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 Santo Domingo, 24 mar (PL) Con su regreso a esta capital, 14
activistas puertorriqueños, dominicanos y cubanos concluyeron hoy el
programa de la escalada del Pico Duarte, como parte de la jornada en
apoyo a la excarcelación del prisionero político boricua Oscar López
Rivera.
En esta actividad participó el Héroe cubano René González, quien junto a
sus compatriotas Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández
y Ramón Labañino, conocidos mundialmente como "Los Cinco", se
encuentran libres gracias a la solidaridad internacional, pero antes
sufrieron años de injusta prisión en Estados Unidos por defender a su
patria. "Cuando me invitaron a venir aquí (al Pico Duarte), no
dudé un segundo. Primero porque Oscar lo merece; la brutalidad que han
dejado caer sobre él es irracional y demuestra el odio que nos tiene el
imperialismo; cuando nosotros, que supuestamente deberíamos ser
inferiores, nos erguimos en nuestra dignidad y les demostramos cuan
inferiores son ellos. Eso fue lo que pasó con Los Cinco, y fue lo que
pasó con Oscar", expuso René en lo alto de la montaña. Explicó
que eso es lo que ha pasado con todos los patriotas puertorriqueños que
han sufrido en las cárceles norteamericanas el odio, la impotencia y el
complejo de las autoridades imperialistas. "La causa de Oscar merece
cualquier sacrificio y por eso me pareció poco venir aquí con Ustedes",
dijo a los activistas. El ascenso a la cumbre más alta de Las
Antillas comenzó el 21 de marzo y culminó el 23. Fue un recorrido
aproximado de 48 kilómetros (subida y bajada) hasta una altura de tres
mil 100 metros sobre el nivel del mar. En el segundo día de la
escalada, los participantes escucharon una carta que les envió el
prisionero político puertorriqueño, que agradece el gesto, enaltece el
que hayan asumido ese gran reto y recalca el ejemplo que están dando.
"Espero que a medida que suben el Pico Duarte, puedan mirar hacia el
Oeste y ver a Cuba, y luego mirar hacia el Este y ver a Puerto Rico, y
pensar en el sueño de nuestra patria, de Ramón Emeterio Betances, de
Eugenio María de Hostos, de José Martí, de Gregorio Luperón y de
(Federico Henríquez y) Carvajal, de unir a los tres países y crear la
Federación de las Antillas", señaló. "No creo que se trataba de
un sueño utópico. Todavía podemos creer que la unidad de las tres es
factible� Nosotros nunca debemos aceptar que nos separen de nuestros
hermanos de Cuba, de la República Dominicana, ni de la diáspora
puertorriqueña", añadió en su misiva el patriota encarcelado.
López Rivera, de 73 años de edad, está preso desde 1981 y por sus ideas
independentistas cumple una condena de 70 años acusado de conspirar
contra Estados Unidos. Después de llevar 34 años en las cárceles
estadounidenses, que lo convierten en el preso político más antiguo del
Continente, el consenso nacional e internacional aboga por su inmediata
excarcelación. http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4728321
Por Marlene Caboverde Caballero* 
Durante
más de una década cada doce de septiembre esta periodista llenaba la
hoja en blanco del día con frases que encerraban el deseo de ver libres a
Antonio, Gerardo, Ramón, Fernando y René, Héroes de la República de
Cuba, soldados de la patria en el silencio. Cada año albergaba la
esperanza de sustituir mi discurso nostálgico y rebelde por otro de
fiesta y celebración por el regreso de nuestros cinco. Aunque
jamás deseché la esperanza en la justicia, hubo instantes inconfesados
de miedos, dudas y hasta de pesimismos. Finalmente vuelve a ser doce de
septiembre y puedo escribir algo diferente. Pero ahora no me asiste la
retórica de la cárcel y las arbitrariedades que truncaron parte de la
juventud de ellos. Como invitó Gerardo en cuanto puso los pies en suelo
cubano, es hora de de pasar la página y hablar del futuro, sin olvidar,
por supuesto el pasado. Gema,
la hijita de Gerardo Y Adriana es el regalo que ilumina esta nueva
parte de la historia que comenzó a escribirse el 17 de diciembre de
2014. Su carita, sus ojos, su inocencia feliz constituyen el mejor
incentivo para continuar llenando las hojas en blanco día tras día. Es
ella y todo lo que representa lo que guía las teclas de la computadora
donde esta humilde periodista y amiga de los Cinco se obstina en
construir esperanzas y caminos para los demás.
