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Escrito por Radio Cubana Lo que yace a través del mar. La verdadera historia de Los Cinco cubanos,
libro del escritor canadiense Stephen Kimber publicado por la Editorial
Nuevo Milenio en su sello Ciencias Sociales, se dio a conocer este
martes en el Teatro Sanguily, de la Universidad de La Habana, con
Ricardo Alarcón como presentador.
La edición cuenta con un epílogo del propio autor,
pues su publicación en Cuba sucede después de la libertad de Los Cinco y
Kimber no quiso que esa parte de la historia faltara.
En palabras de su propio autor: “(…) La historia de los Cinco
cubanos no es en realidad, la historia de los Cinco solamente. O al
menos, no es solo su historia. Tampoco es simplemente una historia
lineal. Es la acumulación en cascada de incidentes y vejaciones, de
complicidades y consecuencias, una historia paralela, convergente,
divergente, con un ecléctico reparto de caracteres a ambos lados del
estrecho de La Florida cuyas ambiciones personales, acciones,
convicciones, presunciones, secretos, fortaleza y debilidades, tejieron
colectivamente historias de mayores dimensiones, sobre las relaciones
cubano-estadounidenses, sobre la guerra al terror, la hipocresía, la
verdad y la ficción, sobre lo que está bien y lo que está mal. (…)
Quizás hayan sido las arenas movedizas de toda su complejidad, lo que me
convenció de que esta historia necesitaba ser contada y ser contada por
alguien que no supiera de antemano qué versión de cuál de las
historias, era la verdadera”.
La obra tiene prólogo del Héroe de la República de Cuba, René
González Sehwerert y, tanto él como Gerardo Hernández, otro de Los
Cinco, afirman que ese es el mejor libro escrito sobre el caso de los
antiterroristas cubanos.
La presentación se realizó como parte del Festival Universitario del
Libro y la Lectura (FULL), que organizan la Unión de Jóvenes Comunistas
(UJC), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), la Asociación
Hermanos Saíz y el Instituto Cubano del Libro y que se desarrolla en las
universidades del país, desde el 9 de noviembre hasta el 13, cuando
comenzará en el Pabellón Cuba de la capital hasta el día 15 en horas de
la tarde.
Lo que hay del otro lado del mar, la verdadera historia de los Cinco cubanos
se alzó con el galardón Libris como la mejor obra de no Ficción del Año
publicada en el este de Canadá en 2013. También obtuvo el premio Evelyn
Richardson 2014.
Fuente: Cubarte. Tomado de Portal de la radio cubana
Stephen
Kimber, escritor canadiense, realizó con éxito una gira por Estados
Unidos y despertó el interés público sobre el caso de los
antiterroristas cubanos presos en ese país, informó el Comité Internacional por la Libertad de esos luchadores.
El recorrido incluyó paradas en seis universidades, centros
comunitarios e iglesias del norte de California para presentar su libro
“Lo que hay del otro lado del Mar: La Verdadera Historia de los Cinco
Cubanos”.
Ese material es fruto de una extensa investigación que
comprendió la revisión de al menos 20 mil páginas de registros
judiciales sobre el caso de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González y Fernando González.
Los Cinco, como se les conoce, fueron condenados en 2001 a severas
penas por dar seguimiento a grupos violentos radicados en Florida, desde
donde planifican hechos como los que en 53 años dejaron más de tres mil
400 víctimas en Cuba.
Los primeros tres antiterroristas aun están tras las rejas, mientras René salió de prisión el 7 de octubre de 2011
después de cumplir su condena y regresó a su tierra natal en mayo
pasado tras renunciar a la ciudadanía estadounidense, para terminar un
castigo adicional de tres años bajo libertad supervisada.
Fernando volvió al país caribeño el pasado 28 febrero, luego de concluir el día anterior su sentencia en una penitenciaría de Arizona, en el suroeste de Estados Unidos.
El Comité citó entre los momentos más destacados de la gira,
el debate generado por un grupo estudiantes de la Universidad Estatal de
San Francisco sobre la importancia de preocuparse por los cubanos y
cómo vincular su caso con otros problemas de injusticia y desigualdad
existentes en Estados Unidos.
Alumnos del Colegio Chabot, en la ciudad de Hayward, hicieron
preguntas básicas respecto al hermetismo mediático sobre la situación de
Los Cinco y también cuestionaron por qué Washington es tan irracional
cuando se trata de temas relacionados con Cuba.
Mientras, en el Colegio Comunitario de Marin, activistas del grupo
Estudiantes por un Cambio Social se mostraron interesados en
involucrarse con el caso.
Además, comenzaron a planear un evento para mostrar las 15 acuarelas
de Antonio Guerrero que integran la muestra pictórica “Yo me muero como
viví” y proyectar la película del fallecido cineasta estadounidense Saul
Landau, “Que por favor se ponga de pie el verdadero terrorista”.
La gira de Kimber tuvo lugar del 24 de febrero pasado hasta ayer, y
en sus exposiciones participó la alcaldesa Gayle McLauglin, de la
localidad de Richmond.
El escritor continuará desde hoy hasta el sábado próximo sus
presentaciones en otras ciudades de Estados Unidos y de Canadá, como
parte del programa conmemorativo por los 100 meses de acciones
consecutivas del Comité de Vancouver por la Libertad de Los Cinco.
(Con información de Prensa Latina)
Tomado de Cubadebate
![](http://lapolillacubana.typepad.com/.a/6a013487ba52ae970c019affcd3add970c-pi) | La imagen que publica The Washington Post. Foto Orlando Sierra/AFP/Getty Images |
El
diario norteamericano The Washington Post publicó este viernes, en su
página de opinión, un artículo de Stephen Kimber titulado “Los Cinco
Cubanos estaban combatiendo el terrorismo. ¿Por qué los encarcelamos?”,
donde el investigador canadiense reconoce que “estos agentes serían
héroes norteamericanos hoy”.
