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Comité Internacional por la Libertad de los 5 Cubanos
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Foto: Bill Hackwell
|
Francisco
Letelier es un reconocido artista y autor nacido en Chile. Él ha
extendido puentes entre continentes, tejiendo la historia y las
experiencias contemporáneas, creando trabajos memorables. Por más de 25
años, Letelier ha creado arte que cruza las disciplinas y culturas
construyendo conexiones entre las Naciones e individuos. Ha participado
en proyectos a lo largo de las Américas y Europa. Es conocido también
por sus conferencias, y escritos. Sus artículos han sido publicados en
el New York Times, Washington Post, los Ángeles Times y otras
publicaciones en todo el mundo. El padre de Francisco, Orlando Letelier,
quien fuera Canciller de Chile durante la Presidencia de Salvador
Allende, fue asesinado el 21 de septiembre de 1976 en Washington D.C.
Franciso acababa de cumplir 17 años.
5 de Diciembre de 2014
Presidente Barack Obama The White House 1600 Pennsylvania Avenue NW Washington, DC 20500
Estimado Señor Presidente,
He
seguido de cerca el caso de los 5 cubanos desde que fueron arrestados en
1998 y cuando fueron aislados en celdas de castigo durante 17 meses.
Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labaniño Salazar, Antonio Guerrero
Rodríguez, Fernando González Llort y René González Sehwerert son cinco
ciudadanos cubanos que residían en los Estados Unidos monitoreando
pacíficamente las organizaciones terroristas con sede en Miami. Ellos
fueron declarados culpables de varios cargos, incluyendo no haberse
registrado como agentes extranjeros y conspiración para cometer
espionaje.
Como
usted sabe, hubo innumerables irregularidades durante el juicio y
durante el resto de los procedimientos legales contra los Cinco. Un
número de periodistas fueron contratados para escribir artículos
retratándolos como peligrosos espías para predisponer a la opinión
pública a un veredicto de culpabilidad. Gerardo Hernández, fue declarado
culpable de "conspiración para cometer asesinato" en el derribo de dos
avionetas civiles que incursionaron ilegalmente el espacio aéreo cubano
en febrero de 1996 y cuya respuesta correspondió íntegramente a la
Fuerza Aérea Cubana.
Hernández
fue sentenciado a dos cadenas perpetuas más 15 años, a pesar de que la
evidencia existente contra él demostraba su inocencia y que las
autoridades de Estados Unidos sabían más sobre esas incursiones ilegales
que el acusado. En agosto de 2005, la Corte de Apelaciones decidió
anular las condenas de los Cinco y ordenar un nuevo juicio. Pero bajo la
presión del Fiscal General Alberto Gonzáles la decisión se revirtió en
una acción muy irregular.
Poco
antes, en mayo del mismo año, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones
Arbitrarias de Naciones Unidas encontró que el encarcelamiento de los
Cinco violaba el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Dos de los hombres Fernando González Llort y Rene González Sehwerert han
sido puestos en libertad después de haber cumplido la totalidad de sus
sentencias.
Miles de
personas, incluyendo premios Nobel, ex presidentes y líderes reconocidos
a nivel internacional y cientos de distinguidos parlamentarios y
juristas de todo el mundo creen en la inocencia de estos hombres y piden
que sean liberados. Muchos de ellos le han escrito a Ud. para instarlo a
que les conceda el indulto y otros han firmado peticiones pidiendo a la
Corte Suprema revisar el caso. Ellos creen, como yo, que los 5 Cubanos
estaban defendiendo a su pueblo contra actos de terrorismo planeados por
grupos de cubano-americanos, con sede en Miami y otras ciudades de
Estados Unidos. Los ataques terroristas de estos grupos han resultado en
la muerte de cerca de 3.500 personas y han lesionado a más de 2.000.
Pero además, esos ataques no solo fueron cometidos contra la isla de
Cuba.
Los actos de terrorismo que los 5 Cubanos estaban tratando
de evitar, han ocurrido también a unas pocas calles de la Casa Blanca en
Washington DC. En 1976, terroristas cubano-americanos conspiraban con
agentes enviados desde Chile por el dictador Augusto Pinochet y mataron a
mi padre Orlando Letelier y su compañera de trabajo una estadounidense
de 23 años de edad, Ronnie Karpen Moffitt, en un coche bomba en Embassy
Row. Los Cubano-americanos Virgilio Paz Romero, José Dionisio Suárez,
Alvin Ross Díaz y los hermanos Guillermo e Ignacio Novo Sampoll,
trabajaron en coordinación con agentes chilenos, siguieron a mi padre,
vigilaron nuestra residencia y ayudaron a manufacturar el artefacto
explosivo que acabaría con la vida de mi padre y la de Ronnie. Tres de
los hombres involucrados fueron encontrados culpables de asesinato.
Guillermo Novo y Díaz fueron condenados a cadena perpetua e Ignacio Novo
recibió ochenta años. En la apelación, sin embargo, los hombres fueron
liberados por un tecnicismo. Estos hombres tenían profundas conexiones
con la Coordinación de Organizaciones Revolucionaras Unidas (CORU) y los
conocidos terroristas Orlando Bosch y Luis Posada Carriles y después de
ser liberados renovaron sus actividades delictivas.
Han pasado
38 años desde que mi padre fue asesinado en el primer ataque terrorista
en la capital de la nación por un gobierno extranjero y sus asesinos a
sueldo. Aunque ha pasado mucho tiempo, hay todavía mucho por develar
sobre el complot.
El año
pasado el gobierno de Chile reabrió la investigación sobre el asesinato
de Ronnie Karpen Moffit, la joven mujer de Nueva Jersey, recién casada,
quien se ahogó en su propia sangre cuando una esquirla de la explosión
le perforó la garganta en la acera de Sheridan Circle. Parte de los
implicados en el asesinato hoy se encuentran libres. Otros han
permanecido fugitivos de la justicia hasta que intervinieron fuerzas
extraordinarias. Virgilio Paz Romero y José Dionisio Suárez Esquivel
figuraban como fugitivos en las diez listas de las personas más buscadas
por el FBI durante 12 años, hasta que televidentes del programa "Los
Americanos más Buscados" dieron pistas sobre sus paraderos lo que llevó a
sus arrestos en los suburbios de Miami.
