerzos solidarios,
y con su continuo apoyo, hicieron posible la felicidad que ahora
vivimos. Felicidades a todos!
Un fuerte abrazo:
Adriana y Gerardo.
Gerardo y Adriana: sublime amor.La
Habana, Cuba.- Un ejemplo de valor, sacrificio y profundo amor por sus
seres más allegados y su pueblo han dado Gerardo Hernández, René
González, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero.
Estos Cinco Héroes fueron detenidos injustamente en Estados Unidos el 12 de septiembre de 1998 por prevenir acciones terroristas contra Cuba.
Lejos de sus madres, esposas e hijos, esos heroicos revolucionarios
se encuentran de regreso a la Patria para volcar todo su cariño hacia
los suyos.
Como afirmó la escritora afronorteamericana Alice Walker: "La
historia de los Cinco Cubanos es una historia de valor, gran sacrificio y
amor".
De nuevo en Cuba, Los Cinco celebrarán este 14 de febrero, Día del
Amor y la Amistad, rodeados del cariño familiar y de un pueblo
convencido de la justicia de una causa, que ha demostrado que el amor
todo lo puede.
Gerardo y Adriana: sublime amor
Este 14 de febrero, el amor inundará la vida de Los Cinco y sus familiares.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero regresaron a
suelo cubano, para sumarse a René González y Fernando González, cuya
felicidad se ha visto completa con la vuelta de sus compañeros de
ideales.
Gema ha venido a colmar la dicha.El
Día del Amor se abre ante ellos con toda la plenitud para recuperar los
años tras las rejas y prodigar todo el cariño a madres, esposas e
hijos.
Por si fuera poco para esta gran familia de héroes, Gerardo Hernández
y Adriana Pérez son padres, desde el 6 de enero último, de una preciosa
niña, Gema, que ha venido a colmar la dicha ante el regreso del amado.
Caricias, mimos y besos acaparan todo el tiempo de la pequeña, un
sublime regalo para la pareja este 14 de febrero, que la estrechará bien
fuerte en un día tan especial como el del amor. Fuente Radio Reloj
Por César Gómez Chacón*  Los
días van pasando. Las fiestas también. Ya nos fuimos este lunes al
trabajo y a las escuelas, con más entusiasmo y alegría que nunca. El
2015 está de rápida arrancada y promete ser un año de grandes
acontecimientos, porque el mundo sigue más de cabeza, y la ley de
gravedad de la historia y de los seres humanos ya está haciendo y hará
lo suyo inexorablemente. Pero seamos optimistas: los milagros sí
existen… O los hacemos nosotros. Los
cubanos tuvimos un fin de 2014 tan positivamente sorprendente, que
todavía cuesta trabajo creer que los Cinco, ¡todos! ya duermen en casa, y
que cantaron a coro El Necio con Silvio en una esquina del
Latinoamericano; que vimos a Raúl anunciar el restablecimiento de las
relaciones diplomáticas con los Estados Unidos; y a un Obama casi
sonriente, junto a un John Kerry seriamente reflexivo, reconocer a dúo
la necesidad del cambio de política hacia Cuba. Que conste que sólo
después descorchamos las botellas. Y
uno piensa que la alegría es algo que no debiera explicarse. Restituir
los vínculos oficiales con el Gobierno norteamericano fue, claro está,
una excelente noticia para todo el mundo. Después de medio siglo de
terca y heroica resistencia por parte de nuestro pueblo, el acercamiento
diplomático o de cualquier otro tipo con los Estados Unidos era, más
que un anhelo, la convicción de que más temprano que tarde debía
enmendarse tamaña injusticia. La
voluntad política de ambos gobiernos está dicha desde entonces. Pero no
será, y no está siendo ya, un camino expedito para las actuales
autoridades norteamericanas. Los días, los meses y ¿los años?