Kimber
es el autor de "Lo que hay del otro lado del mar- La verdadera historia
de los Cinco Cubanos", resultado de un extenso trabajo de investigación
que incluyó la revisión por parte del autor de más de 20 mil páginas de
registros judiciales del caso más largo en la historia de Estados
Unidos.
“Los Cinco Cubanos estaban combatiendo el terrorismo. ¿Por qué los encarcelamos?” Por Stephen Kimber*
4 de octubre de 2013, The Washington Post/ Opinión
Considere
por un momento lo que sucedería si agentes de la inteligencia
norteamericana en el terreno, en un país extranjero, descubrieran un
grave complot terrorista, con tiempo suficiente para prevenirlo. Luego
considere cómo los norteamericanos reaccionarían si las autoridades de
ese país, en vez de cooperar con nosotros, arrestaran y encarcelaran a
los agentes estadounidenses por operar en su tierra.
Esos agentes serian héroes norteamericanos hoy. El gobierno de EE.UU movería cielo y tierra para traerlos de regreso.
Este
tipo de escenario ha tenido lugar en la vida real y del hecho se
cumplieron 15 años el mes pasado, solo que los norteamericanos juegan en
el rol del gobierno extranjero y Cuba –sí, la Cuba de Fidel Castro-
juega el papel de los agraviados EE.UU.
A
principios de los años 90, cuando la desaparición de la Unión Soviética
suponía que el colapso del gobierno comunista de Cuba sería
inevitable, grupos militantes del exilio cubano en Miami incrementaron
sus esfuerzos para derribar a Castro por cualquier vía posible,
incluyendo ataques terroristas. En 1994, por ejemplo, Rodolfo Frómeta,
líder de un grupo del exilio, fue capturado en una redada del Buró
Federal de Investigaciones (FBI) intentando comprar un misil Stinger, un
lanzagranadas y cohetes antitanque que dijo planeaba usar para atacar a
Cuba. En 1995, la policía cubana arrestó a dos cubanoamericanos luego
de que intentaran poner una bomba en un hotel en Varadero.
Esas
acciones claramente violaban las leyes de neutralidad de EE.UU, pero el
sistema de Justicia norteamericano mayormente miró hacia el otro lado.
Aunque Frómeta fue acusado, juzgado y sentenciado a casi cuatro años en
la cárcel, las agencias de seguridad raramente investigaron acusaciones
que involucraban a militantes exiliados, y si lo hicieron, los fiscales
pocas veces aplicaron sanciones. Muy a menudo, políticos de la Florida
sirvieron como defensores a elementos de línea dura del exilio.
Pero
los cubanos tenían sus propios agentes en la Florida. Una red de
inteligencia conocida como La Red Avispa fue despachada a principios de
los ´90 para infiltrarse en los grupos del exilio. Tuvieron algunos
éxitos. Los agentes frustraron en 1994 un plan para poner bombas en el
icónico club nocturno Tropicana, un conocido sitio turístico en La
Habana. También interrumpieron un plan para enviar una lancha con
explosivos desde Miami River a la República Dominicana para iban a
emplearse en un intento de asesinato contra Castro.
En
la primavera de 1998, agentes cubanos develaron un complot para
explotar un avión con turistas de Europa o América Latina (el complot
tuvo resonancia: antes de 2001, el acto de terrorismo aéreo más letal en
Latinoamérica había sido la explosión en pleno vuelo del vuelo 455 de
Cubana de Aviación en 1976, que ocasionó la muerte de los 73 pasajeros a
bordo y los miembros de la tripulación).
Castro
envió a su amigo, el ganador del Premio Nobel y novelista Gabriel
García Márquez, con un mensaje secreto sobre un complot contra el
presidente Bill Clinton. La Casa Blanca tomó la amenaza lo
suficientemente en serio como para que la Administración de la Aviación
Federal advirtiera a las aerolíneas.
En
junio de ese año, agentes del FBI volaron a La Habana para reunirse con
sus contrapartes cubanas. Durante tres días en un lugar seguro, los
cubanos proveyeron al FBI de evidencia que sus agentes habían reunido de
varios complots, incluyendo el ataque planeado al avión y una campaña
para poner bombas en hoteles de La Habana que tenía lugar en ese momento
y que había causado la muerte de un empresario ítalo-canadiense.
Pero
el FBI nunca arrestó a nadie en conexión con el complot del avión o los
ataques a hoteles –incluso luego de que el militante exiliado Luis
Posada Carriles se jactara al diario The New York Times, en julio de
1998, del papel que jugó en relación con las bombas puestas en La
Habana. Al contrario, el 12 de septiembre de 1998, un equipo SWAT del
FBI fuertemente armado arrestó a los miembros de la red de inteligencia
cubana en Miami.
Los cinco
agentes fueron juzgados en aquella ciudad hostil a todo lo cubano,
condenados con cargos de “conspiración para cometer” todo desde
espionaje hasta asesinato y sentenciados a condenas imposiblemente
largas, incluyendo dos cadenas perpetuas más quince años.
Quince años más tarde, cuatro cubanos todavía languidecen en prisiones norteamericanas.
Ahora
ustedes comienzan a entender por qué los Cinco Cubanos – como son
conocidos- son héroes nacionales en su país, por qué retratos de ellos
más jóvenes permanecen en carteles a lo largo del país, por qué cada
estudiante cubano los conoce por sus nombres: Gerardo, René, Ramón,
Fernando y Antonio.