Al parecer estos
criminales no necesitan esconderse, por ejemplo, menos de un mes después
del asesinato de mi padre y Ronnie en Washington DC, Luis Posada
Carriles y su organización se adjudicó el atentado al avión de Cubana
vuelo 455 que acababa de despegar de Barbados con destino a La Habana,
donde las 73 personas a bordo de la aeronave fueron asesinadas.
Años
más tarde, los 5 Cubanos estaban en los Estados Unidos; estaba claro
que sólo esfuerzos extraordinarios conducirían a la justicia. Los Cinco
colectaron datos de la Coordinación de Organizaciones Revolucionarias
Unidas y otros grupos involucrados en actividades terroristas.
Proporcionaron
175 páginas de documentos que el gobierno cubano entregó a los agentes
del FBI en junio de 1998, en relación a la investigación del papel de
Posada Carriles en los atentados de 1997 a hoteles de La Habana, que
provocaron la muerte de un joven italiano.
En lugar
de procesar a Posada Carriles y otros delincuentes conocidos, el FBI
utilizó las pruebas para acusar a los 5 Cubanos de varios cargos graves,
a tres de ellos conspiración para cometer espionaje. El encarcelamiento
de los 5 Cubanos fue un claro paso hacia atrás en las tácticas de la
Guerra Fría. Si la justicia hubiese procedido libremente el juicio nunca
hubiera tenido lugar, por el contrario, las pruebas presentadas al FBI
podrían haber sido utilizadas para detener las actividades terroristas
en los Estados Unidos y Cuba.
Es fácil entender por qué alguien
como yo apoya a los 5 Cubanos, quienes estaban investigando las
organizaciones criminales y terroristas que me privaron de mi padre a
una edad muy temprana. Tal vez es más difícil de comprender cuánta más
gente como yo existe en los Estados Unidos y América Latina. Una parte
importante de su electorado y de su apoyo proviene de las comunidades
que han sufrido injusticia y hoy siguen luchando por los derechos
civiles y legales. Muchos de nosotros nos basamos en estas experiencias
para alimentar nuestro apoyo por la justicia social y para evitar las
divisiones. Somos personas que defienden la democracia y los marcos
jurídicos y que siguen creyendo que los derechos humanos y la justicia
son esenciales para las naciones donde vivimos. Representamos el futuro y
nuestras voces resuenan desde Missouri hasta México.
Señor
Presidente, Ud. sabe bien que cada paso hacia la creación de un mundo
mejor se encuentra a menudo con resistencia, pero los líderes como usted
están en posición para desmantelar las políticas que perpetúan la
enemistad y frustran el progreso social. Aunque persisten opiniones de
la época de la Guerra Fría, una opinión más amplia es que el continuo
encarcelamiento de los 5 Cubanos refleja pobremente al sistema legal de
Estados Unidos y su historial de derechos humanos. Creemos como usted
que la política exterior hacia Cuba está lista para ser escrita desde un
nuevo comienzo.
Usted ha hecho más trabajo para normalizar las
relaciones entre Estados Unidos y Cuba que cualquiera de sus
predecesores. Muchas más personas ahora están pidiendo el fin del
embargo sin sentido contra Cuba y para una nueva era de respeto y
cooperación que beneficiará a todos. Se ha hecho evidente que los
Estados Unidos y Cuba pueden ser socios cooperativos. Los médicos
cubanos están trabajando en instalaciones estadounidenses tratando
pacientes de Ebola en África Occidental. Los líderes del mundo
empresarial incluyendo la Cámara de Comercio y Google han instado a
otros a unirse a ellos para fomentar las reformas de mercado en Cuba y
su sector privado. Más que nunca antes se ha hecho posible que tanto los
Estados Unidos y Cuba puedan escapar de ser atrapados en la historia.
Un
primer e importante paso en esta dirección es conmutar las condenas y
liberar a tres de los Cinco cubanos que enfrentan casi dos décadas de
continuo encarcelamiento, uno de ellos en prisiones de máxima seguridad,
Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero. El gobierno
cubano ha ofrecido una reciprocidad humanitaria en el caso de Alan
Gross, un ciudadano estadounidense detenido en Cuba, y que muchos
esperan vuelva a casa pronto. Avanzando en este tema, Ud. no sólo
disminuirá la gran injusticia cometida contra los 5 Cubanos, sino
también abrirá la posibilidad de una nueva era de estabilidad y
cooperación entre naciones que han estado estrechamente entrelazadas en
sus historias, sus aspiraciones y sus pueblos.
Respetuosamente
Francisco Letelier Muralista y Artista Plástico Hijo de Orlando Letelier
Fuente Boletín International Committee for the Freedom of the Cuban 5 | P.O. Box 22455 | Oakland | CA | 94609
Una mirada inédita a la historia de los Cinco Héroes Cubanos encarcelados injustamente en Estados Unidos...
Susana Gómez Bugallo; Fotos Ismael Francisco / Cubadebate
 | Página interior del libro |
Podía
haber sido un libro más. Pero augura sorpresas el hecho de que se haya
trabajado en él por dos años. También dicen algo las historias que sobre
él hemos escuchado: que si lo escriben dos jóvenes, que si los
testimonios de las entrevistas son únicos, que si es la primera vez que
se vincularán todas las aristas del tema, que si lleva implícita una
sensibilidad enorme y un análisis detallado…varias tesis deambulan en el
ambiente de Retrato de una ausencia. La nueva publicación sobre el caso de los Cinco,
sacada a la luz por la Editorial Capitán San Luis y presentada por Abel
Prieto en el Museo Nacional de Bellas Artes, llega en un momento en el
que su trascendencia dependerá de todo cuanto podamos hacer por
difundirla y acercarla a ese público que aún no conoce nada sobre esta
historia, fundamentalmente en Estados Unidos, donde el
silencio mediático se ha encargado de apagar durante 16 años una trama
que delata las flaquezas que la justicia y el Derecho norteamericano han
visto pasar incólumes. Según describieron Nyliam Vázquez y Oliver Zamora, jóvenes periodistas y autores del volumen, Retrato de una ausencia
está estructurado en cuatro capítulos, de acuerdo a un análisis que
seleccionó los ejes temáticos que moverían esta historia de amor,
sacrificio, dolor y dedicación. En
un primer apartado ("Herederos de una historia"), se vinculan los
hechos terroristas que ocurrieron en los primeros años de la Revolución
con las historias iniciales de aquellos hombres a los que les fue
propuesto defender una misión con elevados costos. Esta relación de
contenidos une los hilos históricos que evidencian el estado de
necesidad que existía en Cuba cuando en la década de
los 90 las amenazas de bombas se convertían en agenda diaria del país.