subsiguientes dirán la última palabra. Sin
embargo, y si de inmensa alegría lloramos y reímos los cubanos, con la
sensación de placidez que produce cuando te quitan un inmenso peso de
encima, fue por el regreso de los tres hermanos, que completaba el fin
de la agonía de los Cinco y de todo este pueblo que no los concebía en
prisión ni por un mes y mucho menos por 16 demasiados largos años. Para
la mayoría de nosotros ese era el mayor milagro y el gran gozo que
hemos y seguiremos festejando, porque constituye también la
confirmación, una vez más, del inmenso poder de las ideas, aún desde el
fondo de cinco celdas. “Estamos
viviendo horas tremendas”, me comentó el día siguiente a aquel 17
interminable uno de esos hombres que atesora en sí mismo la virtud de
ser exquisito intelectual, dirigente de alto nivel y puro jodedor
cubano, una mezcla necesarísima en estos tiempos. Lo vi eufórico, luego,
en el concierto de Silvio con los Cinco, y comprendí aún mejor sus
palabras. Los
milagros sí existen y son lo más normal del mundo. Por eso cada vez que
vemos a uno de los Cinco decir y hacer algo notoriamente cubano, jocoso
y natural, volvemos a reír y a secarnos las lágrimas de la emoción.
“¡Coño, nunca había llorado tanto, ni tan seguido, yo que me pasé la
vida diciéndole a mi hijo que los hombres no lloran”, me decía también
por aquellos días uno de esos buenos amigos que irradian alegría por los
cuatro costados, otro criollo cien por ciento, que aún en los momentos
más difíciles (que a veces vienen demasiado seguidos) siempre le saca
lasca a lo adverso y te pone a reír de tu propia (o de su propia)
fatalidad. El
nacimiento de Gema, la hija tan esperada y concebida por “control
remoto” de Gerardo y Adriana se inscribe, desde este 6 de enero de 2015
como otro prodigio, no tanto de los viejos Melchor, Gaspar y Baltasar,
como de la amistad y la solidaridad del pueblo norteamericano con Cuba, y
de la labor muchas veces anónima de nuestra medicina revolucionaria,
que no por gusto repite este año el 4,2 por mil nacido vivos del pasado
año, una de las tasas mortalidad infantil más bajas del mundo. Ver
a Fernando ya trabajando como vicepresidente del Instituto Cubano de
Amistad con los Pueblos, es otra de esas maravillas que alegran los
corazones de quienes sabemos que lo hará bien, porque es un hombre
bueno, y será el mejor regalo para los amigos de Cuba, que, sin pedir
nada a cambio, tanto hicieron por su regreso y el de sus cuatro hermanos
de lucha. Tienen
razón quienes comentan que Los Cinco, tan cubanísimos y jocosamente
ocurrentes, como los hemos visto en cada tribuna o calle donde se han
parado, recuerdan a ese otro héroe criollo y bromista sin par, el
legendario comandante del sombrero alón y la sonrisa eterna. Sin el
humor que nos permite reírnos hasta de nosotros mismos, no hubiésemos
sido nunca el pueblo libre y soberano que hoy somos. ¡Gracias a los
Camilos de todos los tiempos! ¡Gracias a los muertos y a los héroes
vivos de nuestra felicidad! En
este enero de victorias escuché por ahí, de buena tinta, que una
persona también muy querida en nuestro país llamó por teléfono a
Gerardo, pocos minutos después de su llegada, y aquel le salió con una
de sus bromas: “Hermano, todavía huelo a celda”. A lo que ese otro
excelente exponente de la cultura y la política cubanas (que no me deja
decir su nombre) le respondió algo así como: ¡Compadre, conserva y
traslada ese humor y esa frescura tuya a cualquier nueva tarea que te
den, que Cuba lo necesita tanto como tu heroísmo”. Los
días van pasando demasiado rápido, y todos seguimos pensando en Fidel y
aquel “¡Volveran!” que no fue profecía, sino profunda convicción. Hoy,
cuando su pueblo enérgico y viril ríe y canta con lágrimas en los ojos,
es porque vive una inmensa emoción y una alegría largamente luchada, que
a él le pertenece por derecho propio. Es
difícil explicarla, y tal vez nadie lo hizo mejor que el poeta y
escritor uruguayo Mario Benedetti, que por varios años vivió en Cuba
después de salir de presidio y verse obligado al destierro. Él escribió
por aquellos día de 1983 su cuaderno “Canciones del desexilio”. Años más
tarde el cantante argentino Juan Carlos Baglietto musicalizó e hizo
famoso uno de aquellos bellos poemas, que luego en Cuba nos los cantó
mil veces emocionada esa gorda querida, jodedora y cubanísima, que
responde al nombre de Sara González. Aquí
van algunos fragmentos que parecen escritos para cantarse en estos
días, porque Mario y Sara (que tanto hizo también por la causa de los
Cinco), dondequiera que anden, de seguro están cantando y festejando con
nosotros.