*Periodista
de Radio Jaruco, donde lleva desde hace algunos años el programa Alas
de libertad, dedicado a los Cinco Héroes cubanos
Por Berta Mojena, exclusivo desde Venezuela Gema y Adriana, los rostros de la felicidad. Hace
mucho tiempo quería entrevistarla. Muchos colegas cercanos lo habían
hecho y había leído tantas cosas sobre ella, la había observado de cerca
en tantas marchas, actividades, encuentros de solidaridad a lo largo de
esta lucha de 16 años por la liberación de Los Cinco, que inevitablemente la admiraba en toda su dimensión de mujer, de esposa, fiel amante y amiga, de luchadora incansable. Sufrí
junto a ella —como millones de cubanos— por las lágrimas que derramaba
cada vez que hablaba de su amor, de su Gerardo, encerrado tras las
rejas durante demasiado tiempo y condenado quizás a estar allí toda su
vida, de manera injusta y despiadada. Sentí como propio el sufrimiento
cada vez que contaba que le impedían verlo, estar con él y, sobre todo,
cumplir el sueño preciado de multiplicar el fruto de ese amor en un hijo
o hija. Disfruté después desde la distancia verla embarazada recibiendo a su compañero aquel 17 de diciembre
mágico, abrazar a su amigo y esposo, después de tanto tiempo, mientras
aquellas primeras imágenes de caricias, lágrimas, miradas inconfundibles
daban la vuelta al mundo para hacer realidad algo casi impensable. Después
nació Gema y se convirtió en la niña de todos, en la pequeña de los
cubanos y la de millones en el mundo. Pero nunca pensé que podría
celebrar junto a ella y en tierras bolivarianas, su cuarto mes de nacida
y mucho menos, poder compartir con Adriana y Gerardo desde los primeros momentos que arribaron a Venezuela, mostrando a su más grande tesoro como símbolo de resistencia, lucha, felicidad y vida. Unas horas antes de la celebración de este día de las madres,
nuestro equipo de prensa en Caracas, volvimos a estar junto a ellos y
fue inevitable entonces conocer más sobre Gema, sobre esa relación
especial que los embarga y que hoy todos disfrutamos con cada sonrisa,
cada gesto y la unión sin límites entre los tres. Los
dejo entonces con ellos, para que sean sus palabras, sus confidencias,
el mejor de los regalos a todas las madres cubanas y a las personas de
buena voluntad que este día celebrarán la dicha de la vida y pensarán en
la familia, en el amor, por encima de todo, sin importar donde estén o
adonde vayan. Gema generó muchas expectativas…"Las
expectativas comenzaron desde mucho antes de ser concebida, desde que
por primera vez hablamos de la posibilidad real de ser concebida. No
sabíamos siquiera qué sexo tendría, esperábamos cualquiera de los dos y
fue una enorme satisfacción cuando se confirmó. "Yo
viví el embarazo con mucha alegría aunque siempre quedaba aquello de
que Gerardo no estaba para acompañarme, pero esa era una decisión de los
dos y tenía que asumirla, de lo contrario no podíamos cumplir ese sueño
de tener a nuestra bebe. Gerardo ya estaba aquí para su nacimiento,
llegó para coronar ese momento y, por supuesto, eso fue lo más grande
que hemos vivido. Yo
le había dicho hace poco a Gerardo que yo había tenido tres grandes
decisiones en mi vida: estudiar mi carrera que me gusta muchísimo,
casarme con él, haberlo esperado y haber tenido a nuestra pequeña. —¿Cómo esperaron a Gema? ¿Cómo la imaginaban? La
imaginaba y la sentía de muchas formas. Desde las primeras imágenes de
ultrasonido en las que estaba ya más formadita vi que tenía mucho
parecido con su papa, sobre todo en la boca y la forma de los pies,
aunque las manos se parecían un poco a mí. Pero hasta que uno no la ve
no tienes la magnitud de lo que se siente, es algo que quien ha sido
madre sabe de qué hablo. Gerardo
y yo estábamos inquietos hasta el último momento y cuando la vio me
dijo: “es bella”. Él tuvo el privilegio de verla antes que yo porque
estuvo en el Salón de parto y hasta que no me la mostraron a mi yo no
tuve esa dicha, pero todo el que la vio pasar cuando iban al cunero
decía que era preciosa. Y entonces ahora vemos las imágenes y no decimos
que estaba preciosa al nacer, linda está ahora. (Sonríe) Y nos reímos
porque realmente somos muy felices. Gema se ha convertido en centro de atención, es admirada, querida…."Yo
no me imagine que iba a ser así. Sabía que iba a ser querida por todos,
anhelada, pero no tuve realmente la imaginación para percibir,
visualizar lo que iba a pasar y Gema se ha convertido de la llegada de
los Cinco, de los lugares donde estamos y de cierta manera es una forma
