Canadá, 5 de abril.-En la helada tarde de una excepcionalmente fría
primavera, Gerardo Hernández Nordelo, uno de los Cinco Héroes cubanos
cuyo regreso a la Patria hace poco más de un año su pueblo no terminará
nunca de celebrar, devuelve desde las cataratas del Niágara una llamada
telefónica que le había hecho desde ese mismo lugar, pero unos cuatro
años antes, un grupo de niños que se hace llamar La Colmenita, también
orgullo para su país.
La primera llamada ocurrió un día de abril de
2012, en otra primavera seguramente menos fría, durante un recorrido por
Canadá de la compañía de teatro infantil dirigida por Carlos Alberto
Cremata. La gira tenía como objetivo, precisamente, divulgar la causa de
los Cinco cubanos que se encontraban cumpliendo largas e injustas
condenas en cárceles norteamericanas por defender a su país contra el
terrorismo. En una parada obligada para cualquier cubano que visita
estas tierras, los niños se detuvieron frente a la tarja que inmortaliza
al poeta cubano José María Heredia, el cantor del Niágara. Desde allí,
ante el espectáculo imponente de las aguas que despertó en el poeta la
añoranza por su patria, Cremata hizo la llamada a Gerardo, seguramente
transmitiéndole la alegría de esos niños y la fuerza de esas aguas para
soportar su injusto encierro.
Cuatro años después Gerardo recorre
los mismos caminos de La Colmenita, esta vez para agradecer a todos los
que desde acá trabajaron y lucharon sin descanso, junto a toda Cuba, por
la libertad de los Cinco. Y desde ese punto de la geografía canadiense
que une de manera singular la historia de los dos países, Gerardo
devolvió la llamada.
(Fuente, Facebook de la Embajada de Cuba en Canadá)