Por Ada Oramas

Yo
me muero como viví, una exposición integrada por quince dibujos del
antiterrorista cubano Antonio Guerrero, denunciará en Nueva York la
arbitraria y cruel condena impuesta a los Cinco Héroes hace quince años;
forma parte de la jornada a favor de la libertad de los patriotas
cubanos como clamor de la humanidad ante una de las mayores injusticias
cometidas por el imperialismo contra los derechos humanos.
La muestra, inaugurada hace unos meses en la Casa Maryland, de
Washington DC, se presentará el día 12, en Nueva York, al cumplirse los
tres lustros del brutal confinamiento en solitario a nuestros
compatriotas. Tony utiliza como alusión a ese momento una secuencia de
quince momentos significativos del encierro de 17 meses que sufrió al
igual que sus hermanos –tiempo grabado en su memoria–, en lo que se
conoce por “el hueco”.
El testimonio en imágenes de este conjunto de dibujos transmite al
espectador el ambiente lóbrego de una reclusión total que arranca a los
prisioneros de la vida cotidiana, y los sumerge en un total aislamiento
que provoca una sensación de asfixia, de ahogo, de una soledad que duele
de tan profunda, pero que no pudo impedir una conexión entre los
hermanos, reflejada en el volumen La verdad me nombra.
Defensor de la paz y la preservación del medio ambiente, es el autor
de una serie titulada Alas de libertad, en acuarelas, cuyo cromatismo
testimonia la belleza de estos insectos cubanos, cuyas características
incluyen fichas ilustrativas para propiciar un conocimiento de cada
especie en los espectadores.
Este grupo de pinturas, también de carácter itinerante, estrenado en
el Museo Nacional de Historia Natural, ha recorrido escuelas y centros
culturales de Cuba y del continente latinoamericano.
Incansable en entablar un diálogo imaginario con interlocutores que
se convierten en amigos y confidentes por la empatía que emana de su
decir, Tony ha publicado varios poemarios: Desde mi altura, Poemas
confidenciales, Enigmas y otras conversaciones, De amigo a amigo y La
verdad me nombra.
Poeta y pintor, no se ha dejado vencer por las condiciones
infrahumanas de un encierro injustificable y es un ejemplo de abnegación
y valentía como sus otros cuatro hermanos, paradigmas de lealtad y de
amor hacia nuestro pueblo.
Tomado de Tribuna de La Habana