(…)
Si los nuestros quedaron sin abrazo, la patria casi muerta de tristeza, y el corazón del hombre se hizo añicos antes de que estallara la vergüenza
Usted preguntará por qué cantamos…
Cantamos porque el río está sonando, y cuando el río suena suena el río.
Cantamos porque el cruel no tiene nombre y en cambio tiene nombre su destino.
Cantamos porque el niño y porque todo y porque algún futuro y porque el pueblo.
Cantamos porque los sobrevivientes y nuestros muertos quieren que cantemos.
Si fuimos lejos como un horizonte, si aquí quedaron árboles y cielo, si cada noche siempre era una ausencia y cada despertar un desencuentro
Usted preguntará por qué cantamos…
Cantamos porque llueve sobre el surco y somos militantes de la Vida y porque no podemos, ni queremos dejar que la canción se haga cenizas. Cantamos porque el grito no es bastante y no es bastante el llanto, ni la bronca. (…) Cantamos porque el Sol nos reconoce y porque el campo huele a primavera y porque en este tallo, en aquel fruto cada pregunta tiene su respuesta… *Periodista Cubano. Colaborador de Cubadebate, La Jiribilla y otras publicaciones. Tomado de Cubadebate
Por Marlene Caboverde Caballero*  Hay
historias difíciles de escribir porque la mano tiembla al tener que
reinventar las palabras para construirlas y compartirlas con el brillo y
la fuerza que merecen. Corro
el riesgo de repetirme y reiterar lo que casi todo el mundo dice,
cuenta y canta desde este 6 de enero, cuando se supo de la llegada de
Gema, la niña de Adriana Pérez y Gerardo Hernández, pero es importante
para mí correr el riesgo. Pienso,
en primer lugar, que Gema ya existía y desde hace años revuelve las
gavetas de Adriana para reír con las cartas y los dibujos de su padre, y
oler la canastilla que su mami atesora para ella en el armario. Gerardo
conocía a su hijita desde La Habana de los ochenta, la había visto
rondar en la parada de ómnibus de la Rampa, en el malecón y en el
instante del beso robado que le aseguró desde aquel entonces la llegada a
este mundo, un día posible y de cualquier manera. Gema
se había colado como rayo de luz y soplo de aire en todas partes: en
las tribunas, las consignas, las canciones, los discursos, las
prisiones. Y
aseguran que se la pasó todo este tiempo en las escuelas entre juegos y
lecciones, cantando en los conciertos, gritando en las marchas en mil
idiomas diferentes, juntando manos, clamando voces, fundando amor. Tengo
la certeza que cuando Adriana y Gerardo tuvieron a Gema entre los
brazos este 6 de enero, ambos sabían que no se trataba de la primera
vez, más bien de un reencuentro soñado desde siempre. Casi
puedo asegurar que también a ellos se les perdieron las palabras en un
enjambre de besos y para decir algo, simplemente le susurraron algunos
versos de Silvio: "Te conozco, desde siempre, desde lejos, te conozco"…
*Periodista
de Radio Jaruco, donde lleva desde hace algunos años el programa Alas
de libertad, dedicado a los Cinco Héroes cubanos
Gema (+ Fotos)
Por Nyliam Vázquez García
Desde este 6 de enero el Héroe de la República de Cuba, Gerardo
Hernández, y su esposa Adriana Pérez, ven cumplido un sueño con el
nacimiento de su hija Gema
Unas manitos pequeñitas, unos pies que caben en un beso, un
rostro que embelesa a sus padres, un llanto que anuncia la vida… Nació
Gema. Mamá está adolorida, pero con esa sonrisa que parece tatuada en su
rostro desde el 17 de diciembre y que este martes, si acaso eso es
posible, se habrá hecho más amplia aún. Es fácil imaginar a papá
pendiente de sus preciosas, intentando acomodar en su pecho de héroe
tanta felicidad, una felicidad no imaginada.