de agradecer también a las personas que nos piden que la mostremos más,
nos piden que enseñemos fotos. Y no teníamos la idea de hacerlo porque
es nuestra vida privada pero después interiorizamos que Gema les
pertenece a todos. Es nuestra bebé, no se la regalamos a nadie, pero sí
la compartimos con todos". —Es tu primera celebración por el día de las madres… —Si,
este es mi primer día de las madres porque en mayo pasado era muy
reciente que había sido transferida a mi útero y todavía no se había
confirmado el embarazo e imagínate qué dicha poder compartirlo con
Gerardo y con mi mamá que está viva y muy bien. —¿Cómo es Gema? —Es
sin dudas una niña feliz, muy vital, muy activa, pero muy sedada. Es
una niña que se comparta, que socializa sin dificultades, lo cual para
nosotros es una dicha. Se adapta muy bien, toma su leche, duerme
excelente, no tenemos quejas la verdad. —Un mensaje final —Yo
le agradezco muchísimo a todas las personas que hicieron posible que
hoy Gerardo y yo podamos vivir esta felicidad, que hoy le podamos
entregar la Gema a Cuba, porque no es solo de nosotros, es de todo
nuestro país, de todas las personas fuera del nuestro que hicieron
posible este sueño y, por supuesto, esto es para nosotros una gran
satisfacción, una gran felicidad cuando día a día la observamos, la
cuidamos y nos parece que todavía sigue siendo un gran sueño. Felicidades
a todas las madres, que pasen su día en familia, las que no lo puedan
estar porque están cumpliendo misiones de cualquier índole, nuestras
felicitaciones igualmente. (Gerardo interrumpe) Quiere también enviar su felicitación… Se
trata de un día especial este segundo domingo de mayo, el día de las
madres es especial para las madres biológicas y las de alma que hay
muchas también. Queremos compartir con ellas esta dicha que estamos
viviendo hoy. Un fuerte abrazo y gracias por toda la solidaridad y toda
la felicidad que hoy compartimos con ustedes. Fuente CubAhora
Tomado de la Revista Nueva Réplica. Fotos Alvite
Gerardo habla a nombre de los 5.
Todo quedó atrás. Sufrimos mucho en los
quince años de injusto castigo que padecimos. La mitad de nuestra
angustia y amargura no la conoció siquiera nuestra familia; nunca la
comentamos para no acrecentar su dolor. Todo, sin embargo, lo hemos
olvidado y hoy, a nombre de los 5, puedo decir con absoluta honestidad
que no guardamos odios ni rencores para Miami.
Si fue mucha la pena del cautiverio, mucho mayores resultaron el amor de
nuestras familias y el apoyo imbatible de nuestros compatriotas que nos
ayudaron a soportarlo. Sabemos cuántos norteamericanos y
cubano-americanos nos respaldaron también sin que no siempre pudieran
revelar sus sentimientos.
Las rejas se cerraron un día tras nosotros, pero a partir de ahí muchas
fueron las manos que en todas partes del mundo se tendieron a nuestro
favor. Para todos, nuestro más profundo agradecimiento. Nada bajo ni deleznable hubo en nuestra
actuación contra los Estados Unidos de Norteamérica. Lo que hicimos fue
contribuir en la medida de nuestras posibilidades a librar a nuestro
pueblo de la muerte. Estamos muy felices de encontrarnos de
nuevo en la patria. En mi caso personal, esa felicidad se acrecentó, el
pasado 6 de enero, con el nacimiento de Gema que vino a colmar los
mejores anhelos de mi esposa Adriana y míos. Es una niña, y me
perdonarán mi debilidad de padre, bellísima; adorable para decirlo en
una sola palabra. Después de 55 años de distanciamiento, incomprensiones y tirantez entre
Cuba y Estados Unidos, a ella le tocó nacer en una nueva etapa de las
relaciones entre los dos países, una era que traerá otros retos y otras
esperanzas. 
 
Gerardo y Adriana: sublime amor.La
Habana, Cuba.- Un ejemplo de valor, sacrificio y profundo amor por sus
seres más allegados y su pueblo han dado Gerardo Hernández, René
González, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero.
Estos Cinco Héroes fueron detenidos injustamente en Estados Unidos el 12 de septiembre de 1998 por prevenir acciones terroristas contra Cuba.
Lejos de sus madres, esposas e hijos, esos heroicos revolucionarios
se encuentran de regreso a la Patria para volcar todo su cariño hacia
los suyos.
Como afirmó la escritora afronorteamericana Alice Walker: "La
historia de los Cinco Cubanos es una historia de valor, gran sacrificio y
amor".
De nuevo en Cuba, Los Cinco celebrarán este 14 de febrero, Día del
Amor y la Amistad, rodeados del cariño familiar y de un pueblo
convencido de la justicia de una causa, que ha demostrado que el amor
todo lo puede.