La vocera
del Departamento de Estado, Victoria Nuland, ha declarado que los Cinco
Cubanos “fueron condenados en cortes estadounidenses por cometer
crímenes contra los Estados Unidos, incluyendo espionaje y traición”.
Es
cierto que tres de los cinco hombres – Antonio Guerrero, Ramón Labañino
y Fernando González- sí tuvieron, en parte, misiones militares que iban
más allá de la simple infiltración y el reporte de las actividades de
los grupos exiliados de Miami. Pero su propósito no era robar los
secretos militares de EE.UU o comprometer la seguridad de ese país.
Durante
los años ´90, las autoridades cubanas creyeron que su país podría ser
el próximo del Caribe en sufrir una invasión militar norteamericana. No
era una exageración cuando se considera a Granada (1983), Panamá (1989) y
Haití (1994). Luego, también estaba la creciente influencia de activos
grupos de presión anti-Castro como la Fundación Nacional Cubano
Americana, que estaba presionando a Washington para derribar a Castro y a
su hermano.
Basados en sus
evaluaciones de esas invasiones previas, la inteligencia cubana había
desarrollado una lista de comprobación de señales de que una invasión
podría ser inminente: una afluencia repentina de aviación de combate y
reconocimiento a una base militar en el sur, por ejemplo, o visitas
inesperadas o sin explicación de altos mandos militares a las
instalaciones de la sede del Comando Meridional de EE.UU en Miami.
Agentes
como Antonio Guerrero –quien trabajó como conserje en la Estación
Aeronaval de Boca Chica en Cayo Hueso desde 1993 hasta su arresto en
1998 y está cumpliendo 22 años en prisión- fueron los equivalentes de
los satélites espía estadounidenses, contando los aviones en las pistas y
reportando a La Habana.
Por
supuesto, las autoridades cubanas estaban ansiosas por conocer todo lo
que sus agentes pudieran averiguar y La Habana ocasionalmente presionó a
Guerrero al máximo; él respondió enviando recortes de periódicos de la
base. No es de extrañar. Guerrero hablaba poco inglés y no tenía acceso
de seguridad; los secretos militares estaban bien por encima de su
nivel. Y los secretos militares de EE.UU nunca fueron prioridad real de
Cuba –solo quería saber si los yanquis iban a invadirla.
Siete
meses después de que el FBI acusara a los Cinco con cargos
relativamente insignificantes –no declararse agentes extranjeros, uso de
identidades falsas y más seriamente pero menos específico, conspiración
para cometer espionaje- los fiscales impusieron un cargo que
movilizaría a la comunidad cubana en el exilio.
Acusaron
a Gerardo Hernández, el líder de la red, de conspiración para cometer
asesinato en conexión con el derribo tres años antes de dos avionetas de
Hermanos al Rescate.
Hermanos
al Rescate, un grupo anticastrista que había rescatado balseros en el
Estrecho de la Florida pero que había perdido su razón de ser tras un
acuerdo migratorio de 1994 entre Washington y La Habana, había estado
violando el espacio aéreo cubano durante más de un año, arrojando
ocasionalmente panfletos contra el gobierno en La Habana. El gobierno
estadounidense hizo lo que pudo para prevenir posteriores incursiones,
pero las ruedas de la burocracia en la Administración de la Aviación
Federal se movieron lentamente.
En
los primeros meses de 1996, los cubanos enviaron mensajes a Washington a
través de varios intermediarios, advirtiendo que si EE.UU no detenía
otros vuelos de los Hermanos, ellos lo harían.
Washington no lo hizo.
Pero
los cubanos sí. En la tarde del 24 de febrero de 1996, aviones caza
cubanos derribaron dos avionetas pequeñas no armadas de Hermanos al
Rescate, ocasionando la muerte de los cuatro hombres que iban a bordo.
Cuba
reclama que las avionetas estaban dentro de su territorio. El gobierno
estadounidense reclama – y la Organización de la Aviación Civil
Internacional coincidió- que estaban en espacio aéreo internacional
cuando fueron atacadas.
¿Pero
sabía Hernández realmente con anterioridad que el gobierno de Cuba
planeaba derribar las avionetas? ¿Estaba él implicado en la
planificación?
Mi respuesta es
que no. Durante mi investigación para el libro sobre los Cinco Cubanos,
revisé las más de 20 000 páginas de la transcripción del juicio y revisé
miles de comunicaciones decodificadas entre La Habana y sus agentes. No
encontré evidencia de que Hernández tuviera conocimiento o influencia
en los eventos de ese día.
Por
el contrario, la evidencia ofrece la imagen de una burocracia de la
inteligencia cubana obsesionada con la compartimentación y control de la
información. Hernández, un oficial de inteligencia ilegal de nivel de
campo, no tenía necesidad de conocer lo que planeaban las fuerzas
cubanas. Los mensajes e instrucciones desde La Habana eran ambiguos, la
evidencia no era contundente, particularmente para un cargo de
conspiración para cometer asesinato.
En
un mensaje, por ejemplo, los jefes de Hernández se refieren a un plan
para “perfeccionar la confrontación” con Hermanos al Rescate, lo cual
los fiscales insistieron que significaba derribar las avionetas.
Pero
como la jueza Phyllis A. Kravitch señaló – en su desacuerdo con una
decisión de la Corte de Apelaciones de EE.UU por 11no Circuito sobre el
cargo de asesinato contra Hernández- “Existen muchas vías en las que un
país podría confrontar aviación extranjera. Aterrizajes forzados,
disparos de advertencia y viajes con escolta fuera del espacio aéreo
territorial de un país están entre ellos – como también están los
derribos”. La jueza dijo que los fiscales “no presentaron evidencia” que
vinculara a Hernández con el derribo. “No puedo decir que un jurado
razonable – dada toda la evidencia- podría concluir más allá de la duda
razonable, de que Hernández accediera a un derribo,” escribió Kravitch.
