Considerado
el jefe de la red de cinco agentes de la Isla detenidos en EE UU, se
proclama revolucionario con las mismas convicciones que hace casi 20
años
“Quieren destruirnos con el abrazo del oso”. Gerardo Hernández, de 50
años, militante desde los 15, no es un miembro más del Partido
Comunista de Cuba (PCC), ni las intenciones que atribuye a Estados
Unidos son retóricas. Considerado el jefe operativo de la red de cinco
agentes cubanos detenidos en 1988 por el FBI, condecorados todos en la
isla con el título de Héroes de la República, y liberados en el marco de la distensión binacional
anunciada el 17 de diciembre de 2014, Hernández tiene acceso a Raúl
Castro y al vértice del partido. Se proclama revolucionario con las
convicciones que hace casi 20 años le llevaron a aceptar una misión
peligrosa: infiltrarse entre los grupos anticastristas más violentos de
Florida e informar sobre sus actividades.
Su excarcelación después de 16 años en prisión fue la principal
exigencia del régimen cubano para abrir el proceso hacia la
normalización diplomática. El caso de Hernández era el más complejo y la
pena impuesta por un tribunal federal, la más dura: dos cadenas
perpetuas con cargos de espionaje, conspiración para el asesinato y
falsedad documental. Hace pocos días viajó a España para agradecer la
solidaridad de sus simpatizantes y visitar Gran Canarias, donde nació su
madre, fallecida en 2009. Hernández considera que la nueva política
norteamericana, el turismo,
los intercambios diplomáticos, comerciales, culturales y deportivos, se
asemejan al “abrazo del oso” porque su objetivo es socavar el sistema
desde dentro.
“Tenemos razones para ser muy cautelosos. Estados Unidos siempre ha
visto a mi país como su patio trasero y hay poderosos intereses que ven
ahora una oportunidad para lograr lo que no han podido por otros medios
durante medio siglo”, declara durante una entrevista en la
embajada de Cuba en Madrid. “Muchas personas quieren un acercamiento
real, pero congresistas con influencia y también la propia
Administración no ha renunciado a sus objetivos con Cuba. Y el objetivo
siempre ha sido destruir la revolución. Están apostando a que ahora
podrán hacerlo con el abrazo del oso”. La biografía de Hernández no
presenta fisuras ideológicas: destaca en la Unión de Jóvenes Comunistas,
(UJC), cumple 54 misiones de combate en Angola (1989) y a mediados de
los noventa dirige en EE UU la denominada red de espionaje Avispa.
Contrariamente a quienes sospechan de compromisos todavía sin
desvelar, sostiene que las negociaciones entre Estados Unidos y Cuba
comenzaron sin condiciones previas ni temas inabordables, pero sin que
el Gobierno cubano aceptara promover aperturas políticas en la isla a
cambio del levantamiento de sanciones. “No sé lo que tendrán ellos en
mente, pero yo le aseguro que este proceso se inició sobre la base de
que se discutiría de igual a igual, sin precondiciones, con respeto y
soberanía”. En enero de 2015 nació su única hija, concebida a la
distancia, desde la cárcel, porque se prohibió cualquier visita de su
esposa. La reproducción asistida fue autorizada durante las
conversaciones secretas previas al anuncio oficial de 2014
El exagente de inteligencia desconfía de Washington. “Hay partidas,
grandes sumas, públicas o no, dedicadas a la subversión en Cuba, pero
los cambios que vayan a ocurrir ocurrirán por la voluntad y el deseo de
los cubanos”. No cree en el pluripartidismo porque dice que atenta
contra “nuestra propia historia. Ya Martí habló del partido de la nación
cubana. No tengo una bola de cristal para predecir el futuro y los
cambios y consensos que pueda haber en nuestra población. Las
circunstancias cambian, y nuestra propia realidad, pero ahora la gran
mayoría de los cubanos quiere que nuestro sistema siga siendo
socialista”. A continuación, la entrevista con este baluarte
revolucionario.
Pregunta. ¿Puede cuantificar el apoyo social de la revolución?
Respuesta. No podría decirle si en el año 70 tuvo un
90% y ahora un 77%. No creo que nadie tenga los números, pero puede
estar convencido de que sin la mayoría del pueblo la revolución no
resiste.