Gerardo y Adriana: sublime amor
Este 14 de febrero, el amor inundará la vida de Los Cinco y sus familiares.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero regresaron a
suelo cubano, para sumarse a René González y Fernando González, cuya
felicidad se ha visto completa con la vuelta de sus compañeros de
ideales.
Gema ha venido a colmar la dicha.El
Día del Amor se abre ante ellos con toda la plenitud para recuperar los
años tras las rejas y prodigar todo el cariño a madres, esposas e
hijos.
Por si fuera poco para esta gran familia de héroes, Gerardo Hernández
y Adriana Pérez son padres, desde el 6 de enero último, de una preciosa
niña, Gema, que ha venido a colmar la dicha ante el regreso del amado.
Caricias, mimos y besos acaparan todo el tiempo de la pequeña, un
sublime regalo para la pareja este 14 de febrero, que la estrechará bien
fuerte en un día tan especial como el del amor. Fuente Radio Reloj
SICCI (Washington, EE.UU -
MAR.10.FEB / Prensa Comité Internacional por la Libertad de los 5
Cubanos) - Con la misma vitalidad y espíritu de lucha que los ha
impulsado por más de una década, activistas, artistas, académicos,
diplomáticos y amigos se reunieron el viernes 6 por la noche en
Washington D.C. para pasar revista a una causa ganada y recordar
momentos, hechos y personas en un reclamo de justicia hoy devenida
realidad.
Alicia Jrapko, coordinadora en Estados Unidos del Comité
Internacional por la Libertad de los 5 Cubanos, abrió el programa dando
la bienvenida a los presentes: "Es con gran alegría que hoy podemos
decir finalmente que los CINCO están libres y de regreso en Cuba, sanos y
salvos con sus seres queridos y su pueblo. Nosotros ya habíamos
comenzado a planear la Cuarta Jornada en Washington y ya habíamos
reservado el permiso para la protesta frente a la Casa Blanca este 12 de
septiembre"- dijo al numeroso público presente, "Pero los Cinco cubanos
están ya, todos, de regreso"-acotó, con alegría y con aún visible asomo
de sorpresa.

Por su parte Netfa Freeman integrante del Comité Internacional
agradeció a organizaciones amigas e individuos el apoyo brindado en los
últimos años para garantizar el éxito de las actividades realizadas en
Washington D.C. incluidas las tres jornadas anuales "5 Días por los 5".
Freeman recordó a los presentes que fue un 6 de febrero, 39 años atrás,
que el conocido Indio Americano Leonard Peltier fue injustamente
encarcelado.
Se iniciaba así, en el Festival Center de la Calle Columbia de esta
ciudad, una velada que ciertamente prometía emociones, y se tornó
conmovedora cuando a los pocos minutos los asistentes divisaban en
inmensa pantalla a un lado del estrado el rostro y el saludo desde La
Habana del Héroe quien hasta este 17 de diciembre guardó, por más de 16
años, injusta prisión en EE.UU. Era Gerardo Hernández, sonriente y
afable, quien les decía, también él emocionado, que "ese día, pensamos
en todos ustedes" y daba repetidas gracias a los luchadores, muchos de
cuyos rostros fue reconociendo al tiempo que saludaba.
Con la jovialidad de siempre y visión de la lucha que aún aguarda,
Gerardo recordó a los presentes que, en los momentos actuales, "hay que
defender el derecho de Cuba a escoger su propio camino" y que el bloqueo
continua siendo "esa gran injusticia que también debe terminar."
Desde Washington, activistas, amigos y hermanos de lucha saludaron al
Héroe, a quien reafirmaron la voluntad de seguir defendiendo la causa
de Cuba, en intercambio emotivo, difícil de terminar y cargado de
compromiso, que a decir de Alicia dio a la velada "el más inesperado y
el mejor de los giros".
Hubo el recuento fotográfico del luchador y miembro del Comité
Internacional Bill Hackwell, quien en decenas de gráficas y anécdotas
únicas, muchas relacionadas con el regreso y la acogida en Cuba a los
Cinco, llevó a los presentes al plano más íntimo, familiar y comunitario
de los Héroes en la Patria.
Momento de tributo, de especial significación por parte Nalda Vigezzi
y Nancy Kohn, ambas integrantes del Comité Internacional fue recordar a
más de una decena de personas hoy desaparecidas, quienes desde sus
respectivas relaciones con los Cinco y la causa de su liberación dejaron
una huella particular en estos años de lucha, entre ellos el cineasta
Saúl Landau, el abogado Leonard Weinglass, las periodistas
Marie-Dominique Bertolucci y Bernie Dwyer, el reverendo Lucius Walker,
la jueza Claudia Morcom y otras figuras, incluidos familiares cercanos
de los Héroes.