Un “jurado razonable.” Ahí está el problema.
A
fines de los `90, los jurados de Miami se habían vuelto tan notorios en
casos que involucraban a exiliados cubanos que los fiscales federales
en un caso diferente se opusieron a una moción de la defensa para un
cambio de sede de Puerto Rico a Miami para algunos exiliados cubanos
acusados participar en un complot para asesinar a Castro.
Miami
“es una sede muy difícil para asegurar una condena para los llamados
luchadores por la libertad”, explicó el abogado Kendall Coffey al diario
The Miami Herald en ese momento. “Tuve algunas condenas, pero algunas
absoluciones que desafiaban toda lógica”.
Los
militantes anticubanos, de hecho, eran considerados héroes. En 2008,
más de 500 agitadores del exilio en Miami se reunieron en honor a la
contribución de Posada a la causa – como se conoce en la comunidad el
esfuerzo por sacar a Castro del gobierno – en la cena de gala.
¿Sus
contribuciones? Además de los ataques a hoteles de La Habana (“Duermo
como un bebé”, dijo al diario The New York Times, comentando sobre el
turista que murió), Posada es el presunto autor intelectual del
bombardeo del vuelo 455 de Cubana. Cuba y Venezuela han pedido su
extradición. Estados Unidos se ha negado a la misma.
En
el 2000, Posada fue arrestado en Panamá en conexión con un complot para
asesinar a Castro; fue condenado y estuvo cuatro años en la cárcel
antes de recibir un perdón aún controversial. Ese perdón fue revocado en
2008.
Lo más cerca que el
gobierno de EE.UU ha estado de procesar a Posada fue en 2009, cuando la
administración de Obama lo acusó – no por su papel en las bombas puestas
en La Habana sino por mentir en un formulario de inmigración. Fue
absuelto.
Hoy, Posada, de 85
años, camina por las calles de Miami, una contradicción viviente de la
guerra norteamericana contra el terrorismo. ¿Cómo ajustar su libertad
con la declaración del presidente George W. Bush tras el 11 de
Septiembre de que “cualquier nación que continúe albergando o apoyando
el terrorismo será considerada como un gobierno hostil por los EE.UU?”
¿Cómo ajustar la libertad de Posada con el sostenido encarcelamiento de
los Cinco Cubanos, cuyo principal objetivo era prevenir ataques
terroristas?
Es una contradicción que los norteamericanos deberían considerar.
*
Stephen Kimber imparte clases de Periodismo en la Universidad de King’s
College en Halifax, Canadá, y es el autor del libro Lo que hay del otro
lado del Mar- La Verdadera Historia de los Cinco Cubanos. Traducción: Danay Portal Vigoa/ Cubadebate
Por Edmundo García*
Les voy a hablar hoy de un tema que tiene
varios aspectos. Esta semana se dio a conocer un caso de censura en
Miami. En La Tarde se Mueve del martes 17 y el miércoles 18 hablamos
también de la censura de la noticia sobre ese acto de censura.
Por
último, también me quiero referir a lo que la radio alternativa de
esta ciudad pudo hacer, y logró, para que todo eso empezara a
solventarse. Un resultado feliz en el duro empeño de todos los días.
Muchos
saben, porque ha repercutido en la prensa cubana e internacional, que
el pasado lunes 16 de este mes de septiembre el Comité Internacional
por la Libertad de Los 5, a través de Alicia Jrapko y Nancy Kohn, dio a
conocer que el profesor canadiense Stephen Kimber estaría realizando
una gira por varias ciudades de Estados Unidos para promover su libro
“Lo que hay del otro lado del Mar. La Verdadera Historia de los Cinco
Cubanos”.
Como su título indica, la publicación trata de mostrar
las verdaderas motivaciones de los antiterroristas y Héroes de la
República de Cuba, pero tiene también un interés académico porque el
autor realizó una investigación documental de más de 20 mil páginas de
registros judiciales del caso más largo en la historia de Estados
Unidos.
El profesor Kimber ha estado haciendo sus presentaciones sin
dificultad; si descontamos un incidente con la radio WLRN (Miami 91.3
FM) que le canceló una entrevista previamente acordada.
Sobre la suspensión un empleado de WLRN comunicó lo siguiente:
“Lamento
informarle que el productor ejecutivo y host del programa Topical
Current, Joseph Cooper, me ha pedido cancelar la entrevista con Stephen
Kimber. Después de leer parte del libro y el material que lo
acompañaba, [Cooper] siente que el tema es demasiado ‘incendiario’ y
teme una reacción negativa por parte ciertos segmentos de la
comunidad.”
Con “comunidad” el mensaje se refería realmente a los
grupos de extremistas radicados en el sur de la Florida; porque la WLRN
es un medio de comunicación basado aquí. Algunos de ustedes podrían
pensar que entonces la noticia no tiene nada de particular, pues la
radio de Miami está en poder de los anticubanos y está más que
confirmado que la prensa de esta ciudad es enemiga declarada de Los
Cinco.
Todo eso es cierto. Pero lo peculiar en este caso es que la
WLRN es una estación pública, uno de esos medios que hasta el momento
han dejado abierto al menos un resquicio, mínimo, de libertad de
expresión. Como dice el colega Eddie Levy, copresentador de La Tarde se
Mueve, la WLRN, afiliada a la National Public Radio, no se sostiene
por anunciantes sino por subvenciones y su rol está precisamente en
marcar la diferencia respecto a los medios vendidos al capital.