Relata en su testimonio al libro Adriana Pérez, esposa de Gerardo, que
si a ella le hubiesen pedido cumplir la misma misión que le solicitaron a
su marido, habría tenido la misma disposición en responder como él. Tal
era la identificación que los jóvenes de esa época sentían con los
horrores cometidos contra el archipiélago. Historias de los niños
fallecidos como consecuencia del dengue dan a esta parte una descripción
exacta de la violencia de los ataques por parte de Estados Unidos
hasta contra los más inocentes, con el propósito de forzar a la Isla a
olvidar su propia esencia revolucionaria. Para
la segunda división que se le impone a esta saga ("La única misión:
salvar vidas"), familiares y amistades de los Cinco gigantes describen
emocionadamente aquellas virtudes que explican que luego de 16 años los
sentimientos continúen exactos, pues la condición extraordinaria de
estos seres amorosos no exige menos. La incertidumbre de no saber, el
dolor de la distancia constante (aunque salvada por el cariño), y las
constantes invenciones para burlar el tiempo se adueñan de este
capítulo, tampoco a salvo de la emoción incontenible de los testimonios
de las heroínas que quedaron del lado de acá del mar. "Papeles
invertidos" es el tercer apartado. En este los autores se encargan de
contar el juicio más largo de la historia estadounidense, y combinarlo a
su vez con los testimonios de los Cinco y algunos de los documentos que
contribuyen a narrarlo. Complejo en todo su entramado legal, junto a
este momento enrevesado, se levanta el enorme ejemplo de los héroes para
no flaquear en medio de estas circunstancias. Pequeños detalles que les
hicieron sobrevivir con fortaleza emocional se resaltan en estas
líneas, dedicadas también a mostrar de cuánto pueden ser capaces el
valor y la entereza moral, aun cuando estén sometidos a irracionales
vejaciones, como los 17 meses destinados al «hueco», sin que nadie
tuviera noticias suyas y sin derecho a conversar con los abogados que
preparaban la defensa. Y
porque este también es el libro de todos los que han dedicado años de
su vida a entregar cada desvelo por la causa de los buenos, "Hacerlos
volver" es el capítulo dedicado a la solidaridad mundial, ese enorme
apoyo sobre el que se han levantado las cinco familias y la lucha del
pueblo cubano al saberse respaldado por muchos de los que en el mundo
hacen «locuras» tan simbólicas como recorrer un continente en
motocicleta (tras el ejemplo del Che) para honrar a Gerardo, Ramón,
Antonio, Fernando y René; o poner sobre el techo de América la bandera
con el logo de los Cinco, y conquistar también otras cimas, no solo en
América, sino hasta en el Líbano. Respaldados también han ido estos
jóvenes de Cuba por la renuncia total a la vida propia de personas como
Graciela Ramírez y tantos otros que han hecho de esta batalla una causa
de existencia. A ellos va una parte imprescindible de la novela de los
Cinco. "Documentando
la historia" (ya fuera del relato) muestra emocionantes fotografías de
los patrimonios personales, muchas de las cuales permanecían inéditas
hasta la llegada de este texto. Todo ello acompañado de las
ilustraciones impactantes y magistrales a cargo de Ernesto Rancaño quien
las devolvió luego de leer el volumen. Otras imágenes forman parte de
las obras de Ismael Francisco, fotógrafo de Cubadebate. El valor de
estas páginas también se debe a este fragmento que puede contar más que
muchas palabras. Pero, como confiesan sus autores, lo fundamental de Retrato de una ausencia,
es que los lectores sepan hallar a esos grandes hombres (enormes desde
su sencillez que están detrás de los carteles y títulos de homenajes que
se les han hecho en el mundo. Y parte de nuestra misión será también
que cada letra llegue a quienes en el mundo puedan conformar ese jurado
de millones que solo hará posible que Gerardo, Ramón y Tony se
conviertan en presencias.
Por René Gonzalez Schwerert
Una
mañana del otoño de 1962 la ciudad de La Habana amaneció bajo el
estremecimiento de detonaciones, resultado de los disparos hechos desde
una embarcación que proveniente de Miami arrojó, con un cañón de 20
milímetros, una andanada contra un hotel de la ciudad. Mientras los
agresores regresaban a La Florida entre vítores y titulares exultantes
de los diarios, junto a mis primeras memorias de estudiante primario la
conmoción entre la ciudadanía quedaría grabada para siempre.
Antes
de que pudiera conocer personalmente en Miami a José Basulto, autor de
los disparos, 28 años después, otras memorias igual de traumáticas
pasarían a formar parte de mi experiencia vital. Secuestro o asesinato
de pescadores al norte de Cuba. Ataques a poblados costeros con el
resultado de ciudadanos inocentes muertos o mutilados. Sabotajes contra
guarderías infantiles que pusieron en riesgo la vida de niños inocentes.
Asesinato de alfabetizadores por bandas contrarrevolucionarias.
La voladura de un avión de Cubana de Aviación en pleno vuelo, frente a
las costas de Barbados, con el saldo de 73 personas asesinadas
fríamente. Esta
historia, desconocida para el resto del planeta, se ha clavado sin
embargo en la memoria colectiva de los cubanos. Primero con
entrenamiento, organización o apoyo material y financiero de la CIA.