P. Entonces habría que consultar al pueblo para confirmar esa mayoría, ¿no?
R. Ya se hizo. Uno de los procesos de consulta
popular fue para discutir los lineamientos (documentos del VI Congreso
del partido de 2011) Se recogieron millones de opiniones de la población
sobre hacia donde quiere que Cuba vaya y qué modificaciones hacemos.
P. ¿Es posible incorporar la participación política de sectores ajenos al partido?
R. Nuestro sistema electoral establece esa
posibilidad. Hay casos de personas sin afiliación que se han propuesto a
nivel de comunidad. No es una limitación no ser del partido.
P. Pero la gente se inhibe porque cree que no hay nada que hacer.
R. Sería ilógico que un Gobierno al que costó una guerra hacer una revolución estimulara su propia oposición.
P. Propone perfeccionar el socialismo. ¿A qué socialismo se refiere?
R. Yo insisto en el apellido de cubano porque ya
cometimos el error de copiar de otras latitudes y no nos salió bien.
Tiene que incorporar cualquier mecanismo siempre que beneficie a la
mayoría y cuente con el apoyo de la mayoría
P. ¿Y los medios de producción en manos del Estado?
R. No está en los planes de nuestra revolución privatizarlos. Eso iría en contra de los principios fundamentales del socialismo.
P. También las desigualdades sociales originadas con la privatización de los servicios van contra el socialismo. ¿No?
P. Son riesgos que se corren. Lo importante es darle
a la gente la igualdad de oportunidades. El igualitarismo a ciegas no
conduce a nada. Si un hombre está haciendo dinero con su trabajo sin
explotar a nadie bienvenido sea.
P. Da la impresión de que la juventud cubana vive ajena a la ideología.
R. Ellos [EE UU] confían en el cambio generacional
de nuestra dirigencia histórica: en que los jóvenes cubanos tienen otra
mentalidad, y no tienen el mismo compromiso con la revolución. A eso
aspiran. Y es algo para lo que debemos prepararnos.
Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos
A los amigos de Cuba Socialista, Revolucionaria y Soberana
2 de julio de 2015
El
17 de diciembre de 2014 marcó un día histórico con el regreso de
Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, tres de los Cinco
Patriotas cubanos presos en EE.UU por más de 16 años, y el anuncio de la
intención expresa para restablecer las relaciones entre EE.UU y Cuba.
Tras siete
meses de conversaciones de alto nivel por ambas partes, los presidentes
Raúl Castro y Barack Obama anunciaron este 1ro de julio el
restablecimiento de la relaciones diplomáticas y la apertura de las
Embajadas en Washington y La Habana el próximo 20 de julio.
En cartas
intercambiadas entre ambos mandatarios, indicaron que los anima la
intención de desarrollar relaciones respetuosas y de cooperación entre
ambos pueblos y gobiernos, basadas en los principios y objetivos de la
Carta de las Naciones Unidas, el Derechos Internacional y la Convención
de Viena sobre relaciones diplomáticas y consulares. Cartas de los Presidentes
Este
importante avance marca también que se ha cumplido con éxito la primera
etapa del complejo y difícil camino hacia la normalización de las
relaciones.
Saludamos
los esfuerzos realizados por ambas partes. Pero mucho más aplaudimos a
Cuba Socialista, Revolucionaria y Soberana que sin renunciar a un solo
principio, ni un milímetro de su soberanía, ni a la solidaridad
internacional que ha llenado de gloria su historia, ha llegado a este
momento donde queda demostrado una vez más que medio siglo del bloqueo
genocida más largo de la historia, más de 600 intentos de atentados a
Fidel y guerra encubierta, no pudieron doblegar la voluntad de todo un
pueblo, no pudieron vencer la firmeza de su dirección revolucionaria que
no claudicó jamás, porque este es el pueblo de Fidel y Raúl y de
aquellos que justamente este 26 de julio, 6 días después de la apertura
de las embajadas, cumplirán 63 años de haber cambiado para siempre el
destino, no solo de una pequeña isla, sino de toda nuestra América
Latina.