La pequeña de Gerardo y Adriana se asoma al mundo y con cada latido
de su corazón realiza un sueño largamente acariciado, un deseo que en
algún momento parecía imposible. Gema llega para poner fin a 16 largos
años de «soledad acompañada», para borrar con su existencia las huellas
del dolor y completar de la mano de sus padres una historia de amor de
casi tres décadas. Ella, así pequeñita, abrazable, se suma al bálsamo
sanador con que sus padres se curan todas las heridas y reescriben el
tiempo.
Hace unos años Gerardo le escribió una carta a los hijos por nacer,
una carta con un dibujo para esta Gema que ya nació: «…después que
ustedes lleguen a este mundo y aprendan a leer, sepan por qué su papá no
es tan joven como muchos de los padres de sus amiguitos, y conozcan de
los años que papi y mami tuvieron que vivir separados a pesar de
quererse mucho».
En 2012 Adriana dudaba. Se sobreponía al dolor, sobre todo a la
incertidumbre cotidiana y asumía con una entereza conmovedora una
realidad que parecía iba a marcarles la existencia: «Ese capítulo está
escribiendo sus últimas etapas. Porque el reloj biológico está ahí y hay
cosas que no me gustarían cuando tenga 50 años… es un costo, pero es un
costo que vamos a asumir, y no tirada por un rincón, porque entonces no
lo estaría asumiendo, me estaría aplastando… El momento en que me toca
asumir que no voy a poder tener hijos está por llegar».
Pero no llegó y ahí está Gema acurrucada en su pecho para que ella
olvide que una vez tuvo miedo. Que muchas veces sostuvo en brazos a los
hijos de otros preguntándose cuándo podría abrazar a los suyos. Ahí está
Gema, quien con el sonido acompasado de su respiración hace magia y lo
transforma todo en sonrisas.
Ahora papá tendrá dos roperos de los que ocuparse, una obsesión más…
Uno no puede más que imaginarse a un hombre feliz, pero feliz con
mayúsculas como todos los padres el día del alumbramiento y aun más.
Mamá ahora tiene una bebita y un niño grande, querido, tantas noches
añorado. Todavía recuerdo ese instante fugaz en que ella respondía al
teléfono y al vuelo le escuché con una ternura infinita, con esa sonrisa
que delataba la voz que escapaba de prisión por el túnel del auricular:
Mi niño, ¿cómo tú estás?
Nunca vi a Adriana reírse con más ganas que contando las ocurrencias
de Gerardo: el día que él casi se ahoga para darle una sorpresa o los
secretos detrás de las postales con animales. Nunca la noté más radiante
que en el concierto 62 de Silvio por los barrios. Siempre con la mano
de su Gera entre las suyas, disfrutando de esas «pataditas» con las que
la niña se anunciaba, secando a besos esas lágrimas incontenibles de su
hombre. Estoy segura de que no hay mujer más luminosa desde este 6 de
enero, y en los días que están por venir, que la madre de Gema, el amor
de Gerardo.
Esos pies que caben en un beso habrán de caminar en un país conmovido
ante el sacrificio y valentía de sus padres, de sus cuatro tíos, un
país que como dijera su papá deberá ser mejor que este que él comienza a
redescubrir. Hoy la gente común se felicita, escribe comentarios en la
noticia y la comparte: «¡Viste, ya somos tías!», se saludan dos jóvenes…
Este es un nacimiento entrañable, la felicidad de dos que celebran
millones en Cuba y en el mundo.
Y cuando uno escucha la oración que lo cambia todo: «Ya nació Gema»,
en la voz de uno de los cuatro tíos héroes, esa alegría tangible, ese
algo distinto en su tono de voz, esa emoción contenida, entonces se
eleva la certeza: a este 6 de enero de 2015 le han tatuado una sonrisa,
una felicidad no imaginada, un nombre: Gema.
Más fotos en la fuente, Juventud Rebelde
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Rosa C. Báez
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