Y hubo también canciones de aliento y de homenaje, por parte de
músicos y agrupaciones como el Coro Laboral de D.C., el trovador chileno
Patricio Zamorano y el talentoso dúo juvenil de rap D.C. Slam Team.
La actividad en el Festival Center, cerró un importante capítulo de
más de 10 años de lucha por la libertad de los Cinco, pero abrió una
nueva etapa que seguramente traerá nuevos desafíos.
Debido al histórico cambio que se produjo el 17 de diciembre,
precediendo al evento, miembros del Comité Internacional se reunieron en
Washington D.C. para trazar planes de trabajo para el futuro inmediato.
Independientemente de las razones por las cuales Estados Unidos
decidió cambiar su política de 50 años de agresión contra Cuba la
aplaudimos. Pero mientras la política oficial en EE.UU. sea la de cambio
de régimen nuestro trabajo no está terminado. Mientras no se respete la
soberanía de Cuba, mientras Cuba continúe en la lista de países que
patrocinan el terrorismo, mientras que Guantánamo continúe ocupada por
Estados Unidos, mientras existen restricciones para viajar a Cuba,
mientras cualquier parte del bloqueo siga en pie, nuestro trabajo no
está terminado.
Junto a muchas otras organizaciones en Estados Unidos y en otros
países del mundo, el Comité Internacional por la Libertad de los 5
Cubanos se compromete a continuar su labor de solidaridad con Cuba hasta
que se acabe el bloqueo criminal que tanto daño le ha causado al pueblo
cubano.
Fotos: Bill Hackwell
Aporte comunicacional:
Comité Internacional por la Libertad de los 5 Cubanos
Tomado de Corresponsales del Pueblo
Por Patricio Montesinos 
Muy
pocas personas, incluidos los propios Cinco cubanos antiterroristas que
fueron encarcelados injustamente durante largos años en Estados Unidos,
podrían imaginarse cuántas emociones emanarían en ellos, en su pueblo, y
en todos los amigos de la mayor de las Antillas que unidos batallaron
por su definitiva liberación.
Para
Gerardo Hernández, Ramón Labaniño, Antonio Guerrero, Fernando González y
René González, de seguro fue un sueño regresar a su Patria,
reencontrarse entre ellos, con sus familiares y amistades cercanas, y
especialmente ser recibidos por sus compatriotas como merecen esos
Héroes de la Paz: con honor, respeto, cariño, alegría entre lágrimas, y
el calor humano que siempre brindan los cubanos a cualquier persona
luchadora por las causas justas de los más desposeídos. Los
Cinco, como se conocieron internacionalmente, reciben hoy el
reconocimiento de millones de personas, porque la vida y la historia
siempre premian con amor a los dignos, y a quienes los defienden, por
sus convicciones y principios. Cuba
vive desde el 17 de diciembre pasado, luego de ser excarcelados
Gerardo, Ramón y Antonio, días de inmenso regocijo y unidad, expandidos
por Latinoamérica y todas las regiones del planeta tierra, y que pasarán
al vasto historial de su Revolución, nacida en 1959, entre los más
recordados. ¡Volvieron!
es la palabra más reiterada entre los cubanos, en las redes sociales y
en medios de prensa, tras cumplirse la promesa que el Verdadero Amigo
Fidel Castro hizo en público en 2001, cuando expresó entonces: los
luchadores antiterroristas ¡Volverán! Y
cierto, ya están en la tierra que los hizo hombres meritorios, con un
premio especial para Gerardo, el nacimiento este 6 de enero de su
primera hija, nombrada Gema, fruto de su inmenso amor con Adriana Pérez,
que resistió todos los embates, y que venció por la resistencia, como
triunfaron las ideas de los Cinco con el respaldo incansable de sus
esposas, familiares más allegados, además del de los cubanos, y hombres y
mujeres anónimos solidarios con su causa. El
ejemplo de esos Héroes de la Paz jamás podrá ser borrado por nada ni
por nadie, porque resplandece el de otros tantos grandes que ya no están
entre nosotros, como el Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, el
Gigante Comandante venezolano Hugo Chávez, y el Indomable luchador
antiapartheid, Nelson Mandela, quienes encandilaron con su coraje y
firmeza a sus adversarios. Los
Cinco constituyen el más reciente referente para las nuevas
generaciones de cubanos, latinoamericanos, caribeños y de otras
latitudes, de que para lograr que nuestros pueblos sean verdaderamente
libres, independientes y soberanos, hay que ser sobre todas las cosas
sus dignos representantes. *Periodista
español, corresponsal de Cubadebate en Madrid
Por César Gómez Chacón*  Los
días van pasando. Las fiestas también. Ya nos fuimos este lunes al
trabajo y a las escuelas, con más entusiasmo y alegría que nunca. El
2015 está de rápida arrancada y promete ser un año de grandes
acontecimientos, porque el mundo sigue más de cabeza, y la ley de
gravedad de la historia y de los seres humanos ya está haciendo y hará
