- Por Isis Sánchez Galano
La
Universidad de Ciencias Médicas de Holguín nos cobijó bajo su techo.
Sin embargo, a pesar del resguardo y el calor humano... allí sentimos la
angustia del 12 de septiembre, el diluvio de propaganda mal
intencionada y fraudulenta sobre el caso, la condena arbitraria, el
encierro injusto y horrible, los gorriones que alimentaban las misivas… y
aquella convicción profunda, que lo hizo resistir y volver dispuesto y
comprometido con la Patria.
Ramón Labañino, uno de los cinco cubanos encarcelados por más de 15
años en Estados Unidos, se dio cita este viernes, para intercambiar un
maratón de anécdotas, contagiosas sonrisas y francas lágrimas, con ojos
estudiantes ávidos de historia y, del diálogo rostro a rostro con quien
hoy se viste de modestia y cotidianidad, pero que para siempre será:
NUESTRO HÉROE.
Con la espontaneidad propia de los hijos del caimán y tras un aguacero
de preguntas, Ramón relató los últimos días en la cárcel, el dolor de
las cadenas, el añorado encuentro con la familia, sus ideas sobre la
juventud de hoy y las conversaciones actuales con el gobierno
estadounidense, además del honor y el orgullo por haber compartido junto
a sus hermanos con el Comandante, tan diáfano y jovial como un padre.
Así…
poco a poco, entre vivencias, la curiosidad a flor de piel de los
futuros galenos y de esta imberbe periodista, transcurrió el encuentro.
El mensaje estaba claro: “la juventud cubana siempre ha estado a la par
de su tiempo, y como relámpago, lo ha enfrentado todo”.
Un brillo en la mirada le delató el nudo en la garganta y el coraje de
aquellos años… de solidaridad y patriotismo. Por ello, regaló besos y
abrazos.
¡Que lástima que no participaron todos los holguineros! ...pero
gracias, mil gracias por tanta lealtad, la dignidad infinita, por
permitirnos su ejemplo, sus principios y ese amor… por la patria, Fidel y
el Socialismo.
Fuente Ahora