¿Es
que acaso instituciones públicas de Miami como Florida International
University, el Miami Dade College y ahora la WLRN también se van a
poner al servicio de la derecha extremista? Se entiende que lo haga
Radio Mambí, La Poderosa, el Canal 41, el Diario Las Américas y otros
por el estilo, pero, ¿los medios públicos también?
Una vez
producido el acto de censura sobre la entrevista del profesor Kimber,
vino entonces la censura informativa sobre ese mismo hecho. La prensa
servil de Miami tenía poderosas razones para tratar de esconder la
noticia y solapar la decisión de la WLRN. Eran varios sus motivos. En
primer lugar porque se trataba de un flagrante acto de censura sobre la
libertad de expresión en Miami, en la propia ciudad donde viven.
Pero
además porque la explicación dada por la WLRN acerca de que el tema de
Los Cinco era “incendiario”, y que “teme una reacción negativa por
parte ciertos segmentos de la comunidad”, confirmaba algo que
precisamente han estado diciendo Los Cinco, sus abogados, los familiares
y todos aquellos que miran al menos con objetividad el caso: que Miami
no era una sede adecuada para realizar el juicio.
Como mismo
dijo el profesor Kimber en su página web: “Ese correo electrónico dice
todo lo que se necesita saber - y más - sobre por qué era imposible
encontrar un jurado imparcial en Miami para el caso de los Cinco
cubanos. Y por qué es más importante aún hoy - 15 años más tarde, con
cuatro de los cinco aún en prisiones estadounidenses - para los
estadounidenses aprender los hechos de este caso.”
Lo primero que
hizo La Tarde se Mueve (la información del Comité Internacional por la
Libertad de Los Cinco salió en email el lunes 16 a las 6:55 p.m.) fue
informar a sus oyentes sobre el hecho y denunciarlo. Pero además
retamos a la prensa miamense, apelando a la reserva de profesionalismo y
vergüenza que debe quedarle, a que reportara sobre la suspensión de la
entrevista al profesor Kimber por la WLRN y se no limitara solo a
denostar sobre la libertad de expresión en otros países cuando esa
misma libertad se estaba violando ante sus narices.
Los emplazamos
a que asumieran la noticia y el problema local, que es lo que debe
caracterizar a la prensa social y comunitaria de nuestros días.
Déjenme
decirles que esta posición de resistencia desde nuestra hora radial
diaria empezó a darnos satisfacciones. Tanto el periódico en inglés The
Miami Herald el mismo martes 17, como El Nuevo Herald en español el
miércoles 18, publicaron la noticia; aunque con su parcialidad
habitual. Hay que reconocer que al menos esta vez sin traducciones
manipuladoras para el lector hispano, desde el título hasta el punto
final.
Pero La Tarde se Mueve fue más allá. Gracias a que el
colega y copresentador Eddie Levy es un oyente regular de la WLRN,
movilizó una corriente de opinión para que escribieran a la misma de
manera muy inteligente.
Primero, insistiendo la importancia de la
radio pública en el desarrollo de la comunidad del sur de la Florida;
segundo, recordando la historia y los logros de WLRN marcando la
diferencia ante la radio extremista miamense; tercero, especificando
que no se trata de la WLRN en general, como institución, sino
específicamente del programa “Topical Currents”, de Joseph Cooper, y
muy particularmente del productor Richard Ives.
Como informó
Eddie Levy ayer mismo en el Programa La Tarde se Mueve, los reclamos a
la WLRN por la censura al profesor Stephen Kimber han dado resultados
(ESCUCHAR aquí la intervención de Eddie en el programa de ayer
miércoles a partir del minuto 20: http://latardesemueve.com/grabaciones).
A
la radio alternativa de Miami le satisface comprobar que algunas cosas
se pueden logar a pesar de la modestia de recursos y las amenazas de
los extremistas.
Como habrán podido escuchar en la grabación
recomendada, Elena Freyre, Presidenta de la Fundación para la
Normalización de las Relaciones entre Cuba y los Estados Unidos,
reclamó a la WLRN por lo que consideró un atentado contra la libertad
de expresión y recibió una respuesta de John Labonia, General Manager
de WLRN, de la que edito un fragmento en versión al español: “Queremos
pedir disculpas a nuestros oyentes del sur de la Florida por la
decisión tomada esta semana por Joseph Cooper, presentador de ‘Topical
Currents’ de WLRN, de cancelar una entrevista con el autor de un libro
polémico sobre Cuba que el Sr. Cooper consideró demasiado ‘incendiario’
para que esta comunidad escuchara sobre él. La decisión del Sr. Cooper
se hizo sin nuestro conocimiento y de ninguna manera refleja -de
hecho, contradice abiertamente- lo que somos y lo que queremos hacer en
el sur de la Florida como una radio pública que informa y promueve el
debate. También contrasta con los recientes esfuerzos de WLRN para dar
una mayor cobertura de noticias sobre América Latina, lo que incluye
foros más abiertos sobre Cuba…Como resultado de esto, la división de
noticias de WLRN (a la que el Sr. Cooper no pertenece) entrevistará a
Stephen Kimber este viernes en el programa ‘Florida Roundup’.” (Al
mediodía: http://wlrn.org/programs/florida-roundup)
Para que
conste en record, y para que los lectores tengan completo acceso a la
información, reproduzco el intercambio en sus originales:
-Correo
de Elena Freyre, Presidenta de la Fundacion para la Normalizacion de
las Relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, a WLRN: “I am appalled
at the cancellation of this interview. If this is what we can expect
from our Public Radio Station, we are indeed lost in this community. Why
don't you, who should be setting the example on free speech and
exchange of ideas, allow this community to make up its own mind. I am
ashamed and sad that it has come to this. You owe this community an
apology.”