A los amigos y
compañeros que trabajan desde hace décadas en solidaridad con la
Revolución Cubana, a quienes se movilizaron por el retorno de Elián
González, a los que durante 16 años realizaron todo tipo de acciones día
tras día, año tras año, demandando la libertad de los Cinco y
denunciando al terrorismo; a las personas honestas del mundo que aman la
paz, los convocamos hoy a exigir al Congreso de EE.UU que ponga fin al
bloqueo genocida contra Cuba, exigir al gobierno de EE.UU la devolución
del territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval de Guantánamo, el
desmantelamiento de las organizaciones terroristas con base en Miami que
han provocado 5077 víctimas del terrorismo, el fin de las trasmisiones
radiales y televisivas con las que se viola la soberanía, el cese de los
presupuestos millonarios que alimentan y sostienen los planes
subversivos contra Cuba en el intento de promover la desestabilización
interna y la contrarrevolución, y la compensación al pueblo cubano por
los innumerables daños provocados durante estas décadas. Declaracion del Gobierno Revolucionario
Con el mismo
espíritu de unidad de acción y la certeza de la victoria con los que
hicimos nuestro primer llamado desde el Comité Internacional por la
Libertad de los Cinco aquel 20 de mayo del 2002, los llamamos hoy, en
estas horas de nuevos desafíos y peligros para nuestros pueblos a:
Defender incondicionalmente a la Revolución Cubana, su pueblo y
su gobierno; luchar por el fin al bloqueo genocida, for el fin de todas las restricciones a los viajes de los estadounidenses a Cuba, la devolución de Guantánamo y la reparación económica por los daños causados al pueblo cubano;
Demandar la libertad de Oscar López Rivera, prisionero político boricua que lleva más de tres décadas en prisiones de EE.UU;
Apoyar la justa lucha por la independencia de Puerto Rico;
Denunciar todo intento de agresión a Venezuela Bolivariana y los
países del Alba, y las agresiones del imperialismo contra los gobiernos
progresistas de la región;
Apoyar los Diálogos de Paz entre las FARC y el gobierno de Colombia;
Exigir la devolución de las Islas Malvinas;
Expresar nuestra solidaridad incondicional con Palestina y los pueblos árabes agredidos por el imperialismo y el sionismo.
Por lo que ha
significado el 17 de diciembre para todos los solidarios del mundo, en
la Cumbre de los Pueblos de Panamá se aprobó llevar a cabo acciones
contra el Bloqueo y la defensa de nuestros pueblos los días 17 de cada
mes.
Nuestro Logo,
basado en un boceto original de Gerardo Hernández Nordelo, expresa el
pronunciamiento de la CELAC en 2014 cuando proclamó: América Latina es
Zona de Paz.
Queridos compañeros,
desde nuestro modesto espacio, con la fuerza de la razón que asiste a
nuestros pueblos y desde la experiencia acumulada, los convocamos a
luchar más que nunca, con nuevas herramientas, los mismos principios,
con mayor sabiduría y con la misma pasión.
Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos
Sólo
el respeto mutuo y el reconocimiento de las diferencias que han signado
la evolución histórica de ambas naciones, podrían conducir al éxito en
las relaciones futuras entre EE.UU y Cuba.
Pensaba
escribir un artículo sobre mis deseos para fin de año que abarcase
aspiraciones soñadas que compartiesen individuos, colectividades y hasta
la humanidad entera. Pero este día de hoy, 17 de diciembre de 2014,
puede ser calificado como un día feliz por su trascendencia y
envergadura a nivel personal e internacional, y no puede haber otro tema
más oportuno.
La
alta política, apoyada por factores diversos surgidos y alimentados
durante más de cincuenta años, encontró al fin un rumbo certero que ha
permitido el reconocimiento del fracaso de las medidas de aislamiento
contra Cuba y, con ello, el restablecimiento de relaciones diplomáticas
entre Estados Unidos y Cuba y la liberación de la prisión de Gerardo,
Antonio y Ramón, patriotas cubanos encarcelados injustamente en
territorio norteamericano.
El
restablecimiento de las relaciones con Cuba por parte del gobierno de
Obama es indudablemente un acto rectificador que entraña valentía. Se
logró durante su segundo mandato, lo que quizás se hubiera alcanzado
mucho antes, durante el segundo mandato del presidente James Carter, de
haber resultado reelecto, ya que este dio el primer paso importante en
este terreno con el acuerdo de abrir Oficinas de Intereses en ambos
países. De modo tal que el restablecimiento de las relaciones abre vías
para eliminar el bloqueo económico, comercial y financiero, condenado
por la comunidad internacional en todos los foros, que constituye el
principal obstáculo para la normalización definitiva de las mismas.
