Camagüey.- Creo que nunca antes la había visto, o al menos no tan cerca.
Confieso que lo pensé un poco antes de aproximarme, porque ella estaba
rodeada de personas que se acercaban a felicitarla por haber recibido en
nombre de los familiares de los
Cinco Héroes, las placas conmemorativas por el aniversario 45 de la Educación Superior en Camagüey.
La
posibilidad de entrevistar a Adriana Pérez Oconor, esposa de Gerardo
Hernández Nordelo, estaba en mis manos y no podía perderla; por suerte
me atreví y ella accedió. Lo primero fue actualizarnos acerca del caso.
“En
el caso en sí no ha habido cambios sustanciales, solamente la entrega
de los documentos para el habeas corpus que desde el año pasado se
presentaron. En este momento lo que se ha hecho es la petición de una
audiencia evidencial por parte del nuevo abogado que se incorporó al
equipo legal hace muy poco y que ha estado denunciando los pagos que
hizo el Gobierno de los Estados Unidos a un grupo de periodistas para
tratar de envenenar el ambiente antes, durante y después del juicio.
“Esto
constituye una violación legal y además forma parte del proceso
excepcional extraordinario de habeas corpus, en ese caso es un
discovery. Lo que se está pidiendo es el descubrimiento de nuevas
evidencias que el Gobierno hasta ahora no ha hecho efectivo, y por lo
tanto no sabemos en qué momento la jueza pueda emitir su decisión. El 8
de noviembre era el último plazo para que el abogado Martin Gardi
hiciera la presentación de la respuesta al documento anterior de la
Fiscalía.
“Eso queda ahora en manos de la misma jueza y fiscal que los sentenció en el 2001 en la Corte de Miami.
“Hay
un elemento también importante, es que dentro de Estados Unidos no hay
un tiempo límite para emitir un veredicto, por lo tanto estamos atados
de pies y manos a la decisión que tome la jueza, sin poder influir en el
adelanto de este proceso”.
También Adriana comentó las principales acciones que los familiares llevan en esta lucha.
“Estamos
inmersos en la campaña política y pública. Este es un caso que sabemos
vamos a ganar con el apoyo de la opinión pública internacional, pero
tenemos que agotar todos los recursos legales, lo que requiere de un
mayor esfuerzo para poder encaminar las voluntades e influir para que el
presidente Obama firme la liberación.
“René
continúa bajo la presión de la libertad supervisada en el propio
Estados Unidos. Eso solo se establece para los ciudadanos
norteamericanos que se van a quedar a vivir en aquel territorio luego de
la sanción para probar su inserción en la sociedad, lo que para el caso
de René no funcionaría porque él tiene como objetivo regresar a Cuba.
“El
estado de salud de ellos está bajo circunstancias y condiciones
rigurosas de una cárcel después de 14 años. Hay algunas lesiones y
padecimientos propios de la edad, pero con la disyuntiva de que estos
hombres no han recibido nunca una atención médica sistemática ni
preventiva”.
Al terminar, Adriana insistió en la importancia de multiplicar las acciones de
solidaridad para romper el silencio mediático.
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