-Respuesta de John Labonia, General Manager de WLRN:
“WLRN has always prided itself on being South Florida’s communal
roundtable – a place where the news and issues that most concern us can
be discussed and debated in an intelligent and above all tolerant
forum. That’s especially true when it comes to the controversial issue
of Cuba. As a radio station we realize that it remains a highly
sensitive matter in Miami, especially within the Cuban-American
community. But we also realize that the local conversation about Cuba
has evolved and become more broad-minded over the past decade – and
that it can accommodate opinions today that might have been too
uncomfortable to engage a generation ago.
As a result, we want to
apologize to our South Florida listeners for the decision made this
week by Joseph Cooper, the host of WLRN’s “Topical Currents” show, to
cancel an interview with the author of a controversial new book on the
so-called Cuban Five, the Cuban spies who were convicted of espionage
charges here in 2001. The book argues that the Cubans are innocent, a
claim that Mr. Cooper deemed too “incendiary” for this community to
hear – a judgment that I and the rest of WLRN’s management strongly
disagree with. Mr. Cooper’s decision, in fact, was was made without our
knowledge, and it in no way reflects – in fact, it blatantly
contradicts – who we are and what we do as South Florida’s source for
public radio news and discussion.
It also belies the recent
launch of WLRN’s efforts to provide our listeners with more coverage of
Latin American news and issues, and that includes more open forums on
Cuba policy.
We want to do more than express a mea culpa,
however. We want to make this right. As a result, WLRN’s news division
(to which Mr. Cooper does not belong) will be interviewing Stephen
Kimber, the author of What Lies Across the Water: The Real Story of the
Cuban Five, this Friday on its weekly Florida Roundup show. We will
accord Mr. Kimber his say, but we will also ask him our own hard
questions about his claims. Just as important, joining the show will be
an expert to rebut those claims – and that person will also be asked
hard questions about the Cuban Five episode.
WLRN values the
trust of its listeners above all else, and we promise to work even
harder after this week’s controversy to deserve it.”
Vea además:
Exitosa conferencia de Chomsky y Kimber sobre Los Cinco en Instituto Tecnológico de Massachusetts
![Presentación del libro "Lo que hay del otro lado del Mar- La Verdadera Historia de los Cinco Cubanos", del autor canadiense Stephen Kimber](http://www.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2013/09/k_44971-580x393.jpg) Presentación
del libro “Lo que hay del otro lado del Mar- La Verdadera Historia de
los Cinco Cubanos”, del autor canadiense Stephen Kimber. FOTO: Bill
Hackwell
El Comité Internacional por la Libertad de los Cinco Héroes
cubanos está organizando una gira por la Costa Este de los Estados
Unidos, junto al autor canadiense Stephen Kimber y su nuevo libro “Lo
que hay del otro lado del Mar- La Verdadera Historia de los Cinco
Cubanos”
La gira es parte de las acciones que se llevan a cabo en todas partes
del mundo en conmemoración del decimo quinto aniversario del arresto de
los Cinco.
La iniciativa comenzó con una presentación de Kimber en la popular
librería Busbuys and Poets en Washington DC el 11 de Septiembre. El día
12, cuando se cumplieron exactamente 15 años del injusto arresto de los
Cinco, después de una vigilia frente a la Casa Blanca, tuvo lugar la
segunda presentación en la Asociación Comunitaria Owen Brown, en
Columbia, Maryland en una sala colmada de personas de esa ciudad.
La presentación de Kimber sobre la historia del caso de los Cinco,
desconocida por la mayoría del pueblo estadounidense, despertó gran
interés en ambas audiencias. La gira continuará en Nueva York y
concluirá en la ciudad de Boston donde Kimber hablara junto al
reconocido lingüista estadounidense Noam Chomsky.
![Presentación del libro "Lo que hay del otro lado del Mar- La Verdadera Historia de los Cinco Cubanos", del autor canadiense Stephen Kimber.](http://www.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2013/09/k_4545-580x391.jpg) Presentación
del libro “Lo que hay del otro lado del Mar- La Verdadera Historia de
los Cinco Cubanos”, del autor canadiense Stephen Kimber. FOTO: Bill
Hackwell
![Presentación del libro "Lo que hay del otro lado del Mar- La Verdadera Historia de los Cinco Cubanos", del autor canadiense Stephen Kimber.](http://www.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2013/09/k_4748-580x384.jpg) Presentación
del libro “Lo que hay del otro lado del Mar- La Verdadera Historia de
los Cinco Cubanos”, del autor canadiense Stephen Kimber. FOTO: Bill
Hackwell
![Presentación del libro "Lo que hay del otro lado del Mar- La Verdadera Historia de los Cinco Cubanos", del autor canadiense Stephen Kimber.](http://www.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2013/09/k_4773-580x384.jpg) Presentación
del libro “Lo que hay del otro lado del Mar- La Verdadera Historia de
los Cinco Cubanos”, del autor canadiense Stephen Kimber. FOTO: Bill
Hackwell
Fuente Cubadebate
Stephen
Kimber autor canadiense presenta en EE.UU. "Lo que hay del otro lado
del Mar - La Verdadera Historia de los Cinco Cubanos" ![](http://api.ning.com:80/files/6wcMIWo9ZYgTCqSlskXczi5oxlxtBDidCxQJYaIFPFBijhxG*A0YrjJWxzTRWV1qBdKpJbywe7qcch0k6BsbIIJwWy*x80In/LibrodeLosCicnodeStephenKimber.jpg) Como
parte del llamado internacional para denunciar con múltiples acciones
los 15 años de injusto arresto de los 5 Cubanos, el Comité Internacional
por la Libertad de los 5 Cubanos ha organizado una gira por la Costa
Este de los EE.UU. con el autor canadiense Stephen Kimber quien
presentará su nuevo libro "Lo que hay del otro lado del Mar-La Verdadera
Historia de los Cinco Cubanos." El libro es el resultado de un extenso
trabajo de investigación que incluyó la revisión por parte del autor de
más de 20.000 páginas de registros judiciales del caso más largo en la
historia de Estados Unidos, escrito con una narrativa clara y objetiva.