En
cuanto a los Cinco Héroes cubanos, la libertad de los 3 que aún
cumplían condena en Estados Unidos, más que perdón, tiene un papel
reparador de la justicia. Estos hombres no están cansados a pesar de los
16 años en prisión. Están de pie y rectos en su dignidad plena. Antes
en las cárceles y ahora en libertad continúan alzando sus verdades como
las banderas victoriosas de la redención humana y de la paz del mundo.
Al infiltrarse en el seno de los grupos terroristas de Miami, a fin de
neutralizar sus acciones criminales, estos hombres hicieron una
contribución significativa a la paz entre el pueblo cubano y
norteamericano y a la lucha contra el terrorismo.
El
pueblo cubano los ha recibido con el amor que merecen y con una enorme
alegría, y hombres y mujeres sensibles han derramado lágrimas de
felicidad por la emoción desbordada ante la noticia y su presencia en
Cubita la Bella.
Especial
recuerdo y reconocimiento merecen hoy todos aquellos que durante años
libraron las más generosas luchas de solidaridad por la liberación de
los 5, hecho que no tiene precedente, por su universalidad y constancia,
en la historia contemporánea.
En
el mundo del mañana debe esperarse que prevalezcan los mejores
sentimientos, las mejores acciones y las mejores ansias de la humanidad.
En ese mundo del mañana, bajo el imperio de la paz y la amistad,
liberado del miedo y la miseria, esperamos que Cuba pueda realizar
plenamente los sueños que hoy atesora, con relaciones plenamente
normales con los Estados Unidos.
Mientras
esa hora llega, Cuba debe seguir oteando el horizonte, seguir armada de
su verdad, seguir alzando su dignidad y rebeldía, y continuar forjando
su victoria. Estados Unidos debe aprender una lección, y es que no
siempre la fuerza, las amenazas y las agresiones, son instrumentos de la
victoria. Pero para ello debe abandonar su papel, y en el caso de Cuba
esto es esencial, de "perdonavidas” ni cambiar de atajos para la
preparación de emboscadas. Tampoco estaría bien que pretendiera
sermonear a Cuba con la filosofía de la ideología que sustenta a la
nación estadounidense ni imponer valores que no se corresponden con la
naturaleza y vocación cubanas. Sólo el respeto mutuo y el reconocimiento
de las diferencias que han signado la evolución histórica de ambas
naciones, podrían conducir al éxito en las relaciones amistosas y
provechosas para los dos pueblos.
En esta hora decisiva y definitoria, Cuba patentiza las palabras de Martí en el sentido de que "nada
piden los cubanos al mundo, sino el conocimiento y respeto de sus
sacrificios, y dan al universo su sangre […] Y al mundo preguntamos,
seguros de la respuesta, si el sacrificio de un pueblo generoso, que se
inmola por abrirse a él, hallará indiferente o impía a la humanidad por
quien se hace”.
*Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba
Kurt L. Schmoke es presidente de la Universidad de Baltimore
Por Kurt L. Schmoke*
En 1999 acompañé a los Orioles de Baltimore en su histórico viaje a
La Habana, Cuba. Este hecho marcó la primera vez, desde 1959, en que un equipo de las Grandes Ligas de Béisbol jugó en Cuba.
Muchos de nosotros esperábamos que un partido de béisbol entre los
equipos de Estados Unidos y Cuba podrían ser el precursor de unas
relaciones diplomáticas normalizadas, de la misma forma en que un
partido de ping-pong señaló un cambio en las relaciones de Estados
Unidos con China. Por desgracia, no se cumplieron esas esperanzas.
Recientemente, visité Cuba para ver cuánto había cambiado la vida
desde la visita de los Orioles. Lo que descubrí fue que, bajo el
concepto de pueblo a pueblo, los ciudadanos de Cuba y los Estados Unidos
desean estrechos vínculos y relaciones comerciales normales, pero los
gobiernos de nuestros dos países permanecen atrapados en batallas
políticas de la Guerra Fría. A pesar de que tanto médicos cubanos como
estadounidenses están en el África occidental para luchar contra la
crisis de Ébola, esa cooperación sigue siendo la excepción y no la
regla.