lo suyo inexorablemente. Pero seamos optimistas: los milagros sí
existen… O los hacemos nosotros. Los
cubanos tuvimos un fin de 2014 tan positivamente sorprendente, que
todavía cuesta trabajo creer que los Cinco, ¡todos! ya duermen en casa, y
que cantaron a coro El Necio con Silvio en una esquina del
Latinoamericano; que vimos a Raúl anunciar el restablecimiento de las
relaciones diplomáticas con los Estados Unidos; y a un Obama casi
sonriente, junto a un John Kerry seriamente reflexivo, reconocer a dúo
la necesidad del cambio de política hacia Cuba. Que conste que sólo
después descorchamos las botellas. Y
uno piensa que la alegría es algo que no debiera explicarse. Restituir
los vínculos oficiales con el Gobierno norteamericano fue, claro está,
una excelente noticia para todo el mundo. Después de medio siglo de
terca y heroica resistencia por parte de nuestro pueblo, el acercamiento
diplomático o de cualquier otro tipo con los Estados Unidos era, más
que un anhelo, la convicción de que más temprano que tarde debía
enmendarse tamaña injusticia. La
voluntad política de ambos gobiernos está dicha desde entonces. Pero no
será, y no está siendo ya, un camino expedito para las actuales
autoridades norteamericanas. Los días, los meses y ¿los años?
subsiguientes dirán la última palabra. Sin
embargo, y si de inmensa alegría lloramos y reímos los cubanos, con la
sensación de placidez que produce cuando te quitan un inmenso peso de
encima, fue por el regreso de los tres hermanos, que completaba el fin
de la agonía de los Cinco y de todo este pueblo que no los concebía en
prisión ni por un mes y mucho menos por 16 demasiados largos años. Para
la mayoría de nosotros ese era el mayor milagro y el gran gozo que
hemos y seguiremos festejando, porque constituye también la
confirmación, una vez más, del inmenso poder de las ideas, aún desde el
fondo de cinco celdas. “Estamos
viviendo horas tremendas”, me comentó el día siguiente a aquel 17
interminable uno de esos hombres que atesora en sí mismo la virtud de
ser exquisito intelectual, dirigente de alto nivel y puro jodedor
cubano, una mezcla necesarísima en estos tiempos. Lo vi eufórico, luego,
en el concierto de Silvio con los Cinco, y comprendí aún mejor sus
palabras. Los
milagros sí existen y son lo más normal del mundo. Por eso cada vez que
vemos a uno de los Cinco decir y hacer algo notoriamente cubano, jocoso
y natural, volvemos a reír y a secarnos las lágrimas de la emoción.
“¡Coño, nunca había llorado tanto, ni tan seguido, yo que me pasé la
vida diciéndole a mi hijo que los hombres no lloran”, me decía también
por aquellos días uno de esos buenos amigos que irradian alegría por los
cuatro costados, otro criollo cien por ciento, que aún en los momentos
más difíciles (que a veces vienen demasiado seguidos) siempre le saca
lasca a lo adverso y te pone a reír de tu propia (o de su propia)
fatalidad. El
nacimiento de Gema, la hija tan esperada y concebida por “control
remoto” de Gerardo y Adriana se inscribe, desde este 6 de enero de 2015
como otro prodigio, no tanto de los viejos Melchor, Gaspar y Baltasar,
como de la amistad y la solidaridad del pueblo norteamericano con Cuba, y
de la labor muchas veces anónima de nuestra medicina revolucionaria,
que no por gusto repite este año el 4,2 por mil nacido vivos del pasado
año, una de las tasas mortalidad infantil más bajas del mundo. Ver
a Fernando ya trabajando como vicepresidente del Instituto Cubano de
Amistad con los Pueblos, es otra de esas maravillas que alegran los
corazones de quienes sabemos que lo hará bien, porque es un hombre
bueno, y será el mejor regalo para los amigos de Cuba, que, sin pedir
nada a cambio, tanto hicieron por su regreso y el de sus cuatro hermanos
de lucha. Tienen
razón quienes comentan que Los Cinco, tan cubanísimos y jocosamente
ocurrentes, como los hemos visto en cada tribuna o calle donde se han
parado, recuerdan a ese otro héroe criollo y bromista sin par, el
legendario comandante del sombrero alón y la sonrisa eterna. Sin el
humor que nos permite reírnos hasta de nosotros mismos, no hubiésemos
sido nunca el pueblo libre y soberano que hoy somos. ¡Gracias a los
Camilos de todos los tiempos! ¡Gracias a los muertos y a los héroes
vivos de nuestra felicidad! En
este enero de victorias escuché por ahí, de buena tinta, que una
persona también muy querida en nuestro país llamó por teléfono a
Gerardo, pocos minutos después de su llegada, y aquel le salió con una
de sus bromas: “Hermano, todavía huelo a celda”. A lo que ese otro
excelente exponente de la cultura y la política cubanas (que no me deja
decir su nombre) le respondió algo así como: ¡Compadre, conserva y
traslada ese humor y esa frescura tuya a cualquier nueva tarea que te