Luego con caprichosos grados de contubernio con la agencia. Siempre con
la cómplice negligencia de las autoridades legales y policiales
norteamericanas, los actos terroristas contra Cuba han sido una
constante desde que el 1ro de Enero de 1959 la Revolución en la isla
rescatara para siempre las aspiraciones de soberanía hasta entonces
mutiladas de su pueblo. Fue
esa misma memoria la que me impulsó sin vacilar a la aceptación de la
misión que me llevaría a conocer al artífice de aquel acto terrorista de
mis primeras vivencias. Como un cubano más se me hizo natural el deber
de evitar, infiltrándome en los grupos violentos que aun campean en
Miami, la consumación de tales actividades. El mismo sentido del deber
impulsó a otros cuatro de mis compatriotas, tres de los cuales aún
permanecen presos en los Estados Unidos por el crimen de proteger la
vida humana; bien más preciado para cualquier sistema legal medianamente
civilizado. En
el año 1998 parecía que una puerta permitiría la acción conjunta entre
los gobiernos de ambos países para poner fin a tales acciones
terroristas, que tanto en los Estados Unidos como en Cuba habían dejado
un rastro de muertes. En junio de ese año una delegación del FBI visitó
La Habana, recibiendo un expediente en que se describían los planes
terroristas fraguados en Miami, así como información sobre sus
perpetradores. La gestión se había abierto paso por una visita personal
de Gabriel García Márquez
a Washington un mes antes, en la que trasladó un mensaje personal de
Fidel a Bill Clinton. Los oficiales del FBI en la reunión de La Habana
se regresaron al norte luego de prometer a su contraparte cubana que se
actuaría en consecuencia, no sin antes agradecer la colaboración de los
representantes de Cuba. Tomó menos de tres meses para que actuaran. Han
pasado 16 años y todavía los cubanos esperamos a que lo hagan en
consecuencia. En
la madrugada del 12 de septiembre de 1998, en varios lugares de la
ciudad de Miami, equipos del FBI tomaron por asalto los hogares en que
residíamos quienes habíamos estado proporcionando información para
neutralizar a los grupos terroristas. Precedida
de un ambiente de histeria comenzaría, en noviembre de 2000, la patraña
del juicio oral más largo de la historia de los Estados Unidos, que
luego de comenzado sería abrupta y misteriosamente cubierto por el más
absoluto silencio de las corporaciones mediáticas. Previamente, en marzo
de ese año, los fiscales habían puesto una moción para que no se
introdujera la copiosa evidencia de terrorismo contra Cuba: “Combatir el
terrorismo era la motivación de los acusados, y las motivaciones no se
deben de ventilar ante el jurado”. Muy novedosa la teoría jurídica
presentada por los acusadores para que no se tocara el tema del
terrorismo y su complicidad con él. Muy oportuno el silencio de la
prensa norteamericana, que hasta entonces había desplegado sus antenas
para anatemizar a los “peligrosos espías de Castro”. Con
un jurado atemorizado, en una sede que bajo el más elemental sentido
común nunca hubiera podido garantizar un juicio justo, mediante la
utilización de las condiciones de confinamiento como arma de castigo y
de privaciones en la preparación de la defensa, bajo un esquema de
manipulación de la evidencia que apenas nos permitió estudiarla previo
al juicio, y enfrentando una prensa local que años después se supo había
sido pagada subrepticiamente por la oficina de transmisiones a Cuba del
gobierno norteamericano; el veredicto no pudo ser otro que el de
culpables de todos los cargos. Como complemento unas sentencias
draconianas, en las que la jueza descargó un odio irracional e ilegal
sobre los acusados, no sin antes ceder a la solicitud de la fiscalía
para que nos “inhabilitara” durante los años de libertad supervisada
entregándonos una joya de sabia jurisprudencia: “Sea
que el terrorismo se cometa contra personas inocentes en los Estados
Unidos o en Cuba, Israel o Jordania, Irlanda del Norte o en la India,
eso es diabólico y es malo, pero los actos terroristas por otros no
pueden excusar la conducta equivocada e ilegal de este defendido o de
cualquier otro”.
Y luego la “inhabilitación”: “El defendido deberá también cumplir con las siguientes condiciones adicionales de libertad supervisada: Se
prohíbe al defendido asociarse con o visitar lugares específicos donde
individuos o grupos tales como terroristas, miembros de organizaciones
que abogan por la violencia, o figuras del crimen organizado están o se
conoce que frecuenten”.
Así,
de un plumazo, en una corte norteamericana se certificó el derecho de
los terroristas a no ser molestados. Al parecer para algunos el
terrorismo no es tan malo. A
dieciséis años de nuestros arrestos el caso de los Cinco, como se le
conoce, ha concitado el repudio de organizaciones de abogados, tanto
nacionales como internacionales; el rechazo de 10 premios Nobel, la
condena de parlamentos en pleno o de grupos de parlamentarios, un fallo
condenatorio del Comité de Detenciones Arbitrarias de la Comisión de
Derechos Humanos de la ONU; la oposición de Amnistía Internacional y de
cientos de personalidades alrededor del mundo. Afortunadamente no todos piensan que el terrorismo no sea tan malo. Foto RCBáez René en el CMLK
Fuente El Universal, México
 Sofía,
11 de septiembre del 2014.- En la sede de la Asociación de
Periodistas Búlgaros, la Embajadora de Cuba, Teresita Capote, ofreció
una Conferencia de prensa, destinada a actualizar la información sobre
la realidad cubana, ampliar sobre los intentos de Norteamérica por
subvertir el orden interno en Cuba y referirse al Coloquio que tiene
lugar en la Habana, dedicado a destacar el heroismo de nuestros Cinco
Embajadores de la Dignidad, así como la importancia de la solidaridad
internacional, para lograr la puesta en libertad de Gerardo, Ramón y
Antonio, quienes desde hace 16 años, cumplen condenas injustas, por
defender a su Patria del terrorismo imperialista. Durante
más de dos horas, ante un importante grupo de profesionales de la
prensa, encabezado por su Secretaria General y gran amiga de Cuba,
Snezhana Tódorova, la Embajadora intercambió con los presentes, muchos
de ellos interesados en advertir sobre los peligros que para Cuba
significaría, renunciar a la justicia social que ha caracterizado a la
Revolución cubana, así como conocer nuestras apreciaciones sobre el
posible futuro de las relaciones de Cuba con los Estados Unidos . Ello
dió pie para ampliar sobre los reajustes que, desde el punto de vista
económico tienen lugar y para profundizar en las raíces históricas del
diferendo y las verdaderas causas de la política hostil de norteamérica,
así como sobre los procesos que tienen lugar hoy en Amérca Latina. No
faltaron los comentarios positivos, sobre la última Reflexión de Fidel;
sobre el papel de Cuba en el despertar latinoamericano; sobre los
importantes resultados de la visita de Putin a Cuba y el indudable
desarrollo de las relaciones con Rusia y China y la influencia que todo
ello tendrá en el desarrollo económico del país. Por
su parte la Embajadora amplió sobre las conversaciones que tienen lugar
con la Unión Europea y la posición de principio que mantiene Cuba, en
cuanto a no aceptar ningún tipo de condiciones previas. En
el último número de la revista semanal "TEMA", aparece una reseña
sobre la actividad, de la Sub Directora, Kadrinka Kadrínova, Presidenta
de la Asociación de periodistas búlgaros hispano hablantes y gran amiga
de Cuba. Teresita Capote Camacho, Embajadora
Embajada de CUBA, Bulgaria Unase a la campaña por los cinco! Join the campaign for the Cuban Five www.antiterroristas.cu
 Se
conoció en La Habana que la gran ola mundial de reclamo de libertad
para Los Cinco Héroes antiterroristas cubanos injustamente condenados en
Estados Unidos, comparada por observadores con un tren, marcha
arrolladoramente. Kenia
Serrano, presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos
(ICAP), aseguró que la Jornada Mundial de Solidaridad con esos
compatriotas y contra el terrorismo transcurrirá simultáneamente en 38
naciones, con unas 110 actividades de resonancia, y tendrá a la capital
estadounidense como su escenario principal. Iniciado
el jueves último, el maratónico esfuerzo solidario se extenderá hasta
el próximo seis de octubre. En un encuentro con la prensa el jueves
último, Graciela Ramírez, coordinadora del Comité Internacional por la
Libertad de Los Cinco, definió a los venideros 11, 12 y 13 del presente
mes como días decisivos para exigir la liberación de Gerardo Hernández,
Ramón Labañino y Antonio Guerrero, quienes aún cumplen injusto encierro.