Uno escucha las declaraciones de algunos funcionarios del gobierno
acerca de la voluntad de iniciar una nueva era de relaciones
diplomáticas, y que el camino a esa nueva era parecía haber comenzado
tras el fin de las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética,
con la destrucción del muro de Berlín. Sin embargo, parece que siempre
apareció una barricada cada vez que las partes se movían hacia adelante.
El impedimento actual se levanta sobre el encarcelamiento en Cuba de un
residente de Maryland, Alan Gross, y del encarcelamiento en Estados Unidos de un grupo conocido como los Cinco Cubanos. Creo
que la Delegación de Maryland al Congreso puede ser la clave para abrir
las puertas de la cárcel para todos estos hombres, y propiciar una
nueva era de la diplomacia para los dos países.
Alan Gross, de 65 años de edad y vecino del condado de Montgomery,
fue detenido en Cuba en 1999, mientras trabajaba bajo contrato
patrocinado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional “para aumentar el acceso a Internet en pequeñas comunidades de
todo el país”. El gobierno cubano alegó que su trabajo implicaba actos
perjudiciales a la República de Cuba (esencialmente lo etiquetan de
espía) y lo condenó a una pena de 15 años. Lleva preso cuatro años. Sus
amigos y partidarios indican que se encuentra en muy mal estado de
salud, después de haber perdido cerca de 100 libras durante su
encarcelamiento.
Los Cinco Cubanos
eran, de hecho, oficiales de inteligencia enviados a Miami en la década
de 1990 para recopilar información sobre los grupos locales
anticastristas, que presuntamente participaban en actividades que
violaron la ley de los Estados Unidos, incluidos actos de violencia
destinados a derrocar al gobierno de Castro. A pesar de que el gobierno
de Estados Unidos recibió evidencia que apoyaba esas denuncias, los
fiscales estadounidenses no actuaron sobre los grupos violentos, sino
contra los cinco agentes de inteligencia cubanos. El gobierno optó por
procesar a los Cinco Cubanos -no en cualquier lugar- en Miami.
En 2001, después de cortas deliberaciones del jurado, los Cinco
fueron declarados culpables de una variedad de cargos de conspiración y
fueron condenados a penas que van desde 30 años a cadena perpetua. Uno
de los cinco (a quien conocí recientemente) fue puesto en libertad en
2011 tras cumplir 15 años, y enviado de vuelta a Cuba con la condición
de que nunca regresara a los Estados Unidos. Otro fue devuelto en
febrero en duros términos de libertad condicional. Tres permanecen en
prisión.
Es de destacar que después de cuidadosa y objetiva revisión de los
casos de Alan Gross y de los Cinco Cubanos, el Grupo de Trabajo de la
Comisión de Derechos Humanos de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias,
condenó el encarcelamiento de los seis hombres e instó a los gobiernos
de Cuba y Estados Unidos a liberarlos.
Se desprende de las declaraciones hechas por funcionarios del
gobierno cubano que el destino de Alan Gross está ligado a la suerte de
los Cinco Cubanos. Algunos defensores del status quo de la
Guerra Fría pueden querer que el Sr. Gross languidezca en la cárcel como
una demostración de la crueldad del régimen de Castro. Pero eso no
sería ni lo más prudente ni lo más humano. La Delegación del
Congreso de Maryland debería presentar una petición al presidente Barack
Obama para que conmute las sentencias de los Cinco Cubanos y los
devuelva a Cuba. Si conmuta las penas, el presidente no tendría
que comentar sobre la culpabilidad o inocencia de los Cinco Cubanos.
Más bien, él sólo estaría indicando que estos hombres han cumplido un
castigo por un tiempo suficiente.
Este acto conduciría inevitablemente a la liberación de Alan
Gross. Ese resultado permitiría a nuestros países iniciar la cuenta
regresiva en el camino que conduce a la normalización de las relaciones,
aquella que muchos esperábamos cuando la histórica visita de los
Orioles.
Kurt L. Schmoke es presidente de la Universidad de Baltimore. Su correo electrónico es President@ubalt.edu.