den, que Cuba lo necesita tanto como tu heroísmo”. Los
días van pasando demasiado rápido, y todos seguimos pensando en Fidel y
aquel “¡Volveran!” que no fue profecía, sino profunda convicción. Hoy,
cuando su pueblo enérgico y viril ríe y canta con lágrimas en los ojos,
es porque vive una inmensa emoción y una alegría largamente luchada, que
a él le pertenece por derecho propio. Es
difícil explicarla, y tal vez nadie lo hizo mejor que el poeta y
escritor uruguayo Mario Benedetti, que por varios años vivió en Cuba
después de salir de presidio y verse obligado al destierro. Él escribió
por aquellos día de 1983 su cuaderno “Canciones del desexilio”. Años más
tarde el cantante argentino Juan Carlos Baglietto musicalizó e hizo
famoso uno de aquellos bellos poemas, que luego en Cuba nos los cantó
mil veces emocionada esa gorda querida, jodedora y cubanísima, que
responde al nombre de Sara González. Aquí
van algunos fragmentos que parecen escritos para cantarse en estos
días, porque Mario y Sara (que tanto hizo también por la causa de los
Cinco), dondequiera que anden, de seguro están cantando y festejando con
nosotros.
(…)
Si los nuestros quedaron sin abrazo, la patria casi muerta de tristeza, y el corazón del hombre se hizo añicos antes de que estallara la vergüenza
Usted preguntará por qué cantamos…
Cantamos porque el río está sonando, y cuando el río suena suena el río.
Cantamos porque el cruel no tiene nombre y en cambio tiene nombre su destino.
Cantamos porque el niño y porque todo y porque algún futuro y porque el pueblo.
Cantamos porque los sobrevivientes y nuestros muertos quieren que cantemos.
Si fuimos lejos como un horizonte, si aquí quedaron árboles y cielo, si cada noche siempre era una ausencia y cada despertar un desencuentro
Usted preguntará por qué cantamos…
Cantamos porque llueve sobre el surco y somos militantes de la Vida y porque no podemos, ni queremos dejar que la canción se haga cenizas. Cantamos porque el grito no es bastante y no es bastante el llanto, ni la bronca. (…) Cantamos porque el Sol nos reconoce y porque el campo huele a primavera y porque en este tallo, en aquel fruto cada pregunta tiene su respuesta… *Periodista Cubano. Colaborador de Cubadebate, La Jiribilla y otras publicaciones. Tomado de Cubadebate
Por Marlene Caboverde Caballero*  Hay
historias difíciles de escribir porque la mano tiembla al tener que
reinventar las palabras para construirlas y compartirlas con el brillo y
la fuerza que merecen. Corro
el riesgo de repetirme y reiterar lo que casi todo el mundo dice,
cuenta y canta desde este 6 de enero, cuando se supo de la llegada de
Gema, la niña de Adriana Pérez y Gerardo Hernández, pero es importante
para mí correr el riesgo. Pienso,
en primer lugar, que Gema ya existía y desde hace años revuelve las
gavetas de Adriana para reír con las cartas y los dibujos de su padre, y
oler la canastilla que su mami atesora para ella en el armario. Gerardo
conocía a su hijita desde La Habana de los ochenta, la había visto
rondar en la parada de ómnibus de la Rampa, en el malecón y en el
instante del beso robado que le aseguró desde aquel entonces la llegada a
este mundo, un día posible y de cualquier manera. Gema
se había colado como rayo de luz y soplo de aire en todas partes: en
las tribunas, las consignas, las canciones, los discursos, las
prisiones. Y
aseguran que se la pasó todo este tiempo en las escuelas entre juegos y
lecciones, cantando en los conciertos, gritando en las marchas en mil
idiomas diferentes, juntando manos, clamando voces, fundando amor. Tengo
la certeza que cuando Adriana y Gerardo tuvieron a Gema entre los
brazos este 6 de enero, ambos sabían que no se trataba de la primera
vez, más bien de un reencuentro soñado desde siempre. Casi
puedo asegurar que también a ellos se les perdieron las palabras en un
enjambre de besos y para decir algo, simplemente le susurraron algunos
versos de Silvio: "Te conozco, desde siempre, desde lejos, te conozco"…
*Periodista
de Radio Jaruco, donde lleva desde hace algunos años el programa Alas
de libertad, dedicado a los Cinco Héroes cubanos
Gema (+ Fotos)
Por Nyliam Vázquez García
Desde este 6 de enero el Héroe de la República de Cuba, Gerardo
Hernández, y su esposa Adriana Pérez, ven cumplido un sueño con el
nacimiento de su hija Gema
Unas manitos pequeñitas, unos pies que caben en un beso, un
rostro que embelesa a sus padres, un llanto que anuncia la vida… Nació
Gema. Mamá está adolorida, pero con esa sonrisa que parece tatuada en su
rostro desde el 17 de diciembre y que este martes, si acaso eso es
posible, se habrá hecho más amplia aún. Es fácil imaginar a papá
pendiente de sus preciosas, intentando acomodar en su pecho de héroe
tanta felicidad, una felicidad no imaginada.