Informó
que en el transcurso de esos tres días “vamos a volver al Capitolio
norteamericano a conversar con congresistas y asistentes principales de
estos legisladores de los diferentes estados”, en tanto el 12 se hará
una vigilia frente a la Casa Blanca. Precisó
que aunque pocas personas se encuentren físicamente en Washington,
“estará junto a ellas el jurado de millones que representa el movimiento
mundial de solidaridad con Los Cinco”. Detalló
entre las actividades previstas en Estados Unidos un intercambio con
académicos y estudiantes de la Universidad de Georgetown, una Noche
solidaria con Los Cinco, el 11, y una protesta frente a la Casa Blanca
el 12. Para
el 13 se prevé la apertura de la exposición Absueltos por la
solidaridad, de Tony Guerrero, integrada por 16 acuarelas sobre el
amañado juicio efectuado a los luchadores cubanos. Agregó
que en Washington sesionará un panel cuyos ponentes serán José Ramón
Cabañas, jefe de la Sección de Intereses de Cuba en esa ciudad, Yeidckol
Polevnsky, ex vicepresidente del Senado de México, y Stephen Kimber,
profesor canadiense y autor del libro “Lo que hay del otro lado del mar,
la verdadera historia de los Cinco cubanos”. Simultáneamente
en el Palacio de Convenciones de La Habana, unos 200 delegados de 49
países se reunirán en el X Coloquio Internacional de Solidaridad con los
Cinco y Contra el Terrorismo, según anunció recientemente Elio Gámez,
vicepresidente del ICAP. Al
inaugurar la jornada mundial el jueves último, Fernando González,
vicepresidente de ese organismo, recordó que la fecha de inicio
correspondió con la del asesinato, en 1997, del joven italiano Fabio Di
Celmo, en el hotel habanero Copacabana, víctima de un acto terrorista. En
tanto el seis de octubre, en que concluye, se les rendirá homenaje a
las 73 víctimas del atentado terrorista realizado en 1976 contra un
avión de Cubana de Aviación en el espacio aéreo de Barbados. Dos de Los Cinco, René González y Fernando González, fueron liberados luego de cumplir íntegramente sus condenas. Con información de la AIN Fotos
correspondientes a la conferencia de prensa a propósito del X Coloquio
Internacional de Solidaridad con Los Cinco y contra el Terrorismo,
realizada en la sede del ICAP, en La Habana, el 3 de septiembre de 2014 /
Roberto Morejón
Por Sergio Rodríguez Gelfenstein*  En
1767, antes de que Estados Unidos fuera independiente, ya pensaba en
apoderarse de Cuba. Es así que ese año Benjamín Franklin planteara la
necesidad de “colonizar el Mississippi para ser usado contra Cuba y
México…” En
1805, el tercer presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson,
anticipándose casi 20 años a James Monroe y la doctrina que tomó su
nombre, le escribe en una carta que “es imposible no mirar hacia tiempos
distintos cuando nuestra rápida multiplicación nos expanda más allá de
los límites y cubra todo el norte sino el sur del continente”. Jefferson
sugería que Estados Unidos debía “tener las Floridas y Cuba”. Faltaban
13 años para el nacimiento de Carlos Marx, 112 para que triunfara la
Revolución socialista en Rusia, 121 para que Fidel Castro viniera al
mundo y 154 para que entrara victorioso a La Habana al mando del
Ejército Rebelde y Cuba iniciara su vida como nación verdaderamente
independiente. Los intentos de Estados Unidos de apoderarse de Cuba no
tienen nada que ver con el carácter socialista de su Revolución ni con
el liderazgo de Fidel, sino con una ancestral decisión de su élite de
dominar el Caribe al que consideran su “frontera sur” para lo cual,
controlar la “llave del golfo” era y es vital. El mismo Jefferson, años
más tarde, en 1820, precisó que Cuba era “la adición más interesante que
se podía hacer a nuestro sistema de Estados” y le dijo al secretario de
Guerra John C. Calhoun que debía “a la primera oportunidad, tomar
Cuba”. De
esa manera, ya en el siglo XIX se comienzan a manifestar una serie de
acciones que eran expresión concreta de la voluntad intervencionista
antes manifestada. A mediados de siglo se efectuaron varios intentos
para apoderarse de la isla, patrocinados sobre todo por los sectores
esclavistas del sur. A John Quincy Adams, sexto presidente de la unión
norteamericana, se debe la idea de que Cuba debía mantenerse bajo el
débil dominio colonial español para que algún día pasara a control de
Estados Unidos “como una fruta madura”. En 1848, el undécimo presidente
James K. Polk ofreció a España comprarle Cuba por cien millones de
dólares, y un año después se realizaron intentos “independentistas” con
el objetivo de “asociar” Cuba a Estados Unidos. La oferta de compra
aumentó a 130 millones en 1854, pero España se mantuvo firme en la
posesión de su joya colonial más preciada. La
lucha de los cubanos por su independencia se mantuvo incesantemente
desde 1868 y en 1898 el triunfo de los patriotas era inevitable. José
Martí había entendido el valor estratégico de su país en el marco
geopolítico ante el naciente imperialismo estadounidense que no
escatimaba en mostrar su voluntad expansionista. En mayo de 1895, un día
antes de morir, le escribió a su amigo Manuel Mercado una carta
premonitoria donde le decía “… ya estoy todos los días en peligro de dar
mi vida por mi país, y por mi deber –puesto que lo entiendo y tengo
ánimos con que realizarlo– de impedir a tiempo con la independencia de
Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con
esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”. Sin
embargo, la oligarquía estadounidense comenzó a conspirar para
justificar una invasión a Cuba. El instrumento fue una dudosa explosión
(nunca aclarada hasta hoy) del acorazado estadounidense Maine surto en
La Habana en febrero de 1898. Después de culpar a los españoles del
incidente, declararon la guerra, interviniendo en la isla con tropas que
impidieron la victoria definitiva de los cubanos en su lucha. España se
vio obligada a conceder la Independencia a Cuba, pero ésta fue parcial y
mediatizada. Estados Unidos ocupó la isla hasta 1903, cuando retiró sus