El Comité Internacional por la Libertad de los 5 Cubanos ha emitido este lunes desde Washington, Estados Unidos, el siguiente COMUNICADO DE PRENSA:
Los 5 Cubanos y el Futuro de las Relaciones EEUU-Cuba
Mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba
WASHINGTON, D.C., 2 de Junio, 2014 . ¿Quiénes son los 5 Cubanos y cómo se relaciona el caso en el futuro de las relaciones EEUU-Cuba? El abogado Martin Garbus y el autor canadiense Stephen Kimber
responderán a estas y otras preguntas sobre las relaciones Estados
Unidos-Cuba y el caso políticamente motivado, clave para mejorar las
relaciones entre los dos países. A las 10 de la mañana del miércoles 4
de Junio en el Club Nacional de Prensa, dará comienzo la conferencia de prensa. Garbus, abogado principal del equipo legal de los 5 Cubanos y Kimber, autor del libro “Lo que hay del otro lado del Mar – La Verdadera Historia de los Cinco Cubanos”,
explorarán los detalles del caso de los 5 Cubanos y explicarán su lugar
en la compleja historia de las relaciones Estados Unidos-Cuba. Este
evento en el Club Nacional de Prensa da inicio a la semana de
actividades “5 días por los 5 Cubanos” en Washington D.C.
Alicia Jrapko
coordinadora en EE.UU del Comité Internacional por la Llibertad de los 5
Cubanos, ha declarado que este es el tercer evento anual de “5 días…”
realizado en Washington cuyo propósito es encontrar una solución
humanitaria al caso de los 5 Cubanos y un cambio de la política
estadounidense hacia Cuba. La semana de actividades se lleva a cabo en
un contexto de creciente presión sobre la administración de Obama para levantar las restricciones comerciales que impone Estados Unidos a Cuba y encontrar soluciones humanitarias a casos que involucran a ambos países.
La Conferencia de prensa
se realizará el miércoles 4 de junio de 2014 a las 10:00 am en la sala
Lisagor del Club Nacional de Prensa. El prestigioso Club Nacional de
Prensa se encuentra ubicado en el piso 13 del Edificio Nacional de
Prensa, 529 14th Street NW, Washington DC, 20045.
Es
una red de personas preocupadas por este caso, de varios países de
Europa, América Latina y América del Norte. El principal objetivo de
esta red es llegar a los sectores más diversos de la población e
informar sobre el caso de los Cinco.
El título
es “Cuba y sus vecinos: democracia en movimiento”.
Se prevé que su edición en español se hará en Cuba
en mayo de este año. Varias opiniones de
especialistas cubanos
Un nuevo libro del escritor y periodista canadiense
Arnold August, un destacado activista del movimiento
de solidaridad con Cuba, se prevé que sea editado en
español, en Cuba, en mayo próximo. Su título es
“Cuba y sus vecinos: democracia en movimiento”. En
inglés,
CUBA AND ITS NEIGHBOURS: DEMOCRACY IN MOTION.
A Arnold August la Upec le otorgó el pasado año la
Distinción Félix Elmuza.
A continuación ofrecemos valoraciones sobre el
contenido de su nuevo libro emitidas por varias
personalidades, investigadores, profesores,
juristas y periodistas cubanos:
Dra. Olga Fernández Ríos, Investigadora Instituto de
Filosofía, La Habana, Profesora Adjunta de Ciencias
Filosóficas, Universidad de la Habana, expresó:
«Cuba y sus Vecinos: Democracia en Movimiento”,
libro de Arnold August, es sin dudas un logro
editorial que merece la mayor difusión y análisis
por ser un serio aporte a los estudios sobre Cuba
realizados en otros países. A diferencia de otras
publicaciones que se limitan a lo opinático, August
expone los resultados de una profunda investigación
que se apoyó en diversos métodos científicos como
son, entre otros, entrevistas a un amplio espectro
de cubanos que aportaron distintos puntos de vista,
la realización de observación participante en
escenarios en los que se desarrolla la participación
popular y el análisis de documentos que imprimen
legalidad y ordenamiento jurídico a la vida
sociopolítica cubana.
Con un lenguaje claro y preciso, August analiza la
realidad cubana y profundiza en el sistema político
de la isla caribeña y en sus novedosos mecanismos de
ejercicio democrático que en gran medida son
desconocidos fuera de Cuba, lo que ha favorecido la
proliferación de tergiversaciones con el objetivo de
deslegitimar la Revolución Cubana. Este libro
contribuye a desmontar esas tergiversaciones al
mostrar las diversas facetas del desarrollo de la
democracia en Cuba y una de sus más importantes
cualidades: avanzar cada vez en el empoderamiento de
los sectores populares.