Del 11 al 17 de septiembre Kimber disertará sobre su libro ante
diferentes audiencias de Estados Unidos en Washington DC, Maryland,
Nueva York (Manhattan y Brooklyn) y en Boston donde lo acompañará el
prestigioso lingüista americano, filósofo y politólogo Noam Chomsky.
Una segunda gira se llevará a cabo en la Costa Oeste a principios de
noviembre. "Lo que hay del otro lado del Mar" representa una
herramienta de vital importancia para explicar el caso de los 5 Cubanos,
especialmente para aquellos que nunca han escuchado sobre ellos. El
objetivo de la gira es llegar a nuevas audiencias y generar interés para
que más personas se sumen a la campaña por la libertad de los Cinco y
se pueda poner fin a esta larga injusticia.
(Con información enviada por Marta Speroni y el Comité Internacional por la Libertad de los 5)
AGENDA Y LUGARES DONDE SE HARÁN LAS PRESENTACIONES DE STEPHEN KIMBER
Miércoles 11 de Septiembre Hora: 6:30 pm Lugar: Busboys & Poets Dirección: 2021 14th Street NW Washington, DC
Jueves 12 de Septiembre Hora: 7:00 pm Lugar: Owen Brown Community Association Dirección: 6800 Cradlerock Way Columbia, MD
Sábado 14 de Septiembre Hora: 4:00 pm Lugar: BookCourt Dirección: 163 Court Street Brooklyn, New York
Domingo 15 de Septiembre Hora: 5:00 pm Lugar: Centro para Estudios Cubanos Espacio de Arte Cubano Dirección: 231 West 29 St Ciudad de Nueva York ![](http://ih.constantcontact.com/fs188/1102700155448/img/590.jpg?a=1114434809191) | Una de las 15 pinturas de Antonio Guerrero | Presentación del libro e Inauguración de la exposición de pinturas de Antonio Guerrero, uno de los 5 Cubanos titulada "Yo me muero como viví".
La exposición incluye 15 acuarelas que reflejan los 17 meses en celdas
de aislamiento máximo cuando fueron detenidos, y marcan el décimo quinto
aniversario del arresto de los 5 Cubanos.
Martes 17 de Septiembre Hora: 6:00 pm Lugar: Massachusetts Institute of Technology (MIT) Dirección: 77 Massachusetts Ave, Cambridge, MA. Sala Sera AnunciadaInvitado Especial: Noam Chomsky Los libros estarán disponibles en todas las presentaciones
Haga Clic aqui para adquirir una copia del libro de Stephen Kimber |
Por Ricardo Alarcón de Quesada
La
editorial canadiense Fernwood Publishing acaba de publicar “Lo Que Hay
Del Otro Lado Del Mar- La Verdadera Historia De Los Cinco Cubanos”, el
libro más completo hasta ahora disponible en inglés sobre un tema al que
los norteamericanos apenas han tenido acceso: el caso de Gerardo,
Ramón, Antonio, Fernando y René, los patriotas cubanos encarcelados en
Estados Unidos por luchar contra el terrorismo.
Es una historia
secuestrada desde hace quince años. Los esfuerzos de su autor, Stephen
Kimber, para publicarlo en Estados Unidos fueron inútiles. “Qué difícil
ha resultado la venta de este libro a las principales editoriales de
Norteamérica. Hemos recibido toda clase de explicaciones, por supuesto,
pero la principal parece ser la creencia de que no existe en Estados
Unidos una audiencia para un libro que podría presentar una imagen
favorable de un grupo de ´espías cubanos´. Yo espero que este libro
demuestre que ellos están equivocados.”
El libro es resultado de
una búsqueda minuciosa y profunda que lo llevó a estudiar las más de
veinte mil páginas de las actas del tribunal (Estados Unidos versus
Gerardo Hernández et al)y miles de páginas más de documentos legales de
lo que fue el caso más prolongado de la historia norteamericana. Leyó
además libros y periódicos sobre Cuba y su largo enfrentamiento con
Estados Unidos y también entrevistó a numerosas personas a ambos lados
del Estrecho de la Florida y de los dos bandos o de ninguno.
No
es un texto sobre el complicado e interminable proceso judicial, pero
aborda, sin embargo, sus aspectos fundamentales. Tampoco es una
biografía de los Cinco, aunque sus páginas los muestran como lo que son:
seres humanos cercanos al lector. El libro va más allá y ayuda a
comprender el conflicto entre dos países.
Pero no es un trabajo
voluminoso ni de lectura difícil. Todo lo contrario. Con lenguaje claro y
ágil permite al lector recorrer episodios de ese conflicto y culminar
en unas pocas horas una lectura a la que quedó atrapado desde la primera
página. Es la obra de un maestro de periodistas, un gran escritor y
sobre todo, un intelectual honesto, comprometido sólo con lo que él pudo
comprobar independientemente.