tropas a cambio de un tratado que le permitía la intervención militar
en Cuba cuando lo entendiesen necesario para “garantizar el orden”. Este
tratado en forma de enmienda fue incorporada a la nueva Constitución
cubana. Asimismo, se apoderaron de dos territorios, uno en Guantánamo en
el oriente del país y otro en Bahía Honda al occidente, donde
instalaron sendas bases navales. En el primero aún permanecen
ilegalmente, toda vez que dicho acuerdo fue una imposición sustentada
por la fuerza de las armas y de la ocupación militar de un país que no
tenía gobierno. En 1903, Fidel Castro aún no había nacido. La
subordinación de los gobiernos cubanos a Estados Unidos de lo que en el
transcurso de lo que en la historia cubana se llama la “república
mediatizada” se mantuvo a lo largo de sus 61 años de duración. A cambio
de un respeto irrestricto a los inversionistas estadounidenses, lo que
rayaba en la cuasi pérdida de la soberanía, el último dictador,
Fulgencio Batista, recibió un apoyo militar cuantioso, expresado en un
constante abastecimiento de armas, equipos y financiamiento para
sostener su gobierno despótico y autoritario mediante la represión y la
crueldad. Aunque el epicentro de la lucha del pueblo cubano para
derrocar la dictadura se desarrolló fundamentalmente en el oriente del
país, en toda la isla se fue construyendo un gran frente antibatistiano
bajo el liderazgo de Fidel Castro hasta que el 1° de enero de 1959 el
dictador huyó y las fuerzas revolucionarias tomaron el poder. El
movimiento triunfante se propuso desarrollar un programa de gobierno que
pregonaba principios democráticos, de justicia social, economía mixta y
crítica a Estados Unidos por el apoyo que había dado a Batista. Sin
embargo, habían transcurrido pocas semanas del triunfo revolucionario
cuando comenzaron a desatarse una ola de sabotajes, quema de cañaverales
y atentados con explosivos contra objetivos fundamentales de la
economía. Así, ya en el mes de marzo de 1960 el trigésimo cuarto
presidente de Estados Unidos, Dwight David Eisenhower, firmó una orden
ejecutiva por la cual ordenaba a la CIA preparar un proyecto encaminado a
derrocar al Gobierno revolucionario, utilizando para ello, todas las
fuerzas e instrumentos a su alcance. En una primera instancia, el
énfasis se puso en operaciones de carácter psicológico, presiones
económicas y políticas y el comienzo del entrenamiento masivo de cubanos
que habían pertenecido a las fuerzas militares y represivas de la
dictadura y que habían huido a Estados Unidos, pero paulatinamente
fueron dado pasos hacia un plan de invasión para lo cual fueron creando
condiciones a través de la inserción en territorio cubano de pequeños
grupos de sabotaje. La
respuesta del Gobierno cubano fue la creación, el 28 de septiembre de
1960, de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) a fin de organizar
al pueblo para garantizar su seguridad y defensa, asimismo, el 6 de
junio de 1961 es instituido el Ministerio del Interior, cuerpo
especializado del Estado para enfrentar la acción agresiva y criminal de
Estados Unidos que ya en abril de ese año, bajo el gobierno del
trigésimo quinto presidente, John. F. Kennedy, había organizado una
fuerza invasora con apoyo logístico de las Fuerzas Armadas
estadounidenses que desembarcaron en Cuba por playa Girón, en el litoral
central del sur de la isla donde fueron derrotados en menos de 72
horas. Esta
agresión había hecho patente la intención estadounidense de aniquilar
la Revolución Cubana a cualquier costo. La respuesta debía ser de la
misma dimensión y profundidad: la defensa y la seguridad de Cuba se
debía garantizar a cualquier costo; sin embargo la insuperable distancia
en cuanto a la capacidad financiera, militar y tecnológica de ambos
países intuía una lucha no equitativa que solo se podría librar a partir
de la conciencia, la convicción, la voluntad, la decisión y el valor de
un pueblo dispuesto a cualquier sacrificio para mantener su
independencia y su soberanía. De
la carta antes mencionada que Martí dirigió a Manuel Mercado se extraen
dos enseñanzas capitales que son sustento de la doctrina cubana de
seguridad. Martí dijo… “Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas, y
mi honda es la de David”. Martí señalaba que haber vivido en Estados
Unidos, le daba pautas para trazar los planes que habrían de llevarse
adelante a fin de impedir la potencial expansión estadounidense que
visualizaba, de no lograrse la independencia de Cuba. La referencia
bíblica posterior enfatizaba en su convicción de que el enfrentamiento
se iba a dar en condiciones desiguales. Antes,
–en la misma carta–, Martí afirmaba que “En silencio ha tenido que ser,
y como indirectamente, porque hay cosas que para logradas han de andar
ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades
demasiado recias para alcanzar sobre ellas el fin”. La confrontación
planteada por la mayor potencia militar del mundo ha obligado a Cuba a
desarrollar acciones que en “silencio han tenido que ser” y que “han de
andar ocultas” si se quiere lograr el éxito en tal desigual combate. Solo
un pueblo decidido a defender su libertad es capaz de parir hijos que
asuman las enseñanzas del apóstol en carne propia, a riesgo de su propia
vida y su propia felicidad. Eso son Antonio Guerrero Rodríguez,
Fernando González Llort, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino
Salazar y René González Sehwerert, los cinco héroes cubanos que en
silencio y de manera oculta vivieron en las entrañas del monstruo para
descubrir y prevenir los planes de grupos terroristas que conspiraban
para causar la muerte y le desestabilización de Cuba y con ello,
–parafraseando al apóstol– impedir a tiempo que se extiendan por las
Antillas y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de
América. Fuente: Ciudad Caracas
Imagen agregada RCBáez *
Venezolano. Magister en Relaciones Internacionales de la Universidad
Central de Venezuela. Consultor y Analista Internacional. Sus artículos
se publican en diversos periódicos e innumerables páginas de Internet.