Estamos seguros de que este libro será muy bien
acogido por los lectores interesados en análisis
serios y profundos sobre procesos alternativos
contemporáneos que buscan un orden social más justo
y equitativo».
Jesús Pastor García Brigos, Filosofía política,
Doctor en Ciencias Filosóficas, Investigador
Titular, Miembro del Comité de Doctorado del
Programa Teoría e Historia del Socialismo, Instituto
de Filosofía, Cuba. Autor de varios libros sobre el
Poder Popular, coautor de “Cuba: Propiedad Social y
Construcción Socialista” (Editorial Ciencias
Sociales, La Habana, 2012) opina:
«Arnold August, conocedor de la realidad cubana e
investigador acucioso como pocos, enfrenta
exitosamente en su libro el reto de exponer con
rigor, visión integradora, y espíritu crítico,
peculiaridades y esencias de trascendencia universal
en el ejercicio del gobierno en Cuba. Es una obra
indispensable para los cubanos que necesitamos
perfeccionar los conceptos y las prácticas que
consoliden el sistema que construimos en muy
difíciles condiciones durante más de cincuenta años,
y para aquellos interesados en el mejoramiento
humano que viven en otras realidades».
Rafael Alhama Belamaric, Investigador en Ciencias
Sociales, autor de numerosos libros, entre ellos
“Capital Humano — Autorrealización y Reconocimiento
Social” (Editorial Ciencias Sociales, La Habana
2008) y “Breves Reflexiones Económicas y Sociales en
la Actualidad” (Editorial Ciencias Sociales, La
Habana 2012), co-autor de “Cuba: Propiedad Social y
Construcción Socialista” (Editorial Ciencias
Sociales, La Habana 2012) y ganador del Premio Anual
de Crítica Científica/Técnica (2009), dijo:
«Es un libro enriquecedor para todos los
interesados, por la visión de conjunto que ofrece y
el contexto en que se ubica Cuba. Para el lector
cubano tiene gran interés la visión actualizada de
lo que escribiera C. Wright Mills hace más de medio
siglo y que Cuba sabe bien, que “los cambios en el
sistema de poder de los Estados Unidos no han traído
consigo riesgos importantes para sus legitimaciones
básicas,” y así “aparece ahora ante el mundo como
una potencia desnuda y arbitraria, ya que en el
nombre del realismo, sus hombres decisivos ponen en
vigor sus definiciones con frecuencia banales acerca
de la realidad mundial.” Para el lector vecino
[EE.UU], los análisis profundos de August, un
estudioso de los temas de Cuba de larga data, los
acerca a la actualidad de los cambios que se
producen como expresión de las potencialidades que
hay, no sin contradicciones y la necesidad de
desarrollos nuevos».
Fernando González Llort, uno de los Cinco cubanos
prisioneros en Estados Unidos (solo René González
regresó en 2013), cursó estudios universitarios en
el Instituto Superior de Relaciones Internacionales
con Diploma de Oro en 1987, escribió desde la
cárcel:
«El libro Cuba y Sus Vecinos: Democracia en
Movimiento, por Arnold August, es un trabajo
excepcional que va a lograr el objetivo de educar a
la audiencia a la que está destinado y va a ayudar a
abrir la mente de todas aquellas que lo lean.
El capítulo sobre la democracia en los Estados
Unidos es de lo mejor que he leído en cuanto a
análisis crítico de la formación de la nación
norteamericana, de su ideología y su sistema
político. He leído los documentos vinculados al
libro en el sitio web www.democracyintheus.com y me
han resultado muy interesantes y educativos. Son
comentarios breves pero van a la esencia de cada uno
de los temas que tratan, y esclarecen las razones
por las cuales la elite política de este país actúa
de la manera que lo hace. Resulta muy interesante
todo lo que tiene que ver con el puritanismo y otras
idiosincrasias de la ideología que dio formación a
esta nación, y que se reflejan en la política
doméstica e internacional a través de la historia.
