No lo conozco personalmente, pero a través de
Pablo Armando Fernández escuché anécodotas diversas de Saúl. Ví sus
libros con hermosas dedicatorias para Pablo, luego supe de su apoyo a la
Revolución, de sus visitas a Gera... y me dolió como una
puñalada lo que dejaba translucir la carta de Gerardo: Y pensé en la
querida Bernie, en Leonard Weinglass, pensé en nuestra querida Tojosita
argentina, en Pablo Kilberg... cuántos se han ido sin tener la alegría
de tenerlos de regreso? ¿Familiares, amigos? ¿Cuántas penas más
agregaran su espina al calvario de los Cinco? ¿Puedes dormir, Obama,
con tanto peso en tu conciencia?
“Saúl, yo sé que es solo un viaje”: Gerardo Hernández
Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de Cuba, envió un sentido mensaje a su amigo Saúl Landau,
destacado cineasta y periodista estadounidense, quien enfrenta hoy una
grave enfermedad. Saúl visitó en varias ocasiones a Gerardo junto al
actor Danny Glover.
Por sus méritos e historia solidaria fue condecorado el pasado 7 de
agosto con la “Medalla de la Amistad”, que a propuesta del Instituto
Cubano de Amistad con los Pueblos otorga el Consejo de Estado.
No es cierto, Saúl, no lo repitas. Ya sé, otros también lo dicen,
pero no es cierto. Hay dolor en la voz de Carmen cuando me responde el
teléfono, pero no puede ser cierto.
Me dirás que sí, que viejos amigos te han llamado y que otros han
llegado desde lejos para verte, que tu propio cuerpo te lo dice a
gritos, que han comenzado ya los homenajes… No importa, yo sé que no es
cierto. ¿Cómo va a ser cierto, con tanta gente que te admira y te
quiere? Adriana, cada vez que hablamos, me pide que vuelva a llamarte.
(Y si eso no te dice mucho, es porque no sabes que ella defiende “como
gata boca arriba” cada uno de nuestros minutos de teléfono). Todo el
mundo le pregunta por ti, todo el mundo, pero saben que se trata solo de
un viaje, que lo otro no es cierto.
¿Un viaje a dónde? No sé bien. En eso, como en la pelota, es muy
difícil ponerse de acuerdo. Es un viaje del que muchos no regresan, pero
tú sí, tú eres de los privilegiados.
Estarás aquí cada vez que Danny me
visite, y en Cuba cuando nos reunamos Los Cinco.
Volverás siempre que sea leído alguno de tus libros, o vistos tus
documentales. ¿Cómo no vas a estar cuando alguien pregunte quién filmó
esas imágenes de Fidel
empujando el yipi atascado en el fango de aquel camino? ¿O tantas otras
de cuando recorriste media Cuba con él, en el año 68? ¿Crees que podrás
ausentarte cuando alguien vea ”Que el verdadero terrorista, por favor,
se ponga de pie” y por fin comprenda el caso de Los Cinco? Ni
hablar de eso, compadre. Tú estarás siempre que se vea la entrevista con
Salvador Allende, quizás la única o la más importante que le realizaran
en inglés, y cuando alguien descubra esas imágenes aún inéditas de
Fidel conversando en su casa con Harry Belafonte.
Es solo un viaje, Saúl, lo otro no es cierto. Vendrás cuando alguien desee saber todo lo del carro-bomba que mató a Letelier
y a Moffit en pleno corazón de Washington DC. Cuando se quiera entender
lo de Chiapas, o lo de las maquiladoras. Cuando lean tus poemas, o tus
siempre certeros artículos. Cuando mencionen tu Medalla de la Amistad,
de Cuba, tu Bernardo O’Higgins, de Chile, tu Emmy, y tus otros tantos
premios y condecoraciones.
Vendrás siempre que yo cuente cómo tuve el
privilegio de conocerte, de aprender contigo, de disfrutar tu sentido
del humor, y cuando me pregunten a quién debo mi hermandad con Danny
Glover. Estarás siempre con tu familia, con tus amigos, con tus alumnos.
Claro que no es cierto, Saúl, yo sé que es solo un viaje. Lo que
no sé es si entonces podremos comunicarnos, y por eso no quiero esperar a
que partas para decírtelo: Gracias por todo, mi hermano, fue un honor
compartir contigo. En nombre de Los Cinco, de nuestros familiares, y de
tantos cubanos buenos: ¡Gracias!
No te voy a negar que estamos tristes, pero a la vez nos alegra
saber que en tu caso, cuando sea, será solo un viaje, porque tú supiste
ganarte ese privilegio.
Muy pronto volveré a llamarte, pero ya sabes, no me repitas lo otro, porque no es cierto, Saúl. No es cierto que vas a morirte.
Gerardo Hernández Nordelo
(Fuente Granma, Tomado de Cubadebate)