Ha sido Director de Relaciones Internacionales de la Presidencia de la
República Bolivariana de Venezuela, Asesor de política internacional de
la Presidencia de Telesur y Embajador de la República Bolivariana de
Venezuela en Nicaragua. Ha publicado diversas obras y participado como
coautor en varias compilaciones.

El sintagma nominal “cintas amarillas” me llevó a través de Google a los hechos ocurridos el pasado abril, en Boston, minutos antes de que los corredores atravesaran la línea de meta del maratón más antiguo del mundo. Los dos artefactos explosivos de fabricación artesanal (ollas a
presión), causaron la muerte de tres personas: Martin Richard, un niño
de ocho años de edad; Krystle M. Campbell, de 29, gerente de un
restaurante de Medford; y Lü Lingzi, una joven de 23, de origen chino (Shenyang) y estudiante de la Universidad de Boston. De las 282 personas heridas, 14 sufrieron la amputación de algún miembro. Al día siguiente cuarenta y dos kilómetros de cinta amarilla de la
policía con las palabras ‘No cruzar’ marcaban el recorrido emblemático
de la ciudad de Boston, en Massachussets. “La cinta amarilla de la
policía seguirá todavía algún tiempo en varias partes de la ciudad, y
aún así, a primera hora de esta mañana ya había mucha gente que
desafiaba la congoja y la conmoción y corría por las calles, todavía
frías pero ya soleadas de Boston”, escribía un periodista español. Las víctimas de Boston me recuerdan a los 73 pasajeros de Cubana de
Aviación que a bordo del vuelo 455 perecieron hace ya casi 37 años
cuando una delegación de esgrimistas cubanos partía de Barbados rumbo a
La Habana. Recuerdo, por supuesto, a Fabio Di Celmo, el joven italiano
asesinado en septiembre de 1997 por una bomba de la CIA en el hotel
Copacabana, y más atrás, vienen en la lista que voy graficando en mi
mente, los 2 mil 602 muertos del atentado a las Torres Gemelas el 11 de
septiembre del 2001. En contraposición a todo eso, ayer se cumplieron 15 años del arresto a
los cinco antiterroristas cubanos: Ramón, Gerardo, Fernando, Antonio y
René –este último ya en casa después de cumplir su condena–. Por una petición del mismo René, la cinta amarilla, un viejo símbolo
del pueblo norteamericano llenó las calles de Cuba este 12 de
septiembre. Edificios, portales, ventanas, árboles, camiones, carros,
exhibían una tira amarilla. La gente se vistió de amarillo o portaba un
discreto lacito en la mano, la ropa, el pelo. Era como si la enorme cinta de 42 kilómetros de Boston que marcaba
los límites del terror en esa ciudad, se hubiese convertido en pequeñas
cintas, en la tela con la que el pueblo cubano se cubría para clamar por
sus héroes, por los hombres que lucharon contra el terrorismo desde la
Florida, este pueblo cubano que también ha sido víctima de actos como
los que vivieron los bostonianos aquella mañana soleada del maratón. Fuente: Blog "Chelydoscopio"
Aunque Ud. no lo crea: el Herald difunde noticia sobre Los 5 sin llamarlos "espías de Castro"
Sacerdote luchador contra ‘apartheid’ pide a Obama que libere a los 5 Cubanos EFE 
Miami --
El sacerdote Michael Lapsley, conocido por su lucha contra el
“apartheid” de Sudáfrica, pidió el viernes al presidente de EEUU, Barack
Obama, que libere a los cinco cubanos condenados por espionaje en EEUU,
por los que dice sentir “un gran amor y afinidad”. “Si
hubieran sido jóvenes de su país que impidieron un ataque terrorista
contra EEUU lo más probable es que usted los hubiera invitado a cenar a
la Casa Blanca para entregarles medallas”, apunta el escrito que el
Comité Internacional por la Libertad de los 5 Cubanos ha dirigido al
presidente estadounidense. La
carta del sacerdote, víctima de un intento de asesinato con una carta
bomba que obligó a la amputación de sus manos, fue difundida hoy para
hacerla coincidir con el día 5, por “los 5 Cubanos”, como se conoce a
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y
René González. Fueron
condenados hace doce años a distintas penas de cárcel en EEUU por
conspirar y operar como agentes extranjeros. Hoy sólo está en la calle
René González, que salió de la cárcel en octubre de 2011 tras cumplir
una condena de 13 años, pero no podrá regresar a Cuba hasta octubre de
2014, cuando termine la libertad vigilada impuesta. Todos
ellos integraban la red “Avispa”, que fue desmantelada en 1998, y los
cinco reconocieron ser agentes del Gobierno de La Habana, pero dijeron
que no espiaban a EEUU, sino a “grupos terroristas de exiliados” que
conspiraban contra Cuba. “Recuerdo
vívidamente la sensación de alegría, alivio y, lo más importante,
esperanza que su victoria (electoral) representaba”, dice la carta de
Lapsley sobre la noche en que Obama ganó sus primeras elecciones. Añade
que “la única comparación que puedo hacer de lo que sentí esa noche en
2008 fue lo que sentí cuando después de siglos de lucha el ‘apartheid’
fue derrotado en Sudáfrica”. “Quisiera
poder seguir sintiendo esa esperanza sobre lo que su presidencia
representa -escribe-. Estoy apelando a ese sentido de justicia natural
que vi en usted esa noche para que libere a cinco hombres cubanos que
llegaron a EEUU en los 90 para supervisar las actividades de grupos
terroristas contra Cuba en el sur de la Florida”. El
sacerdote recuerda que esos hombres “están cumpliendo largas sentencias
en sus cárceles e incluso a las esposas de dos de ellos se les niega
visas para visitarlos”. “Estoy
seguro que con todo el apoyo internacional que tienen estos hombres
usted debe estar bien enterado de este caso y que usted podría
liberarlos a través del poder que le otorga la Constitución de EEUU”,
apunta el escrito atribuido a Lapsley. Además
se pregunta: “¿Qué podría ser más noble que lo que hicieron estos 5