El análisis de la Declaración de Independencia y de
la Constitución, sus limitaciones y el origen de
clase de las mismas es muy esclarecedor. El estudio
de caso del actual presidente [Barack Obama] va
incluido en esa valoración general que hago. La
sección sobre las elecciones presidenciales en
Estados Unidos en el 2008 y 2012, la significación
del actual presidente y cómo funciona el sistema
electoral en este país, me pareció de lo mejor que
he leído sobre ese tema.
Me resultó muy interesante el análisis de las
potencialidades y las limitaciones del movimiento
Occupy. Hace un par de semanas [marzo del
2013]mirando el canal de T.V. RT (Russia Today) supe
de un informe obtenido a través del Freedom of
Information Act en que el FBI admite haber
monitoreado a ese movimiento, y aun otras cosas
peores. La prensa norteamericana no reflejó nada
sobre eso, al menos el The New York Times que yo
leo.
Pero no es solo esa sección del libro la que me
impresionó. El libro contribuye definitivamente a
deshacer los mitos instaurados en los consumidores
de la información manipulada por los medios de
comunicación masiva, controlada por grandes
intereses económicos, siguiendo la línea de las
elites políticas en este país, sobre la ausencia de
elecciones y de democracia en Cuba.
Su descripción y análisis del sistema democrático y
electoral cubano es excelente. Es lo mejor, sin duda
alguna, que he visto escrito sobre ese tema. Hay
elementos del funcionamiento democrático de la
sociedad cubana que yo mismo no había reparado en
ellos.
La publicación da la clave al reconocer la unidad y
la elaboración de consenso cómo las guías de todo el
proceso democrático. Las observaciones críticas son
sensibles, muy inteligentes y contextualizadas.
Yo he empezado a recomendar el libro a todos
aquellos que se interesan por el tema de Cuba. Creo,
sinceramente, que ha hecho una contribución muy
significativa al esclarecimiento de la realidad
democrática en Cuba. El libro se convierte en un
instrumento muy útil y esencial en la lucha en el
terreno de las ideas».
Luis Chirino, Periodista Cubano, profesor
universitario del Instituto Internacional de
Periodismo de La Habana José Martí y miembro de la
Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), opinó:
«Arnold August ofrece un profundo análisis de la
realidad cubana en su contexto histórico; una visión
equilibrada de la democracia en Cuba, no perfecta
pero totalmente autóctona. Desde su perspectiva como
analista experto, August pone ante los ojos de los
lectores una realidad silenciada o tergiversada por
los grandes medios, y ante los cubanos, una prueba
del reconocimiento por parte de quienes conocen,
admiran y defienden la esencia del proceso social
cubano. Este es un libro obligado para poder
comprender la realidad Cubana y la lucha de su
pueblo».
Martha Prieto Valdés, Dra. Ciencias Jurídicas,
Prof. Titular de Teoría General del Derecho y
Derecho Constitucional, Facultad de Derecho,
Universidad de La Habana. Miembro Titular de la
Academia de Ciencias de Cuba, Sección de Ciencias
Sociales, expresó:
«Arnold August en su libro Cuba y Sus Vecinos:
Democracia en Movimiento muestra conocer no solo la
realidad de su vecino cercano, los Estados Unidos —
su proceso de formación, sus leyes, la manera de
existir y las características y esencias del aparato
de poder — sino de Cuba y del entorno
latinoamericano, en particular de esos países que
desarrollan el socialismo del siglo XXI, con colores
azul-verde-rojizo, es decir, preservando elementos
de la vieja sociedad, reforzando los valores
democráticos y dando paso a sus revoluciones
políticas, culturales o ciudadanas para construir
una nueva. Lo interesante además de referir los
vínculos entre esos países y sus diferentes
realidades, es que enfoca los análisis de los
diseños políticos y de las normativas jurídicas
consideradas en su contexto histórico: no le pide
peras al olmo.
La mirada a Cuba no es para loas sin fundamento;
sino que el autor además de reconocer los logros, es
crítico, identifica las limitaciones, brinda sus
valoraciones acerca de causas y condiciones; expone
un fenómeno real, y con todo ello permite al lector
conocer que se hace, por qué se lucha, incluso los
padecimientos, de estos pueblos, cuyas realidades se
adulteran porque se enfrentan al monopolio de la
información y a los que tienen afán de mando único.
Modelos perfectos no existen, todos son perfectibles,
y Cuba se muestra en esa senda».