Ya en su primer párrafo nos dice
que “Este no es el libro que yo pensaba escribir. Ese libro iba a ser
una novela, una historia de amor que se desarrollaba en parte en Cuba.” Y
por supuesto no era una novela sobre los Cinco acerca de quienes
“vagamente había escuchado”. Kimber refiere en el prólogo cómo fue que
decidió abandonar su proyecto inicial y ofrecernos, en cambio, un texto
que nada tiene de ficción, y es un ejemplo de riguroso, imparcial y
objetivo apego a la verdad.
En palabras de su autor, “no es una
simple narrativa lineal. Es una acumulación en cascada de incidentes y
escollos, de complicidades y consecuencias, una narrativa paralela,
convergente, divergente, mostrando un reparto de caracteres eclécticos a
ambos lados del Estrecho de la Florida”.
“Quizás fue la engañosa
complejidad de todo ello lo que finalmente me convenció de que esta
historia necesitaba ser contada, y necesitaba ser contada por alguien
que no supiera ya cuales versiones de cuales historias eran las
verdaderas.”
En esto radica la importancia verdadera de este
libro. Es fruto de una investigación realizada por alguien que al
emprenderla no era un defensor o simpatizante de la causa de los Cinco.
Kimber, como miles de canadienses que visitan Cuba, tropezó más de una
vez con algún cartel de propaganda, escrito con ingenuidad o torpeza
lingüística, o escuchó a alguien hablar con admiración de los Cinco
Héroes. Pero casi nada sabía al iniciar su indagación.
El autor
formula una pregunta que encierra la clave para entender el problema:
¿Por qué el FBI decidió arrestarlos y llevarlos a un juicio público?
¿Por qué si hacía años que los tenía bajo su control y conocía todo lo
que habían hecho y hacían? Al actuar de ese modo, apartándose de la
práctica normal, el FBI perdió un caudal informativo importante y a la
vez seguro. Tampoco podía acusarlos de nada grave y por eso los dos
cargos importantes formulados contra ellos no implicaban crímenes
sustantivos. Eran de “conspiración” para lo cual no hacía falta
presentar evidencias concretas que nunca existieron.
La única
explicación es política. En el verano de 1998 se habían dado los
primeros pasos en lo que pudiera haber sido una colaboración entre los
dos países para poner fin a las acciones terroristas contra Cuba
originadas en Miami. Una misión de altos oficiales del FBI, enviada por
decisión del Presidente Clinton, había recibido en Cuba copiosa
información sobre tales actividades y había prometido actuar. Cuando la
noticia de esos contactos llegó a Miami, el señor Pesquera, jefe local
del FBI, quien mantenía estrechos vínculos con los terroristas, procedió
al arresto y lo hizo empleando métodos que revelaban su motivación y el
carácter político de la operación. “Si los cargos de espionaje contra
los cubanos parecían poco convincentes – y lo eran, incluso entonces –
¿por qué el FBI decidió darle tanta importancia a esa parte del caso?
´Hemos hecho esto de forma pública,´ explicó Héctor Pesquera en español
en un mensaje que fue transmitido frecuentemente en las estaciones de
radio hispanas durante los días siguientes, ´para reunir información del
público.´ ¿Qué? ”
“Intencional o no, las noticias sobre los
arrestos y las acusaciones contra los cubanos sirvieron para incrementar
los niveles de histeria en la siempre al límite comunidad de exiliados
de Miami. La comentarista de la WQBA-1140 AM – y no olvidar vocero de la
FNCA – Ninoska Pérez Castellón anunció en el aire el número de la
centralita del FBI e invitó a llamar al Buró (y a su programa) para
informar sobre “personas sospechosas”.
“Los grupos de exiliados
como la Fundación Nacional Cubano-Americana se cebaron en las noticias
de los arrestos, “que ahora vemos han estado amenazando intereses de
seguridad vitales para Estados Unidos,” para hacer lobby por medidas aún
más fuertes contra Cuba. Al día siguiente de la conferencia de prensa
de Pesquera, el presidente de la FNCA Alberto Hernández y su
vicepresidente Jorge Más Santos enviaron una carta al Senador Bob
Graham, un miembro del Comité de Inteligencia del Senado que los
apoyaba, para solicitarle que organizara una audiencia pública en Miami
acerca del espionaje cubano.”
Mientras esto sucedía, allí mismo,
en Miami, ante las narices del señor Pesquera, sin que nadie los
molestase, se entrenaban los terroristas que realizarían el brutal
ataque del 11 de septiembre de 2001.
El ambiente de odio creado
por los medios locales de Miami, definido en 2005 por el panel de la
Corte de Apelaciones como “una tormenta perfecta de prejuicios y
hostilidad”, llevó a la decisión unánime de esos magistrados de anular
el juicio. Fue más tarde, en 2006, que se supo que quienes desataron
dicha “tormenta” recibían generosos, y ocultos, pagos del Gobierno
federal.
El libro de Kimber aparece cuando el caso ha llegado a
un momento crucial, a la espera de que el tribunal de Miami se pronuncie
sobre las apelaciones colaterales (Habeas Corpus) cuyo fundamento
principal es precisamente la conspiración gubernamental, financiando y
organizando la campaña mediática que en Miami envenenó todo el proceso y
que fue iniciada, precisamente, por el mismísimo FBI. Ojalá la Jueza lea este libro antes de emitir su fallo.
Nota: En junio del pasado año, y por cortesía del autor, publicamos un fragmento de la obra: “'Shootown”
[Derribo] es un extracto de 'Lo que hay al otro lado del agua: La
verdadera historia de la Los Cinco Cubanos' ". Pueden descargarlo allí (en inglés, .pdf)
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Rosa C. Báez
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