hombres en la guerra contra el terrorismo y en defensa de su patria?”. “Personalmente
siento un gran amor y afinidad por los 5 cubanos porque soy una víctima
del terrorismo a consecuencia de una carta bomba que durante los
últimos días del régimen del ‘apartheid’ en 1990 destruyó mis manos y me
quitaron un ojo, produciendo además otras lesiones”, manifestó. Explica
que el ataque fue “una reacción de odio” hacia mi trabajo como
sacerdote inmerso en la lucha de liberación contra “uno de los sistemas
más brutales de opresión racial que el mundo haya visto” y añade que
“Cuba siempre se levantó en apoyo al pueblo de Sudáfrica contra esa
opresión”. Lapsley
asegura en el escrito que, a modo de “pequeño gesto” para “saldar la
deuda que mi país tiene con Cuba”, ha visitado a uno de los
encarcelados, Gerardo Hernández, que cumple cadena perpetua, algo que le
recuerda “cómo nuestros mejores líderes fueron encarcelados, no porque
fueran delincuentes, sino porque buscaban libertad y justicia para
todos”. “La
animosidad que ha tenido EEUU hacia la isla de Cuba durante décadas no
tiene que ser una carga para usted, que tiene una posición única para
ser un agente de cambio activo ayudando a forjar un mundo mejor”, dice a
Obama. En
su opinión, el “simple” hecho de liberar a los cinco cubanos no sólo es
“lo correcto”, sino que “hará brillar los ojos de toda una nación que
ve a estos hombres como héroes” y será un catalizador hacia la
normalización de las relaciones bilaterales, así como hacia “la
cicatrización de la familia humana. Sé que está en usted y apelo para
convocar ese valor”. Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2013/04/05/1447081/sacerdote-luchador-contra-apartheid.html#storylink=cpy
Contenido Relacionado Agente cubano en libertad provisional en EEUU pide permiso para viajar a Cuba Imagen agregada RCBáez
Coloquio por los Cinco: Aprueban la declaración final Video en TeVeo Finaliza Coloquio por los Cinco con acto masivo Por Luisa María González

Holguín,
Cuba, 1 dic (PL) El VIII Coloquio Internacional por la Liberación de
los Cinco finalizará hoy aquí con un acto de masas para exigir la
excarcelación de esos cubanos antiterroristas condenados en Estados
Unidos. Residentes
en esta ciudad del oriente cubano se unirán a los casi 400
participantes en el evento para manifestar su apoyo a la causa de Ramón
Labañino, Antonio Guerrero, René González, Gerardo Hernández y Fernando
González.
Durante la última jornada de este foro iniciado el 28 de noviembre, los
visitantes también compartirán con el pueblo holguinero en las Carpas
por la Paz, un espacio que ha funcionado estos días de manera paralela
para mostrar las acciones en este territorio a favor de la liberación de
los Cinco -como se conocen en el mundo.
Los participantes aprobaron ayer la declaración final del evento, en la
que llaman a multiplicar acciones y mejorar la articulación entre ellas
para incrementar la capacidad de acción.
El documento exhorta a incrementar el trabajo en todo mundo,
principalmente en Estados Unidos, con el propósito de llegar al
presidente Barack Obama y lograr que, en uso de sus facultades, libere
sin condiciones a los Cinco.
En esa jornada, los delgados también realizaron trabajos voluntarios en
distintos municipios, como Gibara y Banes, con el objetivo de
contribuir a la recuperación de esa provincia, una de las más afectadas
por el paso reciente del huracán Sandy.
En declaraciones a Prensa Latina, activista norteamericana Nancy Kohn,
expresó que trabajar codo a codo con los cubanos les permitió demostrar
de manera concreta la solidaridad y convirtió a ese en el mejor día del
Coloquio.
"Para mí ha sido muy importante, porque yo vengo del país que intenta
estrangular el proyecto revolucionario, y laborar de esta manera me ha
permitido demostrar que hay estadounidenses que apoyan a esta nación",
comentó.
La luchadora social refirió su impresión por la manera en los cubanos
se ayudan unos a otros y agregó que eso no sucedió en su nación, por
ejemplo, cuando el mismo huracán Sandy la azotó.
"Este es el pueblo lleno de valores que los Cinco -así se conocen el
mundo- estaban defendiendo, y por eso quines los apresaron y condenaron
cometieron una gran injusticia", consideró. Fuente Prensa Latina
Caso de los Cinco debe llegar directo a Obama, consideran en Cuba / Luisa María González
(PL)
La causa de los cinco cubanos antiterroristas condenados en Estados
Unidos debe llegar directamente al presidente norteamericano, Barack
Obama, consideraron hoy aquí participantes de Norteamérica en el
Coloquio Internacional por su Liberación.
Convocan desde Cuba a mujeres del mundo a unirse por los Cinco
(PL)
El Encuentro de las Madres y Mujeres por la Liberación de los Cinco
cubanos antiterroristas condenados en Estados Unidos convocó hoy a las
féminas de todo el mundo a unirse a esta causa.
Durante
la cita, madres y mujeres de unos 47 países se unieron para reclamar la
excarcelación de Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González,
Gerardo Hernández y Fernando González.
Coloquio por los Cinco apoya recuperación en Cuba tras paso de Sandy / Por Luisa María González
(PL)
Los participantes en el VIII Coloquio Internacional por la Liberación
de cinco antiterroristas cubanos condenados en Estados Unidos
contribuirán con la recuperación de este territorio, uno de los más
afectados por el huracán Sandy.
(RadioPL)
Los representantes de casi 50 países viajaron a distintos municipios de
la oriental provincia para realizar trabajos voluntarios en sectores
como la agricultura y la construcción, una forma de ayudar a resarcir
los daños provocados por el meteoro el pasado 25 de octubre.
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