La pequeña de Gerardo y Adriana se asoma al mundo y con cada latido
de su corazón realiza un sueño largamente acariciado, un deseo que en
algún momento parecía imposible. Gema llega para poner fin a 16 largos
años de «soledad acompañada», para borrar con su existencia las huellas
del dolor y completar de la mano de sus padres una historia de amor de
casi tres décadas. Ella, así pequeñita, abrazable, se suma al bálsamo
sanador con que sus padres se curan todas las heridas y reescriben el
tiempo.
Hace unos años Gerardo le escribió una carta a los hijos por nacer,
una carta con un dibujo para esta Gema que ya nació: «…después que
ustedes lleguen a este mundo y aprendan a leer, sepan por qué su papá no
es tan joven como muchos de los padres de sus amiguitos, y conozcan de
los años que papi y mami tuvieron que vivir separados a pesar de
quererse mucho».
En 2012 Adriana dudaba. Se sobreponía al dolor, sobre todo a la
incertidumbre cotidiana y asumía con una entereza conmovedora una
realidad que parecía iba a marcarles la existencia: «Ese capítulo está
escribiendo sus últimas etapas. Porque el reloj biológico está ahí y hay
cosas que no me gustarían cuando tenga 50 años… es un costo, pero es un
costo que vamos a asumir, y no tirada por un rincón, porque entonces no
lo estaría asumiendo, me estaría aplastando… El momento en que me toca
asumir que no voy a poder tener hijos está por llegar».
Pero no llegó y ahí está Gema acurrucada en su pecho para que ella
olvide que una vez tuvo miedo. Que muchas veces sostuvo en brazos a los
hijos de otros preguntándose cuándo podría abrazar a los suyos. Ahí está
Gema, quien con el sonido acompasado de su respiración hace magia y lo
transforma todo en sonrisas.
Ahora papá tendrá dos roperos de los que ocuparse, una obsesión más…
Uno no puede más que imaginarse a un hombre feliz, pero feliz con
mayúsculas como todos los padres el día del alumbramiento y aun más.
Mamá ahora tiene una bebita y un niño grande, querido, tantas noches
añorado. Todavía recuerdo ese instante fugaz en que ella respondía al
teléfono y al vuelo le escuché con una ternura infinita, con esa sonrisa
que delataba la voz que escapaba de prisión por el túnel del auricular:
Mi niño, ¿cómo tú estás?
Nunca vi a Adriana reírse con más ganas que contando las ocurrencias
de Gerardo: el día que él casi se ahoga para darle una sorpresa o los
secretos detrás de las postales con animales. Nunca la noté más radiante
que en el concierto 62 de Silvio por los barrios. Siempre con la mano
de su Gera entre las suyas, disfrutando de esas «pataditas» con las que
la niña se anunciaba, secando a besos esas lágrimas incontenibles de su
hombre. Estoy segura de que no hay mujer más luminosa desde este 6 de
enero, y en los días que están por venir, que la madre de Gema, el amor
de Gerardo.
Esos pies que caben en un beso habrán de caminar en un país conmovido
ante el sacrificio y valentía de sus padres, de sus cuatro tíos, un
país que como dijera su papá deberá ser mejor que este que él comienza a
redescubrir. Hoy la gente común se felicita, escribe comentarios en la
noticia y la comparte: «¡Viste, ya somos tías!», se saludan dos jóvenes…
Este es un nacimiento entrañable, la felicidad de dos que celebran
millones en Cuba y en el mundo.
Y cuando uno escucha la oración que lo cambia todo: «Ya nació Gema»,
en la voz de uno de los cuatro tíos héroes, esa alegría tangible, ese
algo distinto en su tono de voz, esa emoción contenida, entonces se
eleva la certeza: a este 6 de enero de 2015 le han tatuado una sonrisa,
una felicidad no imaginada, un nombre: Gema.
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Rosa C. Báez
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